
Plátano: plantar, podar y cuidar
Contenido
El plátano en pocas palabras
- El plátano es un árbol de sombra de dimensiones imponentes que resiste bien la sequía.
- Su tronco macizo con vetas decorativas es reconocible entre todos.
- Sus anchas hojas caducas están bellamente recortadas y se vuelven amarillas al final de la temporada.
- Rústico y de larga vida, crece al sol en cualquier suelo ordinario y profundo.
- Los pelos presentes en sus hojas y frutos son fuente de ciertas alergias.
La palabra de nuestro experto
El plátano es un árbol majestuoso de dimensiones impresionantes, apreciado por la sombra densa que proporciona y por su tronco con vetas coloridas y decorativas. Con una altura de 30 a 40 metros, existen sin embargo versiones «enanas», como el Platanus acerifolia ‘Alphen’s Globe’, de copa globular y que no supera los 10m. Sus grandes hojas lobuladas y recortadas recuerdan a las de algunos arces. Verdes en temporada, adquieren tonos amarillos antes de caer. Muy utilizado en alineaciones y en medios urbanos, también tiene mucha presencia como ejemplar aislado, dejado libre para crecer a su antojo. Acepta muy bien las podas severas, lo que permite crear parasoles de verdor. Su floración es poco notable y sus frutos esféricos, de verde a marrón claro, están cubiertos de diminutos pelos, fuente de alergias en algunas personas. De crecimiento rápido y resistente a la sequía una vez establecido, es un árbol rústico que aprecia el sol, el calor y los suelos profundos. Sus raíces poderosas pueden ser problemáticas si se planta demasiado cerca de una vivienda. Sensible a ciertos parásitos y enfermedades, es sin embargo capaz de vivir varios cientos de años.
¡Descubre este majestuoso árbol de gran envergadura!
Descripción y botánica
Documento de identidad
- Nombre latino Platanus
El plátano de sombra es un árbol muy conocido y utilizado frecuentemente por la sombra densa y refrescante que proporciona. Es el único representante de la familia de las Platanáceas y se presenta en aproximadamente 8 especies, de las cuales solo algunas se comercializan actualmente. Su nombre botánico Platanus proviene del griego «platanos», derivado de «platos», que significa ‘ancho y extendido’ debido a sus dimensiones, que pueden ser impresionantes. Además del plátano de California (Platanus racemosa), que crece en las montañas de ese estado, el plátano tiene sus orígenes en diferentes regiones del mundo según la especie. La cuna del plátano occidental o plátano americano (Platanus occidentalis) se encuentra en el este de América del Norte y el noreste de América Central, mientras que el plátano de Oriente (Platanus orientalis) proviene del sureste de Europa. A través de importaciones e hibridaciones, en el siglo XVII surgió una especie híbrida que se denomina indistintamente Platanus (x) hybrida, Platanus (x) hispanica o Platanus (x) acerifolia. De ella derivan diversas variedades, como Platanus ‘Malburg’ o Platanus ‘El Gordo’, por mencionar algunas. Llamado más comúnmente plátano de sombra o plátano de sombra, es principalmente este el que encontramos abundantemente en los bordes de nuestras carreteras, canales de navegación o podado severamente para dar sombra, por ejemplo, en algunas terrazas y plazas del entorno mediterráneo. En estado silvestre, es un árbol que crece espontáneamente a lo largo de cursos de agua y en valles profundos.
Dotado de un crecimiento rápido, es capaz de alcanzar fácilmente, e incluso superar, los 30 a 40 m de altura con una extensión de 15 a 25 metros, lo que lo destina naturalmente a grandes espacios. Sin embargo, existen cultivares de desarrollo más modesto que pueden acogerse en nuestros jardines, como Platanus (x) acerifolia ‘Alphen’s Globe’, que no supera los 10m x 6m y cuya copa forma una bola.
Dotado de una longevidad excepcional, es un árbol que puede vivir varios cientos, incluso varios miles de años, y cuyo tronco masivo alcanza proporciones considerables. Así, en Kos, una pequeña ciudad griega situada en la isla del mismo nombre en el mar Egeo, se encuentra el Plátano de Hipócrates. Se trata de un Platanus orientalis cuya edad oscila entre los 500 y los 2000 años según las fuentes, y cuyo tronco mide 14 metros de circunferencia. Generalmente dotado de un tronco único, recto y masivo, la corteza es más o menos gris a beige y se desprende en placas irregulares llamadas ritidomas, que dejan ver tonalidades que van del verde al amarillo, pasando por matices más o menos rosados y marrones. Este efecto jaspeado es fácilmente reconocible y representa un atractivo decorativo. Las ramas principales también son sólidas y rectas cuando el árbol crece libremente. El follaje caduco está compuesto por grandes hojas que pueden alcanzar los 20 cm de largo. Alternas, están sostenidas por un largo peciolo. Palmeadas, están divididas en 3 a 7 lóbulos más o menos recortados y dentados, lo que les confiere una similitud visual con las de algunos arces. Las hojas jóvenes son pubescentes, es decir, cubiertas de finos pelos, lo que puede representar un riesgo para las personas alérgicas. Verdes en temporada, adquieren tonalidades amarillas y luego marrones antes de caer. Particularmente resistentes, las hojas del plátano tardan mucho en descomponerse.

