La angélica, Angelica archangelica, es una planta bianual aromática y fantástica en todos los aspectos.
Pertenece a la familia de las apiáceas, antes llamadas umbelíferas, en referencia a sus inflorescencias. En esta familia también encontramos la zanahoria, el hinojo, el perifollo o el cilantro. Todas estas plantas, al igual que la angélica, se utilizan en cocina por su gran aroma.
Muy gráfica con sus grandes umbelas redondas en el extremo de altos tallos erguidos, la angélica es muy interesante desde un punto de vista ornamental. Aportará verticalidad a tus macizos y atraerá además a numerosos insectos polinizadores, ya que es una excelente fuente de alimento para muchos polinizadores, incluyendo la abeja doméstica.
Es, además, una planta de medios frescos a húmedos originaria del norte de Europa que posee innumerables cualidades, entre ellas medicinales. Para algunos, estas cualidades serían el origen de su nombre de angélica o "hierba de los ángeles". Se considera principalmente un tónico con sabor anisado. Si bien todas sus partes pueden consumirse, veremos cómo recolectar y conservar las semillas, con el fin de utilizarlas después por sus propiedades.

Angelica archangelica (fuentes fotos: tallos FarceRéjeane Wikipedia / semillas Agnieszka Kwiecien Wikimedia)
¿Cuándo y cómo recolectar las semillas de angélica?
Al ser una planta bianual, su ciclo de desarrollo se extiende a lo largo de dos años. El primer año, la planta solo está compuesta por hojas. Las flores aparecerán en los meses de junio y julio del segundo año. Por lo tanto, deberás esperar hasta finales del verano del segundo año para poder recolectar las semillas.
Estas se recogerán una vez que hayan alcanzado su plena madurez en la planta, es decir, cuando empiecen a secarse en pie, hacia finales de agosto.
Elige para la recolección umbelas parcialmente secas. Realiza la recogida también en un día con el aire seco, para facilitar el secado en interior y evitar el desarrollo de moho.
Corta las grandes umbelas y colócalas directamente en una bandeja para que las semillas terminen de secarse al abrigo de la luz y en un lugar seco. La bandeja es el material más adecuado para el secado (y también para la recolección, si no estás demasiado lejos de casa), ya que las semillas pequeñas y ya parcialmente secas caerán con mucha facilidad y podrían quedarse atrapadas en una cesta.
Las semillas de angélica conservan sus propiedades solo durante un tiempo muy limitado. Por ello, se recomienda guardar la cosecha en el congelador, una vez terminado el secado, para preservar el mayor tiempo posible las cualidades medicinales de la planta. Para ello, puedes colocarlas en varias bolsitas de papel antes de congelarlas, para sacar después solo una bolsita cada vez, poco antes de consumirlas.

Flores secas de Angelica archangelica
Beneficios y uso
Indicaciones
La angélica ha sido reconocida desde hace mucho tiempo por sus propiedades medicinales. Los romanos y los griegos ya la utilizaban en la Antigüedad.
Si bien las hojas de angélica pueden consumirse en cocina, especialmente en sopas, en fitoterapia son las raíces y las semillas –y a veces también los tallos– las que se utilizan.
En la Edad Media, durante las epidemias de peste, su raíz tenía fama de proteger contra la enfermedad.
Veremos cuáles son hoy sus indicaciones, especialmente en lo que respecta a las semillas.
Tradicionalmente, la angélica se utiliza, ante todo, para aliviar los males del sistema digestivo. Estimularía el apetito y sería estomacal, es decir, un estimulante de la función digestiva del estómago. Además, aliviaría las molestias digestivas como flatulencias e hinchazón, entre otras.
También tendría una acción calmante, reduciendo el dolor en caso de colitis y otros espasmos intestinales.
Se encuentra también un uso en el sistema respiratorio, especialmente para calmar la tos y las bronquitis.
Por otro lado, la angélica, aunque calmante a nivel nervioso, poseería virtudes estimulantes en caso de convalecencia, lo que la convierte en una buena planta para ayudar a combatir la fatiga.

Raíz de Angélica (fuente foto Maša Sinreih - Wikimedia)
Usos
Tisana
Las semillas se utilizan generalmente en infusión, a razón de 1,5 g por taza de 250 ml, es decir, aproximadamente una cucharadita. Vierte agua hirviendo sobre las semillas y deja infusionar unos diez minutos tapando, luego filtra. No añadas azúcar a la bebida. Esta tisana se toma a razón de una a tres tazas al día, puede ser antes o después de las comidas. Para más detalles, se recomienda consultar a un profesional de la salud.
Vino de Angélica
Las semillas también entran en la composición de licores digestivos tradicionales, como el Vespetrò, originario de los Alpes italianos.
Es posible elaborar un vino de angélica con propiedades digestivas dejando macerar durante 3 días 50 g de semillas en 1 l de vino blanco. ¡A consumir con moderación, por supuesto!
Contraindicaciones y advertencias
Dicho esto, por prevención, hay algunas reglas que respetar para que la experiencia sea positiva. Dado que puede tener un efecto abortivo, debe evitarse totalmente durante el embarazo. Sin embargo, no hay problema en tomarla durante la lactancia. De hecho, forma parte de las plantas galactógenas (es decir, que favorecen la lactancia), que se pueden encontrar en tisanas destinadas a este fin.
Entre los principios activos de la angélica se encuentran las furocumarinas, que son fotosensibilizantes, es decir, pueden provocar una reacción alérgica a la luz. Afortunadamente, al ser poco solubles en agua, se encuentran en poca cantidad en la infusión. El riesgo de fotosensibilización es bajo, pero existe. Evita, de todos modos, una exposición prolongada al sol justo después de consumir angélica.
Ahora bien, si no estás seguro de estar ante un ejemplar de angélica, tómate el tiempo de identificar bien la planta. En efecto, existe un riesgo de confusión, por un lado, con la angélica silvestre –lo cual no es demasiado grave, ya que es potencialmente comestible y tendría propiedades terapéuticas similares–. Sin embargo, la confusión con la cicuta acuática sería, como cabe esperar, fatal. ¡Atención, pues! Sé muy cuidadoso.

Flores y hojas de Cicuta acuática (fuente foto de la derecha: Qwert1234 - Wikimedia)
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