Alocasia - Oreja de elefante: cultivo y cuidados

Alocasia - Oreja de elefante: cultivo y cuidados

Contenido

Modificado el 18 Marzo 2025  por Alexandra 15 min.

El Alocasia en pocas palabras

  • El Alocasia es una magnífica planta tropical con un follaje muy gráfico
  • Ofrece grandes hojas brillantes y bellamente veteadas
  • Existen numerosas variedades, que ofrecen una gran diversidad en formas y colores de hojas
  • El Alocasia necesita buena luminosidad y un ambiente cálido y húmedo
  • Crea fácilmente un ambiente exótico y frondoso en una casa o apartamento
Dificultad

La palabra de nuestra experta

El Alocasia, también llamado «Oreja de elefante» por la forma imponente de sus hojas, es una planta tropical originaria de los bosques húmedos del sudeste asiático. Muy apreciada en interiores, posee grandes hojas sagitadas que adoptan diferentes tonalidades según las variedades, pudiendo ser verdes, púrpuras, negras, plateadas, jaspeadas de blanco… Sus hojas tienen nervaduras bien marcadas y contrastadas, lo que le da a la planta un estilo muy gráfico.

El Alocasia prospera en interiores luminosos, con una temperatura superior a 15°C y una atmósfera relativamente húmeda. Cuando se respetan sus necesidades, se revela como una magnífica planta de interior de crecimiento rápido, ideal para crear un ambiente exótico y frondoso en un salón, oficina o apartamento. Combina perfectamente con otras plantas de interior como los Monstera, Chlorophytum, Pothos o Calathea para recrear un efecto «jungla». Descubre todos nuestros consejos para cultivar con éxito el Alocasia, incluyendo cómo plantarlo y cuidarlo!

Descripción y botánica

Documento de identidad

  • Nombre latino Alocasia sp.
  • Familia Aracées
  • Nombre común Oreja de elefante
  • Floración Rara en interior
  • Altura Entre 40 cm y 2 m
  • Rusticidad Sensible a las heladas

El Alocasia es una planta tropicale perteneciente a la familia de las Araceae, la familia de los Arum, donde encontramos numerosas plantas de interior con follaje exuberante, como los Spathiphyllum, Monstera, Anthurium, Dieffenbachia, PhilodendronOriginaria de los bosques húmedos del sudeste asiático, el Alocasia se desarrolla bajo el dosel de los árboles, aprovechando una luz tamizada y una atmósfera cálida y húmeda. Adaptada al cultivo en interior, seduce por su silueta elegante y sus hojas imponentes que le valen el apodo de «oreja de elefante».

El Alocasia está muy emparentado con el Colocasia, con el que a veces se confunde. Su follaje es muy similar, sin embargo en el Colocasia, el pecíolo se une al limbo hacia el centro de la hoja, y las hojas suelen estar orientadas hacia abajo, mientras que en el Alocasia, el pecíolo se une más cerca del borde del limbo.

Existen cerca de 80 especies de Alocasia. Las más frecuentemente cultivadas son el Alocasia macrorrhiza y el Alocasia zebrina, que han dado origen a numerosas variedades destacables por su follaje colorido y muy decorativo.

El Alocasia presenta un porte erguido y gráfico. Sus largos tallos esbeltos surgen directamente del rizoma subterráneo y portan hojas brillantes con nervaduras marcadas. Las hojas son generalmente cordadas o sagitadas (en forma de flecha, con dos lóbulos en la base y terminadas en punta), pero también pueden ser profundamente lobuladas, con el borde del limbo irregularmente recortado, como en el Alocasia ‘Jacklyn’. También tienen una forma muy original en el Alocasia ‘Stingray’, anchas y aplanadas, cordadas en la base y terminadas en una punta muy afilada.

El Alocasia destaca por su follaje original. Sus hojas adoptan tonalidades muy diversas según las variedades: pueden ser verdes, negras (Alocasia ‘Black Velvet’…), grises o plateadas (‘Silver Dragon’, ‘Dragon Scale’, Alocasia melo…), púrpuras (Alocasia azlanii), moteadas de blanco (Alocasia ‘Frydek Variegata’)… Las hojas suelen tener nervaduras muy contrastadas, dibujando motivos gráficos en el limbo. Están sostenidas por largos pecíolos que también pueden estar bellamente coloreados (negros en el Alocasia ‘Black Stem’, rosados en ‘Pink Dragon’…). ¡El Alocasia zebrina incluso se distingue por sus pecíolos rayados, verdes y negros!