Las hermosas cortezas de los plátanos: Platanus acerifolia ‘Alphen’s Globe’, Platanus hispanica ‘Malburg’, Platanus acerifolia, Platanus hispanica ‘El Gordo’
Hacia finales de la primavera, tiene lugar la floración poco llamativa, en forma de numerosas flores pequeñas reunidas en capítulos redondos sostenidos por largos pedúnculos colgantes. Monoico, un mismo ejemplar presenta tanto flores masculinas (de color verde) como femeninas (rojas). Estas últimas dan lugar posteriormente a frutos llamados aquenios, que forman pequeñas bolas primero verdes y luego marrón claro. Al igual que las hojas, estos frutos están cubiertos de una multitud de diminutos pelos que, al caer al suelo, forman una especie de pelusa amarillenta al pie del árbol. Estos pelos son especialmente irritantes y las personas sensibles pueden presentar reacciones alérgicas en los ojos o el sistema respiratorio.
El sistema radicular del plátano es poderoso y puede causar daños si el árbol se planta demasiado cerca de una construcción. Su madera dura, densa y clara ofrece una buena resistencia a la humedad y se utiliza para diversos fines: ebanistería, construcción naval o elaboración de paneles de contrachapado. También es una buena leña para quemar. Las hojas, al igual que la corteza, tendrían propiedades astringentes.

Nacimiento de hojas y frutos en un Platanus orientalis
Las diferentes especies y variedades

Platanus hispanica - Plátano de sombra
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 30 m

Platanus hispanica Malburg - Plátano de sombra
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 25 m

Platanus hispanica El Gordo - Plátano de sombra
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 35 m

