Se utilizan muy a menudo para preparar buenas mermeladas: los escaramujos son los frutos de los rosales y del rosal silvestre, conocidos por su contenido en vitaminas y sus características antioxidantes. En su madurez, los escaramujos se presentan como pequeños frutos entre el rojo, el naranja o el negro, con una forma más o menos alargada según el caso. Presentan pequeños pelos muy finos en la pared, y son ligeramente urticantes, ¡por eso a veces también se les llama "grataculos"! Si tienes la suerte de ver crecer estos pequeños frutos en tu jardín, descubre todos los consejos para secarlos y disfrutar de sus numerosas virtudes en cualquier época del año.

El escaramujo, el fruto del rosal silvestre
Cuidar y recolectar escaramujos
Los escaramujos se encuentran en los rosales de flores silvestres y en los rosales silvestres. En estado natural, el rosal silvestre es un arborito que se observa con mucha frecuencia en nuestro clima templado: crece en setos, al borde de los bosques, hasta unos 2.000 metros de altitud. Los escaramujos que producen estos árboles son falsos frutos: toda la parte que es roja en su madurez es solo el receptáculo de la flor. El fruto verdadero se encuentra en el interior, son los aquenios. Se pueden consumir tal cual, pero también se pueden secar.
¿Cuáles son las mejores variedades para secar?
Existen muchas variedades de rosales: si deseas cultivar escaramujos y secarlos, no puedes seleccionar cualquier rosal. De hecho, debes elegir una variedad europea de escaramujos, para tener bayas de unos 4 cm de diámetro.
La variedad más conocida es la Rosa canina, pero hay otras alternativas posibles: Rosa arvensis, Rosa rubiginosa con hojas delicadamente perfumadas o Rosa sempervirens, entre otras.
La recolección de escaramujos: ¿cómo hacerlo?
Puedes comenzar a recolectar tus escaramujos a partir del mes de octubre, cuando las primeras heladas han permitido que los frutos se ablanden un poco. Sin embargo, algunas personas comienzan la recolección en agosto y septiembre, cuando los frutos aún están duros. En ese momento, es especialmente fácil partirlos por la mitad, retirar las semillas y los pelos urticantes, y luego consumirlos tal cual.

Recolección de escaramujos
Si recolectas los escaramujos más tarde, cuando están blandos, no será posible abrirlos con las manos. Sin embargo, una vez en casa, podrás cocerlos y pasarlos por un filtro para eliminar los pelos, con el objetivo de hacer jaleas o incluso jarabes. Los frutos blandos son más dulces, lo que también permite tener más sabor cuando se desea secarlos.
Todo lo que hay que saber sobre el secado de escaramujos
Para poder disfrutar de escaramujos en cualquier época del año, nada más simple: ¡recógelos cuando estén maduros y luego sécalos! Se conservarán varios meses sin dificultad, e incluso podrás congelarlos si lo deseas.
El secado en horno
Después de la recolección, comienza por seleccionar todos tus escaramujos, para conservar solo los que estén en buen estado. Colócalos en una bandeja de horno y luego introdúcelos en un horno precalentado entre 45 y 50°C.
Cuando se secan los escaramujos en el horno de esta manera, hay que contar aproximadamente 8 horas, teniendo en cuenta que se recomienda aumentar gradualmente la temperatura del horno durante el proceso, hasta llegar a 60°C.
Recuerda abrir la puerta del horno de vez en cuando, para permitir una mejor evacuación de la humedad. Puedes remover los frutos sacudiendo ligeramente la bandeja, pero evita tocarlos con las manos o con un utensilio como una espátula o una cuchara.
El secado en un deshidratador eléctrico
Si tienes la suerte de contar con un deshidratador, podrás secar tus escaramujos de manera aún más sencilla. Aquí también, todo comienza con una selección para eliminar todos los restos y los frutos en mal estado.
Luego, coloca los escaramujos en tu deshidratador eléctrico, durante un tiempo de 9 a 12 horas. Algunos aparatos más potentes permiten realizar el proceso en menos tiempo, entre 6 y 8 horas según el caso.
Asegúrate siempre de respetar el tiempo de secado recomendado, de lo contrario las bayas podrían romperse fácilmente entre las manos.
Conservar y utilizar los escaramujos
Recolectados desde septiembre hasta las primeras heladas del otoño, los escaramujos pueden conservarse durante todo el año en casa, si conoces los métodos para hacerlo correctamente.
Algunos consejos de conservación
Los escaramujos pueden congelarse muy fácilmente tal cual. Pero si te has tomado el tiempo de secarlos en el horno o en el deshidratador, ¡ni siquiera necesitarás colocarlos en el congelador para disfrutarlos durante todo el invierno!
Evita colocar los escaramujos secos en recipientes de plástico, prioriza la conservación en bolsas de tela. En su defecto, también puedes usar frascos de vidrio, siempre que los cierres con un paño fijado en la parte superior del recipiente con una cuerda.
¿Cómo utilizar los escaramujos en la cocina?
Los escaramujos pueden servir para preparar mermeladas y jaleas. Más sorprendente aún, algunos los mezclan con tomate para preparar una especie de ketchup con sabores originales. Una vez secos, estas bayas se convierten en el ingrediente ideal para acompañar tus infusiones caseras. También puedes integrarlos en diferentes recetas saladas y platos con salsa, con el objetivo de jugar con sabores, texturas y combinaciones dulce-salado.
¡Un ingrediente con mil virtudes!
Los escaramujos no solo son apreciados por su sabor: se trata de un fruto rico en vitamina C, pero también en vitaminas B1 y B2. Contiene potasio, antioxidantes y flavonoides.
Si tienes escaramujos en el jardín, recuerda recolectarlos desde el otoño para cocinarlos, secarlos o incluso congelarlos, con el fin de consumirlos cada vez que lo desees.
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