Las hojas del Alocasia suelen tener un aspecto brillante, lacado, pero algunas variedades lucen una textura aterciopelada, suave y sedosa (‘Black Velvet’…). Esta diversidad de colores y aspectos hace que cada Alocasia sea único y le confiere un carácter ornamental excepcional.

Las dimensiones del Alocasia varían mucho según las especies y variedades. Algunas se mantienen compactas y no superan los 40 cm, mientras que otras pueden alcanzar más de 2 metros de altura, creando una impresión de jungla exuberante en un interior.

El follaje de diferentes variedades de Alocasia

Alocasia ‘Silver Dragon’, Alocasia amazonica, Alocasia azlanii, Alocasia ‘Dragon Scale’, Alocasia ‘Jacklyn’, Alocasia micholitziana ‘Frydek’

Aunque el Alocasia es capaz de florecer, su floración es rara en interior. Cuando ocurre, se manifiesta por una inflorescencia típica de las Araceae, formada por una espata blanca o crema que rodea un espádice central. Sin embargo, estas flores suelen considerarse secundarias frente a la increíble presencia del follaje, y es frecuente que los jardineros las corten para que la planta conserve toda su energía para su desarrollo vegetativo. En la naturaleza, las flores del Alocasia dan paso a bayas redondas, rojas o anaranjadas, agrupadas densamente en la espata. Esta fructificación, típica de las Araceae, se parece mucho a los frutos del Arum maculatum que podemos observar en los bosques de nuestras latitudes.

El Alocasia es particularmente sensible a las condiciones climáticas y no soporta temperaturas inferiores a 15°C. En interior, prospera en un ambiente templado entre 18 y 25°C, pero teme las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura. Su necesidad constante de humedad la hace exigente en cuanto a riego y ubicación. Una atmósfera demasiado seca o, por el contrario, un exceso de agua pueden provocar rápidamente un amarilleamiento de las hojas o un enlentecimiento del crecimiento.

El Alocasia tiene un crecimiento rápido en época favorable, desarrollando nuevas hojas a un ritmo sostenido, pero su crecimiento se ralentiza naturalmente en invierno, y parte de su follaje puede caer en este periodo. Este fenómeno es normal y no debe ser motivo de preocupación: con la llegada de la primavera, el Alocasia generalmente retoma su crecimiento y recupera todo su esplendor.

Flores de Alocasia

La floración del Alocasia reversa: ¡una inflorescencia en espata, típica de las araceas!

Las principales variedades de Alocasia

La plantación del Alocasia

¿Dónde colocar el Alocasia?

En interior, el Alocasia necesita luz brillante pero indirecta. En su hábitat natural, crece bajo el dosel de los árboles, disfrutando de una luz filtrada. Por lo tanto, es esencial recrear estas condiciones colocándolo cerca de una ventana bien orientada, pero sin sol directo, que podría quemar su follaje. Una exposición al este o al oeste es ideal, mientras que una orientación al sur requiere una cortina para filtrar los rayos demasiado intensos.

Si el interior es oscuro, el uso de una lámpara hortícola puede ser una solución para compensar la falta de luz y asegurar un crecimiento óptimo.

La humedad ambiental también juega un papel clave en su bienestar. El Alocasia prefiere una atmósfera húmeda, similar a la de los bosques tropicales. Una habitación con una humedad superior al 60% es ideal. En un interior demasiado seco, especialmente en invierno con la calefacción, se recomienda usar un humidificador, rociar su follaje o colocar una bandeja con agua y guijarros debajo de la maceta para mantener un buen nivel de humedad.

Por último, el Alocasia debe colocarse lejos de corrientes de aire, que pueden estresar la planta y provocar un amarilleamiento del follaje. También hay que evitar colocarlo cerca de una fuente de calor directa como un radiador, ya que el aire caliente y seco puede perjudicar su desarrollo.

Dónde colocar el Alocasia

Instala el Alocasia en un lugar luminoso, idealmente detrás de una ventana

¿Cuándo plantarlo?

La mejor época para plantar o trasplantar un Alocasia es la primavera, cuando la planta está en plena fase de crecimiento. En esta época, se recupera más fácilmente del estrés del trasplante y desarrolla rápidamente nuevas raíces. El invierno es una temporada de reposo para el Alocasia; por lo tanto, es preferible evitar cualquier intervención importante en este período, excepto en caso de necesidad absoluta, como un problema de podredumbre de raíces.