Platanus hispanica Alphen's Globe - Plátano de sombra
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 10 m
Más información Plátano sicomoro
Ver todos →Disponible en 3 tamaños
Disponible en 1 tamaños
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Plantación
¿Dónde plantar?
Amante del sol y del calor, el plátano también crece en media sombra en cualquier suelo ordinario y profundo, incluso calcáreo. Aunque un ejemplar adulto resiste veranos calurosos y secos, es preferible ofrecerle un suelo drenado, pero que no se seque por completo. Resistente a la contaminación, a menudo se utiliza como árbol de alineación en algunas ciudades. Su rusticidad, del orden de -20°C a -25°C, permite considerarlo en la mayoría de las regiones, excepto en zonas montañosas muy frías. Platanus racemosa, por su parte, es más sensible al frío y no soporta bien los inviernos duros y prolongados.
¿Cuándo plantar?
El mejor momento para plantar sigue siendo el otoño en la mayoría de las regiones. En zonas donde los inviernos son particularmente fríos y húmedos, es preferible plantar en primavera, pero requiere un seguimiento regular del aporte hídrico según las condiciones meteorológicas.
¿Cómo plantar?
1) Remoja el cepellón en un gran volumen de agua para saturar el sustrato.
2) Mientras tanto, excava un hoyo ancho y profundo, al menos dos veces el tamaño del contenedor en el que se encuentra tu planta.
3) Añade una palada o un cubo de compost, así como uno o dos puñados de cuerno triturado a la tierra extraída y mezcla bien.
4) Saca el plátano de la maceta y colócalo en el centro del hoyo, asegurándote de que la parte superior del cepellón quede al nivel del suelo. Es preferible una plantación ligeramente más alta que el suelo, ya que el nivel bajará después del asentamiento y el riego.
5) En zonas ventosas, instala un tutor (al mismo tiempo que el cepellón) en el lado opuesto a los vientos dominantes y ata el tronco sin apretarlo, utilizando un lazo flexible.
6) Riega abundantemente, incluso si está lloviendo. De 10 a 15 litros desde la plantación son beneficiosos.
7) Aplica mantillo alrededor, con un grosor de unos diez centímetros (paja, cortes de césped, BRF, paja de lino, cortezas de cacao o cualquier otro mantillo orgánico de tu preferencia).
→ Posteriormente, controla el riego para que el suelo no se seque y tu plátano se establezca bien. Si es necesario, riega abundantemente una vez por semana en lugar de hacerlo con frecuencia y en pequeñas cantidades. De adulto, se contenta con las lluvias naturales. No es necesario fertilizar artificialmente tu plátano, pero asegúrate de reponer regularmente el mantillo orgánico durante los primeros años.

