Los ciclamen son pequeñas plantas viváceas de bulbo. Sus adorables flores, como alas de mariposa, florecen a finales de invierno o de verano según la variedad. Ofrecen tonalidades rosadas, magenta o blancas.

Plantas sin mantenimiento, se adaptan tanto a macizos, rocallas como a la plantación en macetas. Los ciclamen prosperan en situaciones de sombra o media sombra, a veces difíciles de vegetar, donde podrán naturalizarse con facilidad. Para saber más, consulta nuestro dossier dedicado "Ciclamen: plantar, cultivar y cuidar".

La propagación de los ciclamen no se realiza por división del bulbo, sino únicamente por siembra. Se propagan así de forma natural y pueden formar en pocos años grandes tapices florales.

Ciclamen de Persia (ciclamen), ciclamen de Cos (Cyclamen coum) o ciclamen de Nápoles (Cyclamen hederifolium): aquí tienes nuestros consejos para lograr la siembra y obtener una bonita floración.

¿Cómo recolectar y conservar las semillas de ciclamen?

Puedes comprar semillas de ciclamen en tiendas de jardinería o por internet, o recolectarlas directamente de las flores de tu jardín para multiplicarlas. Para ello, basta con dejar que las flores se marchiten en la planta y esperar a que las cápsulas se abran para recolectar las semillas.

Para conservar las semillas hasta el momento de la siembra, extiéndelas para que se sequen en un lugar seco y ventilado, protegido de los rayos del sol, durante unos días. Guárdalas luego en sobres, bolsitas de papel kraft o saquitos y no olvides anotar la fecha de recolección, la variedad y el color del ciclamen correspondiente.

tutorial para sembrar semillas de ciclamen

Cápsula que contiene las semillas de Ciclamen

¿Cuándo sembrar los ciclamen?

En interior, las siembras pueden realizarse teóricamente casi todo el año, evitando los extremos (pleno verano o invierno), lo que dificulta la gestión de las temperaturas.

Las siembras de ciclamen se realizarán idealmente desde finales de invierno hasta principios de primavera, es decir, entre febrero y mayo, según las regiones. Sin embargo, también es posible hacerlo en otoño, por ejemplo con el ciclamen de Persia.

Cabe señalar que hay que tener un poco de paciencia con la siembra de los ciclamen: aunque las plántulas germinan con relativa rapidez, generalmente hay que contar al menos 2 años (incluso 3 o 4) antes de obtener la primera floración.

cómo lograr la siembra de ciclamen

Semillas de Ciclamen

Siembra de los ciclamen

El material

  • Macetas de plástico, terracota o biodegradables, imprescindiblemente perforadas, para que el exceso de agua de riego pueda drenar (o prensa para siembra "cero residuos")
  • Tierra especial para sembrar que favorezca la germinación (o tamiz para tierra)
  • Vermiculita para mejorar el drenaje y favorecer el enraizamiento (opcional)
  • Pulverizador y regadera
  • Etiquetas (de papel, plástico, metal, pizarra, madera...)

La siembra en la práctica

  1. Remoja las semillas de ciclamen unas horas antes de la siembra en agua tibia, para favorecer la germinación
  2. Llena las macetas con tierra sin apisonar
  3. Coloca una semilla por maceta en la superficie
  4. Cubre con una fina capa de tierra de unos 0,5 cm, si es necesario con ayuda de un tamiz. Puedes mezclar la tierra con vermiculita si lo deseas
  5. Riega ligeramente con el pulverizador para humedecer el sustrato
  6. Etiqueta las macetas indicando la fecha de siembra, la variedad de ciclamen y el color

También es posible sembrar directamente en bandejas con o sin tapa, o en cajas. En este caso, asegúrate de espaciar las semillas unos 5 cm.

La superficie de las macetas debe permanecer siempre húmeda hasta la germinación. La pulverización deberá ser entonces casi diaria.

Elige un lugar moderadamente cálido o fresco, donde la temperatura ronde los 12 a 18 °C.

Cuenta con unos veinte días a 18°, a veces hasta 30 días, antes de que germinen las semillas.

cómo sembrar ciclamen

Brotes jóvenes de Ciclamen (foto Erutuon - Flickr)

Cuidados después de la siembra

Cuando aparezcan las primeras plántulas, riega asegurándote de que el sustrato no se seque nunca por completo, pero sin encharcarlo (espera a que esté seco en la superficie antes de volver a regar). Evita también regar las hojas para limitar la aparición de enfermedades y utiliza preferiblemente agua de lluvia, menos calcárea que la del grifo.

Mantén las macetas a media sombra.

Si has optado por una siembra en bandeja, será necesaria una etapa adicional: el trasplante. Deberá realizarse en cuanto las plántulas sean manipulables (generalmente cuando tengan varias hojas). Las plantas más vigorosas se retirarán con cuidado del recipiente y se colocarán en macetas individuales llenas de sustrato. Previamente, haz un agujero de plantación con un lápiz o palito para no dañar el tallo y las frágiles raíces durante el trasplante.

Para saber más