Se recomienda un trasplante cada uno o dos años, dependiendo del crecimiento de la planta. Si las raíces comienzan a salir por los agujeros de drenaje de la maceta o el sustrato se compacta demasiado, esto indica que es hora de ofrecerle un nuevo espacio.

¿Cómo plantarlo o trasplantarlo?

La elección de la maceta es crucial para la buena salud del Alocasia. Es imprescindible que tenga agujeros de drenaje para evitar la acumulación de agua estancada, que podría provocar la podredumbre de las raíces. Te aconsejamos elegir una maceta de barro cocido, ya que permite una mejor aireación del sustrato y evita el exceso de humedad.

En cuanto al sustrato, el Alocasia necesita una mezcla bien drenante, ligera y rica en nutrientes. Una mezcla compuesta por sustrato para plantas de interior, perlita y corteza de pino es ideal. La perlita favorece un buen drenaje, mientras que la corteza de pino mejora la aireación del suelo y limita la compactación.

Sigue estos pasos para plantar tu Alocasia en maceta:

  1. Coloca una capa de bolas de arcilla o gravilla en el fondo de la maceta para mejorar el drenaje.
  2. A continuación, coloca el sustrato en la maceta.
  3. Saca con cuidado el Alocasia de su antigua maceta.
  4. Coloca la planta en el centro y añade gradualmente el sustrato alrededor de las raíces, asegurándote de no apretar demasiado la tierra.
  5. Riega ligeramente después de la plantación, solo lo suficiente para humedecer el suelo sin encharcar las raíces.
  6. Coloca la maceta en un lugar luminoso, sin sol directo.

Después del trasplante, el Alocasia puede mostrar signos de estrés, como hojas que se marchitan temporalmente. Esto es normal y la planta generalmente recupera su vigor después de unos días de adaptación.

Cómo plantar el Alocasia en maceta

Planta tu Alocasia en una maceta ligeramente más grande que el cepellón

Cómo cuidar el Alocasia

El Alocasia es una planta exigente que requiere cuidados adecuados para mantener su follaje espectacular y su vitalidad. En interiores, es esencial proporcionarle condiciones cercanas a su hábitat tropical, con un buen manejo del riego, la humedad y la luz. Un mantenimiento riguroso ayudará a evitar problemas comunes como el amarilleamiento de las hojas o la caída del follaje.

Riego

Uno de los aspectos más delicados del cuidado del Alocasia es el manejo del riego. Al Alocasia le gusta la humedad, pero teme el exceso de agua, que puede provocar la pudrición de las raíces. La frecuencia de riego depende de varios factores, como la temperatura ambiente, la humedad del aire y el tamaño de la maceta.

Como regla general, debes regar cuando la parte superior del sustrato esté seca a unos 2 o 3 cm de profundidad. En verano, esto puede significar regar una o dos veces por semana, mientras que en invierno, un riego cada dos semanas puede ser suficiente. Riega con agua no calcárea (idealmente agua de lluvia o filtrada), a temperatura ambiente. Después del riego, es importante vaciar el exceso de agua del plato para evitar estancamientos.

Al ser una planta tropical, el Alocasia aprecia una humedad ambiental elevada, alrededor del 60 al 70%. En interiores secos, especialmente en invierno con la calefacción, es crucial aumentar la humedad para evitar que las hojas se sequen. Para lograrlo, existen varias soluciones:

  • Colocar un humidificador cerca de la planta.
  • Instalar una bandeja con bolas de arcilla y agua debajo de la maceta, sin que las raíces queden sumergidas en el agua.
  • Rociar agua sobre las hojas, pero con moderación para evitar enfermedades fúngicas.
El mantenimiento del Alocasia - rociar agua sobre el follaje

No dudes en rociar el follaje del Alocasia de vez en cuando

Limpieza y poda de las hojas

Las hojas del Alocasia, a menudo grandes y brillantes, acumulan polvo rápidamente, lo que puede limitar su capacidad para captar la luz. Una limpieza regular con un paño húmedo ayuda a mantener su brillo y favorece la fotosíntesis.

También es normal que algunas hojas se amarilleen con el tiempo. Las hojas más viejas acaban marchitándose de forma natural para dar paso a nuevos brotes. Cuando una hoja se amarillea por completo, puede ser cortada en la base con unas tijeras de podar limpias para evitar que consuma energía innecesariamente.

