¿Cómo imaginar un estofado o un ragú sin su ramillete de hierbas aromáticas? Indispensables en este ramillete, las hojas de laurel tienen un sabor marcado. Por sí solas, encierran todos los aromas del Mediterráneo, de donde, por cierto, es originario el laurel, también llamado laurel noble (Laurus nobilis). Además de su interés culinario, el laurel es un árbol de follaje perenne que resulta muy estético en el jardín ornamental, plantado en un seto, aislado, podado en topiario o incluso cultivado en macetas. Además, requiere poco mantenimiento, excepto una poda regular para controlar su desarrollo. Por lo tanto, es fácil recolectar sus hojas. Te explicamos cómo secar las hojas de laurel, cuándo cosecharlas y cómo conservarlas.

¿Cuándo cosechar las hojas de laurel?

Antes que nada, quizás sea bueno recordar que las hojas de laurel no deben recolectarse de un árbol que haya sido tratado con insecticida o fungicida alguno. En caso de duda, mejor abstenerse...

Las hojas de laurel pueden recolectarse durante todo el año según las necesidades culinarias. Evitando, sin embargo, el período de floración, que ocurre al comienzo de la primavera, en marzo y abril. En esta época, las hojas tienden a volverse más amargas.

Como con cualquier recolección de hojas o flores, es preferible hacerlo por la mañana, cuando aún no hace demasiado calor. Basta con cortar una rama, priorizando las hojas más viejas, bien verdes y con más sabor. Luego, puedes consumir las hojas de laurel frescas o secarlas.

¿Cómo secar las hojas de laurel?

Para conservar las hojas de laurel por más tiempo, se pueden secar. Este proceso elimina el agua contenida en las hojas. El secado también tiende a exacerbar el sabor de las hojas. Existen varios métodos para obtener hojas de laurel secas.

Hojas de laurel

Las hojas de laurel se secan naturalmente, extendidas o en ramo, al horno o en deshidratador

Secado natural en ramo

Basta con cortar varias ramas con varias hojas. Átalas con rafia para formar un ramo. Cuelga este ramo boca abajo en una habitación oscura, fresca y ventilada, como un ático o un garaje. Después de unos quince días, las hojas estarán secas. Solo hay que separarlas de la rama.

Secado natural extendido

  1. Cosecha tus hojas de laurel con un trozo de tallo.
  2. Lávalas cuidadosamente con agua clara y sécalas con papel absorbente.
  3. Extiende las hojas sobre una rejilla o bandeja sin que se toquen.
  4. Coloca la rejilla o bandeja en una habitación oscura, fresca y bien ventilada.
  5. Voltea las hojas después de una semana de secado.
  6. Después de unos quince días, tus hojas estarán secas. Corta los tallos y guárdalas en un recipiente hermético. Puedes usarlas para aromatizar tus platos durante meses.

Secado al horno

Si no tienes una habitación protegida de la luz, fresca y ventilada para realizar un secado natural, puedes usar el horno.

  1. Precalienta el horno a la temperatura más baja, idealmente a 40 °C, o deja la puerta entreabierta.
  2. Coloca las hojas de laurel en una bandeja, separadas para que no se superpongan.
  3. Introduce la bandeja en la parte inferior del horno y déjalas secar durante 30 minutos.
  4. Voltea las hojas y vuelve a meterlas en el horno durante 45 minutos.
  5. Verifica si las hojas están lo suficientemente quebradizas, señal de que están secas.
  6. Apaga el horno y deja enfriar la bandeja dentro durante una hora más.
  7. Cuando estén completamente frías, guárdalas en un recipiente hermético.

Si tienes un deshidratador, también puedes secar tus hojas de laurel en él.

¿Cómo usar las hojas de laurel?

Las hojas de laurel están íntimamente ligadas al ramillete de hierbas aromáticas, pero pueden usarse solas para aromatizar una marinada, un puré, un caldo, una salsa, un estofado o un guiso, una terrina, un plato cocinado a fuego lento como un cassoulet, un petit salé con lentejas o una ratatouille, un pot-au-feu, patatas al horno, una papillote... Dos o tres hojas son suficientes.

También puedes añadir una hoja al agua de cocción de la pasta o el arroz. Prueba también poner una o dos hojas en tu botella de aceite de oliva o vinagre.

Las hojas de laurel también se consumen en decocción: 3 hojas infusionadas en una taza de agua hirviendo favorecen la digestión y calman la tos.

¿Qué laurel elegir?

Para consumir hojas de laurel, es imprescindible recolectarlas de un laurel, también llamado laurel noble o laurel de Apolo. Las hojas de otros laureles, como el laurel cerezo o el laurel portugués, no son comestibles, e incluso son tóxicas en el caso del laurel rosa.

laurus nobilis

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