Partir la leña es una operación importante para el jardinero que desea utilizar su madera rápidamente y almacenarla adecuadamente. Aunque se asocia con esfuerzo físico y dolor de espalda, puede ser realizada por personas medianamente deportivas siempre que utilicen buenas herramientas junto con los gestos correctos.

Descubre cómo partir tu leña correctamente, así como las herramientas necesarias para lograrlo.

¿Por qué partir la leña?

Partir la leña es una operación muy útil que acortará significativamente el tiempo de secado y aumentará el poder calorífico de tu madera, ya sea blanda (abedul, sauce, álamo...) o dura (roble, castaño, haya común...).

Si optas por una pila de leña clásica, la leña partida ocupará mucho menos espacio que la conservada en forma de troncos.

Cómo partir la leña

¿Cuándo partir la leña?

En principio, la leña se parte después del corte, cuando los troncos han sido cortados a la longitud deseada.

Según la época en que se corte el árbol, la madera será más o menos rica en agua. Un árbol cortado en invierno siempre estará más seco que uno abatido durante la temporada de crecimiento, cuando está en savia. Por lo tanto, tu tiempo de secado será más largo.

¿Cuáles son las herramientas indispensables?

En cuanto al equipo, habrá que distinguir entre el material de corte y el material de seguridad.

Para protegerte, deberás contar con

  • Un par de guantes
  • Gafas de protección
  • Un par de zapatos de seguridad

Para el material de corte, tendrás muchas opciones

  • Un hacha para partir (también llamada 'mazo')
  • Una hacha pequeña
  • Una cuña para partir
  • Una maza
  • Un soporte recto que aguante los golpes de las herramientas (tocón recto, lámina de caucho sobre un soporte estable...)
  • Una podadera para las fibras rebeldes

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¿Cómo partir la leña?

Los preparativos

Antes de ponerse manos a la obra, es importante preparar adecuadamente tu área de trabajo. Esta debe ser plana, estable y contar con un tocón de árbol (tronco), por ejemplo, para amortiguar los golpes y no dañar el filo de tus herramientas. Un césped como superficie absorberá bien los impactos y reducirá las vibraciones en los brazos.

Existen diferentes pesos para las herramientas de corte como el mazo. Compra uno que se adapte a tu fuerza para no lesionarte o cansarte innecesariamente.

Verifica luego el filo de tu mazo o hacha pequeña. No necesita estar tan afilado como un hacha, pero tampoco debe estar completamente desafilado. No recomendamos usar un hacha diseñada para cortar y no para partir la leña. Los mazos son herramientas con una hoja pesada que tienen espolones en sus lados, lo que facilita la penetración de la herramienta en la madera. El peso del metal está diseñado para que el trabajador se fatigue menos y para que la hoja entre en la madera más fácilmente.

¡El mazo, la herramienta indispensable!

En la práctica

El método y las herramientas a utilizar dependerán del diámetro del tronco a partir.

Una hacha pequeña o un simple mazo serán suficientes en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, para maderas de más de 50 cm de diámetro, también necesitarás una cuña para partir y una maza para terminar el trabajo.

Antes de partir, es importante identificar las grietas presentes en la madera para facilitar la tarea. También se debe prestar atención a la presencia de nudos en la madera, que pueden complicar la operación al atascar tus herramientas.

Primer caso: partir un tronco de sección pequeña/mediana

Este caso es el más sencillo. Flexiona las piernas y coloca tu pierna de apoyo hacia adelante, manteniendo la espalda recta. Sujeta el mango ya sea por el extremo (método preciso pero más cansado) o a mitad del mango (método menos cansado pero también menos preciso). Coloca tu tronco sobre su cara más plana y apunta a una grieta de la madera o simplemente a su centro. Golpea con un movimiento seco. Limpia adecuadamente tu área de trabajo antes de continuar.

Cómo partir leña

Segundo caso: partir un tronco de gran sección (<50cm de diámetro)

La postura para partir la leña es exactamente la misma que se explicó anteriormente. Sin embargo, el método será diferente.

  • Si el tronco a partir es de gran sección y gran longitud

Utilizamos entonces una cuña para partir, junto con una maza y, eventualmente, una podadera para las fibras rebeldes.

Coloca oblicuamente tu primera cuña en un extremo del tronco, con el filo alineado con la veta de la madera. Después de golpear una o dos veces esta cuña, la madera se abrirá y podrás colocar una segunda (o incluso una tercera) cuña a lo largo de la abertura. El tronco quedará así abierto en toda su longitud. Usa una podadera si algunas fibras de la madera aún resisten. También puedes usar la podadera para mover la madera y ahorrar esfuerzo en tu espalda.

  • Para un tronco de gran sección pero poca longitud

Utilizaremos un mazo o una maza junto con una cuña, pero con un método más complejo que para troncos de pequeño diámetro:

Aunque la tentación sea grande, no hay que empezar por el centro del tronco (incluso si tiene una grieta), sino por el exterior, partiéndolo "por rebanadas". Atacar un tronco grande por el centro podría atascar tu cuña o tu mazo (¡o incluso ambos!) en la madera.

Atacamos entonces el exterior de la madera, trabajando por rebanadas. Después de varios golpes de maza sobre una cuña o de mazos, una rebanada se desprenderá. Luego podrás cortar directamente tus leños atacando la rebanada de manera perpendicular con tu mazo. Este método es rápido y requiere poca energía si se realiza correctamente.

No olvides que la hoja de tu mazo está curvada para permitirte levantar los troncos sin agacharte. ¡Cuida tu espalda!

¡Solo te queda almacenar tu leña!