Hermosas ramas entrelazadas (Platanus acerifolia)
Tamaño y mantenimiento
El plátano soporta perfectamente la poda y muchos ejemplares se podan severamente para reducir su resistencia al viento. Sin embargo, las podas repetidas pueden convertirse en puertas de entrada para ciertos patógenos, entre los más comunes están la antracnosis y el cancro colorado. Un insecto conocido como Tigre del Plátano (Corythucha ciliata) también puede atacar las hojas y debilitar al árbol, provocando su muerte en los casos más graves.
Poda de mantenimiento
El plátano no requiere un mantenimiento ni una poda especiales. Si es necesario, en invierno y en ejemplares jóvenes fácilmente accesibles, elimina las ramas mal orientadas que crecen hacia el interior, así como la madera muerta, para dar forma a su silueta. En ejemplares adultos y muy grandes, puede ser necesario cortar algunas ramas para limitar la resistencia al viento. En este caso, recurre a un podador profesional. Solo él está equipado y capacitado para realizar una poda razonada y bien ejecutada en estos ejemplares.
Poda en parasol
El plátano se presta bien a la poda en parasol o en carpa de jardín para protegerse del sol. Intervén nuevamente en invierno para identificar claramente la arquitectura de las ramas.
1) Deja crecer el tronco hasta la altura deseada.
2) Corta todas las ramas secundarias que salen del tronco hasta la altura definida. Utiliza herramientas afiladas y limpias.
3) Selecciona las ramas principales. Elige entre 5 y 7 ramas entre las que crecen más horizontalmente, asegurándote de que su distribución sea lo más equilibrada posible, y elimina las demás junto al tronco.
4) Corta la copa o la flecha del árbol en diagonal para evitar que el agua se estanque en el corte.
5) En las ramas principales, corta todas las ramas pequeñas que crezcan verticalmente o estén mal colocadas.
6) Posteriormente, elimina las nuevas ramas que crezcan hacia arriba o hacia abajo para fomentar que las ramas principales se alarguen y engrosen, así como los retoños que intenten formar una nueva flecha en la parte superior del tronco.
→ Ten en cuenta que necesitarás un poco de alegría de la casa antes de obtener un parasol de buen tamaño y realmente funcional.
**Enfermedades y parásitos potenciales del plátano**
La antracnosis
Más resistente que sus primos, Platanus (x) acerifolia puede, no obstante, verse afectado por la antracnosis. Esta enfermedad criptogámica se debe a un hongo, el Gnomonia vegeta, que puede atacar todas las células del árbol. Se desarrolla preferentemente en primavera, bajo el efecto del frescor y la humedad, y tiende a hacerse más discreta cuando regresan el calor y la sequía, teniendo al final poca incidencia preocupante en ejemplares adultos. Las regiones como las del entorno mediterráneo ofrecen condiciones menos favorables para el desarrollo de este hongo. Cuando está afectado, las hojas del plátano se vuelven marrones y caen prematuramente. A veces, algunas ramas pueden marchitarse. Los ejemplares adultos producen un nuevo follaje gracias a un clima más seco y cálido. Para limitar la aparición y el desarrollo de la antracnosis, evita los aportes importantes de abonos nitrogenados que debilitan los tejidos y abstente de regar el follaje. Recoge las hojas y deshazte de ellas para no correr el riesgo de crear un ciclo de contaminación. En los ejemplares jóvenes, un tratamiento con cobre o una decocción de cola de caballo pueden realizarse como medida preventiva.
→ Para saber más, consulta nuestro artículo sobre la Antracnosis.
El cancro colorado del plátano
El cancro colorado del plátano es una afección mucho más dramática y causa la muerte y la tala de numerosos árboles cada año, hasta el punto de que se emite un decreto prefectoral en los departamentos donde se manifiesta. El responsable es otro hongo, Ceratocystis platani, que se aloja en los vasos y se alimenta de la savia de su huésped. Así obstruidos, estos vasos ya no pueden transportar la savia, lo que provoca el secado de la planta y su muerte. Muy contagiosa, esta enfermedad se propaga rápidamente a la población circundante. Las señales que deben alertar aparecen en forma de lesiones en el tronco y las ramas de color azul negro o violeta, apodadas «flemas azules». La corteza se seca, el follaje amarillea y el árbol acaba muriendo en apenas unos meses. Incurable, esta enfermedad debe llevar a talar el árbol lo más rápido posible, asegurándose de tomar medidas de protección para no contaminar los árboles vecinos. Para prevenir la aparición de esta enfermedad, conviene desinfectar las herramientas antes de cualquier intervención y evitar cualquier herida que represente una puerta de entrada para el patógeno.
El tigre del plátano
Corythucha ciliata es un insecto conocido bajo diferentes nombres: tigre del plátano, piojo del plátano o chinche reticulada del plátano. Mide de 3 a 4 milímetros de largo y es de color blanco crema. Sus alas transparentes son blancas y parecen tejidas con hilo como un bordado. Una mancha negra es visible en las alas anteriores. Este insecto ama los tiempos cálidos y secos, por lo que actúa más particularmente a finales de primavera y en verano. La hembra pone numerosos huevos, principalmente a lo largo de la vena central de las hojas. Una vez eclosionadas, las larvas que se alimentan de la savia se dispersan por el follaje. Los síntomas pueden manifestarse como una decoloración de las hojas que amarillean y pueden acabar cayendo, y una producción aumentada de melaza que cae de las ramas. Debilitado, el árbol se vuelve más sensible a otros patógenos, en particular a la antracnosis y al cancro colorado. Si bien existen tratamientos químicos, en Promesse de Fleurs te animamos a optar primero por soluciones más respetuosas con el medio ambiente. El uso de nematodos (Steinernema) y de crisopas (Chrysoperla), ambos depredadores del tigre del plátano, dan buenos resultados curativos. Para prevenir el desarrollo de este insecto, retira, entre otras cosas, a finales de otoño las placas de corteza que se despegan para evitar que el insecto se refugie bajo ellas en la mala estación.
→ Para saber más, lee nuestro artículo sobre el tigre del plátano.
Multiplicar
El plátano se multiplica fácilmente por esquejes. Procede en otoño, hacia el mes de octubre.
1) Toma esquejes con cilio. Se trata de un trozo de rama del año de unos 20 cm, «aoûté» (es decir, que ha comenzado a lignificarse y a transformarse en madera más dura) en cuyo extremo conservas un pequeño trozo de corteza en el lugar donde estaba unido.
2) Planta tu esqueje en un contenedor lo suficientemente profundo como para enterrarlo en 2/3 de su longitud.
3) Utiliza un sustrato ligero y filtrante, compuesto por tierra y arena gruesa a partes iguales.
4) Riega abundantemente, sin molestar el esqueje.
5) Coloca bajo cubierta hasta el otoño siguiente.
6) Trasplanta a una maceta individual y deja crecer tu nueva planta durante otro año, luego plántala en terreno abierto en el otoño siguiente.
Associar
El plátano es un árbol majestuoso que, si se le deja crecer libremente, alcanza dimensiones impresionantes. De hecho, ¡puede llegar a medir entre 30 y 40 metros de altura! Por lo tanto, su uso está recomendado para parques y jardines muy grandes, donde puede ser plantado aislado como un ejemplar destacado o en alineación para enmarcar un gran paseo.
Árbol de sombra por excelencia, a veces se poda en forma de parasol para crear una zona donde descansar o almorzar protegido del sol intenso. De esta manera, se puede mantener en proporciones más razonables. Por último, Platanus acerifolia ‘Alphen’s Globe’ es una variedad que podríamos calificar de enana, ya que alcanza unos diez metros de altura. Su copa se desarrolla en forma de bola, aportando un toque algo formal al jardín.
Puedes plantar grandes extensiones de bulbos de floración precoz bajo tu plátano para crear un tapiz de colores de gran efecto. Narcisos, tulipanes, ajo de oso y ciclamen coum iluminan la primavera con sus corolas vibrantes. Para el verano y el otoño, considera los ciclamen de Nápoles o los Cyclamen cilicicum.
En cuanto a viváceas, algunos geranios como Geranium macrorrhizum o Geranium nodosum crecen sin problemas bajo la sombra de los grandes árboles, al igual que el Pachysandra terminalis (en suelos no demasiado secos), la vinca o la hiedra.
En un jardín más formal, ¿por qué no probar con bambúes enanos como los Sasa o los Pleioblastus? O, si el suelo permanece fresco, considera Hosta, helechos o Hakonechloa.