El mantenimiento del Alocasia - Podar las hojas muertas

Cuando veas hojas amarillas y secas, córtalas en la base

Fertilización

El Alocasia es una planta de crecimiento rápido, por lo que se recomienda un aporte de nutrientes para favorecer un follaje denso y vigoroso. Durante el período de crecimiento, desde primavera hasta verano, se aconseja aplicar un fertilizante líquido equilibrado, rico en nitrógeno, cada dos o tres semanas.

En otoño e invierno, la planta entra en reposo vegetativo y su crecimiento se ralentiza. Por lo tanto, el aporte de fertilizante debe reducirse o incluso suspenderse hasta la llegada de la primavera.

Trasplante

Es necesario trasplantar cada uno o dos años, cuando el Alocasia comienza a sentirse apretado en su maceta o el sustrato se compacta demasiado. Esta operación se realiza preferiblemente en primavera, eligiendo una maceta ligeramente más grande con un sustrato fresco y bien drenado. Un buen drenaje es esencial para evitar el estancamiento de agua, principal causa de pudrición de raíces.

Letargo

Con la llegada del invierno, es frecuente que el Alocasia ralentice su crecimiento y pierda algunas hojas. Este fenómeno de letargo invernal es completamente normal. Durante este período, se recomienda reducir los riegos, suspender los aportes de fertilizante y evitar trasplantes o cambios bruscos de entorno. Cuando aumentan la temperatura y la luz en primavera, la planta retoma su crecimiento naturalmente.

Las enfermedades y plagas

Aunque el Alocasia es una planta resistente cuando disfruta de condiciones óptimas, puede ser propensa a diversos problemas relacionados con la humedad, la luz o la presencia de plagas. Una buena observación y un mantenimiento regular permiten prevenir la mayoría de enfermedades y evitar infestaciones de insectos dañinos.

Enfermedades comunes

Uno de los problemas más frecuentes en el Alocasia es la podredumbre de raíces, generalmente causada por un exceso de riego o un mal drenaje del sustrato. Cuando las raíces están constantemente sumergidas en agua, comienzan a pudrirse, lo que provoca un debilitamiento de las hojas y un amarilleamiento generalizado. Para evitar este problema, es esencial usar una maceta con agujeros de drenaje, un sustrato bien aireado y no regar en exceso. Si se detecta la podredumbre, hay que trasplantar la planta de inmediato, eliminando las raíces afectadas y usando tierra seca y sana.

Otra enfermedad frecuente es el oídio, un hongo que se manifiesta como un depósito blanco polvoriento en las hojas. Este problema suele estar relacionado con un ambiente demasiado húmedo y mal ventilado. Para eliminarlo, basta con mejorar la circulación del aire alrededor de la planta y tratar las hojas afectadas con un fungicida natural, como azufre o una decocción de cola de caballo.

Plagas y parásitos

El Alocasia a veces es atacado por cochinillas algodonosas, pequeños insectos blancos y algodonosos que se instalan en la base de las hojas y tallos para alimentarse de la savia. Su presencia debilita la planta y puede ralentizar su crecimiento. Para eliminarlas, es posible limpiar las partes infestadas con un algodón empapado en alcohol de 70° o pulverizar una mezcla de agua y jabón negro.

Las arañas rojas también son un enemigo temible, especialmente en periodos de sequía o en invierno cuando el aire interior es demasiado seco. Estos diminutos ácaros chupan la savia de las hojas, dejando tras de sí manchas amarillas y un aspecto descolorido. Un buen método de prevención es mantener un alto nivel de humedad alrededor de la planta, ya que estas plagas se desarrollan principalmente en ambientes secos. En caso de infestación, se recomienda rociar la planta con agua o usar un acaricida natural a base de aceite de neem.

Alocasia con follaje negro vetado de blanco

Alocasia reginula ‘Black Velvet’

¿Cómo multiplicar el Alocasia?

El Alocasia puede multiplicarse por división de rizomas. A diferencia de otras plantas de interior, no se puede propagar a partir de simples hojas o tallos, y su siembra rara vez se practica en interiores debido a la dificultad de germinación. La división de rizomas es el método más eficaz y permite obtener nuevas plantas saludables, idénticas a la planta madre.

¿Cuándo multiplicar el Alocasia?

El mejor momento para multiplicar un Alocasia es en primavera o a principios de verano, cuando la planta entra en fase de crecimiento activo. En este período, podrá recuperarse rápidamente del estrés causado por la separación y desarrollar nuevas hojas en pocas semanas. El invierno, época de reposo vegetativo, no es recomendable para esta operación, ya que la planta tardaría más en adaptarse y podría marchitarse.