Un Platanus hispanica ‘El Gordo’ con bambúes: Pseudosasa japonica arriba y Pleioblastus chino ‘Elegantissimus’ abajo
En cuanto a arbustos, las Hydrangea aprecian la sombra proporcionada por su vecino, al igual que los arces japoneses, andrómedas japonesas, Aucuba, camelias o Fatsia, teniendo en cuenta el tipo de suelo que puedas ofrecerles.
Las hojas del plátano se tiñen de amarillo en otoño. Refuerza este efecto con compañeros cuyo follaje se enciende en esta época, como arces, Ginkgo o Liquidambar para los árboles grandes, o azaleas mollis, evónimo alado, Hydrangea quercifolia, amelanchier, Cotinus o algunos cornejos en el caso de los arbustos.

El hermoso follaje del plátano en otoño está rodeado por el amarillo del Ginkgo biloba, el rosa oscuro del evónimo alado, el naranja brillante del Liquidambar y el marrón de un Hydrangea quercifolia
Aprovecha el aspecto decorativo de la corteza jaspeada del plátano para crear un paisaje invernal lleno de color. Acompáñalo con el blanco inmaculado de un abedul del Himalaya, el cobre ámbar de un Prunus ‘Amber Beauty’, la corteza canela de un Acer griseum, el caoba de un árbol de cobre o la corteza también jaspeada de un Stewartia pseudocamellia. Completa con las ramas amarillas, rojas o naranjas brillantes de algunos cornejos de madera decorativa y algunos pies de helleboros para una floración en pleno invierno.

Cuadro invernal con la corteza ámbar de un Prunus ‘Amber Beauty’, blanca de un abedul Betula utilis jacquemontii, exfoliada de un Acer griseum. Añade las ramas desnudas color llama de un Cornus ‘Winterflame’ y algunos pies de helleboros.
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