¿Cómo dividir el Alocasia?

Antes de proceder a la división, es importante asegurarse de que el Alocasia sea lo suficientemente maduro y que tenga varios hijuelos bien desarrollados. Un hijuelo es un brote joven que se forma en la base de la planta madre, con sus propias raíces.

  1. Saca la planta de la maceta con cuidado: Es preferible humedecer ligeramente el sustrato el día anterior para facilitar la extracción y evitar dañar las raíces.
  2. Libera las raíces y localiza los hijuelos: Con los dedos o un palito, retira suavemente el exceso de tierra alrededor de las raíces para distinguir mejor las diferentes partes del rizoma.
  3. Separa los hijuelos: Con un cuchillo afilado y desinfectado, corta los hijuelos asegurándote de que cada sección tenga al menos una hoja y algunas raíces. Si es posible, prioriza los hijuelos que se desprendan naturalmente.
  4. Deja secar las heridas: Para evitar infecciones fúngicas, se recomienda dejar secar las partes cortadas durante unas horas antes de replantar. Aplicar un poco de canela en polvo sobre las heridas también puede ayudar en la cicatrización.
  5. Replanta cada hijuelo en una maceta adecuada: Usa un sustrato ligero y bien drenado, compuesto por tierra para plantas tropicales, perlita y corteza de pino. Coloca el hijuelo en una maceta con agujeros de drenaje y entiérralo ligeramente, sin apretar demasiado la tierra.
  6. Riega con moderación: Después de la plantación, un riego ligero es suficiente para humedecer el sustrato sin encharcarlo. Es importante mantener una atmósfera húmeda alrededor de las plantas jóvenes sin ahogarlas.

Después de la división, las nuevas plantas pueden tardar algunas semanas en adaptarse y producir nuevas hojas. Durante este período, hay que evitar la exposición directa al sol, mantener una temperatura estable entre 20 y 25°C y garantizar un buen nivel de humedad. Una ubicación luminosa, pero con luz filtrada, es ideal para facilitar el enraizamiento.

El riego debe ser moderado: es preferible esperar a que el sustrato se seque ligeramente en la superficie antes de volver a regar. Un exceso de agua podría debilitar las raíces jóvenes y favorecer el desarrollo de hongos.

Cómo combinar el Alocasia

Para crear un efecto de jungla exuberante, el Alocasia puede combinarse con otras plantas tropicales de follaje exhuberante. Los Philodendros y Monstera, con sus grandes hojas recortadas, ofrecen un interesante contraste al tiempo que comparten las mismas necesidades de luz y humedad. Las Calatheas y Marantas, apreciadas por su follaje colorido y móvil, complementan perfectamente al Alocasia añadiendo texturas y motivos variados al conjunto.

Alocasia cultivado con otras plantas de interior

El Alocasia combina a la perfección con el follaje exuberante del Monstera

Los helechos tropicales como el Nephrolepis o el Asplenium también son buenos compañeros. Crean un sotobosque frondoso que recuerda a los bosques húmedos donde crece naturalmente el Alocasia. Además de aportar un efecto denso y natural, contribuyen a aumentar la humedad ambiental, beneficiosa para todas las plantas del conjunto.

El Alocasia destaca por su follaje a menudo brillante y nervado. Para acentuar su brillo, es interesante combinarlo con plantas de follaje mate o aterciopelado. El Alocasia ‘Black Velvet’, por ejemplo, con su follaje oscuro y aterciopelado, combina muy bien con un Begonia maculata, cuyas hojas están moteadas de blanco y son ligeramente translúcidas.

Alocasia y plantas de interior

Combina el Alocasia con otras plantas de interior como el Monstera karstenianum, el Ficus elastica, el Ficus lyrata, la Sanseveria cylindrica

No dudes en jugar con las alturas y volúmenes, para resaltar el porte esbelto y gráfico del Alocasia. Como fondo de decoración, puede acompañarse de grandes plantas como la Strelitzia nicolai o el Ficus lyrata, que aportan verticalidad. Por el contrario, para llenar el espacio al pie del Alocasia, plantas rastreras como el Pothos o el Peperomia prostrata pueden colocarse en macetas colgantes o cerca para que caigan naturalmente.

Combinar el Colocasia

Alocasia ‘Polly’, Chlorophytum comosum y Pothos Epipremnum ‘Happy Leaf’

Recursos útiles

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