
Kalmia latifolia: plantar, cultivar y cuidar
Contenido
En pocas palabras
- En mayo-junio, se adorna con una multitud de flores de corola de una delicadeza sin igual
- Ama la sombra y la acidez: se desarrolla en media sombra y en tierra de brezo
- Mantiene todo el año su hermoso follaje perenne verde brillante
- De crecimiento muy lento, es en cambio muy resistente hasta -30°C
- Polivalente, se utiliza en macizos, aislado o en macetas
La palabra de nuestra experta
Si se conoce bien el Kalmia latifolia, remedio homeopático ampliamente utilizado para el tratamiento del dolor, el Kalmia, también llamado Laurel de montaña o Laurel americano, es un hermoso arbusto muy resistente e injustamente desconocido. El más conocido del género es el Kalmia latifolia, que cuenta con numerosos cultivares de colores variados. Su pariente, el Kalmia angustifolia, más compacto, no supera el metro de altura. Más discreto, el Kalmia microphylla es una especie enana, poco cultivada en nuestros jardines.
De abril a mayo, el Kalmia latifolia se cubre de una multitud de corimbos de capullos rosados que evocan pequeñas merengues, y que se abren en corolas de color rosa pálido a blanco, de una infinita delicadeza. Su hermoso follaje perenne verde brillante sirve de marco a esta floración fresca y generosa.
Original, ofrece ramilletes de flores luminosas en primavera e ilumina los rincones sombreados.
Más exigente que su primo el Rododendro, es como él acidófilo y necesita una tierra de brezo, suelta y fresca para prosperar.
Este habitante del sotobosque se muestra complaciente en suelo ligero, ácido, fresco pero bien drenado, donde crece muy lentamente a la sombra de los árboles, protegido de los vientos fríos y de la humedad estancada.
Con su tamaño moderado, su porte tupido y compacto, se adapta a todo tipo de usos. Es maravilloso en un macizo de viváceas, aislado o incluso en maceta en una terraza sombreada. Es el compañero ideal de las plantas de tierra de brezo como los Rododendros, Azaleas, Camelias, Brezo, Hortensias, Andrómedas…
Notablemente florífero, con su follaje perenne, el Kalmia se cuenta entre los más bellos arbustos de tierra de brezo. ¡Descubre nuestra amplia gama y déjate seducir por su floración singular!
Botánica
Documento de identidad
- Nombre latino Kalmia
El Kalmia es un arbusto de hoja perenne que pertenece a la familia de las Ericáceas, como el Brezo y el Rododendro. También llamado Laurel de América o Laurel de montaña, es originario de los bosques, pantanos y praderas de América del Norte. El género incluye siete especies, siendo la más conocida el Kalmia latifolia que alcanza 2 a 3 m de altura en nuestros jardines y cuenta con numerosos cultivares de colores variados. Su pariente, el Kalmia angustifolia, más compacto y de porte redondeado, no supera el metro de alto por un metro de ancho. Menos espectacular, el Kalmia microphylla es una especie enana (10 a 30 cm de alto) que prefiere zonas húmedas y pantanosas.
El Kalmia es un hermoso arbusto de porte tupido y algo erguido, más o menos ramificado según las especies, que puede alcanzar 2 a 3 m de alto por un ancho similar (cerca de 10 m en su hábitat natural). Su tronco a veces se vuelve tortuoso, especialmente con la edad. La madera, muy dura de sus ramas, era muy apreciada antiguamente, especialmente para la fabricación de cucharas de madera, de ahí su apodo en inglés «Spoonwood».
Un poco perezoso al establecerse, el Kalmia luego se compensa con su longevidad: ¡algunas plantas madre rondan los 60 años! Sus raíces finas y superficiales se desarrollan muy lentamente en el suelo. Por ello, es ideal para pequeños jardines y jardines urbanos, e incluso puede cultivarse en maceta en una terraza. Habrá que esperar muchos años para verlo formar verdaderos matorrales (crece más o menos 1 m en diez años). ¡Una paciencia recompensada por su floración realmente única!

Kalmia latifolia: lámina botánica
¡Su floración primaveral es un encanto! El Kalmia se cubre por completo, entre mayo y junio, de espléndidas flores de un diseño muy original. Una singularidad que ha convertido a la flor del Kalmia latifolia en el emblema de los estados de Connecticut y Pensilvania.
Procedentes de yemas florales plisadas, rosa oscuro o rojo vivo, las flores que parecen pequeños tulipanes de azúcar, se abren en copas planas, muy abiertas o campanuladas, de 2 a 2,5 cm de diámetro formadas por 5 pétalos que se despliegan alrededor de un centro bordado de estambres púrpura o dorados. Se agrupan en los extremos de las ramas en racimos generosos que pueden portar hasta un centenar de flores. De una infinita delicadeza, estas corolas un poco cerosas, se presentan en todas las tonalidades del rosa, desde el blanco rosado, rojo, rosa pálido hasta el rosa violáceo en degradé con el revés más oscuro, evocando la porcelana. Según las variedades, estas campanillas adquieren al madurar un tono más oscuro o están veteadas con bandas radiadas como en el Kalmia latifolia ‘You Can’. Algunas nuevas obtenciones como el Kalmia latifolia ‘Tad’ incluso poseen flores de un sorprendente color chocolate.
Una floración exquisita que dura un buen mes y se escalona: los botones florales bellamente acanalados como pequeñas merengues, conviven con las flores ya abiertas creando un feliz contraste. Sin perfume, compensan ampliamente esta falta con su notable floribundidad.

Follaje, botón y flores
Tras la floración, aparecen frutos en forma de cápsulas globulares marrones que persisten en invierno.
El Kalmia ofrece un hermoso follaje gráfico y elegante todo el año. Forma matas tupidas interesantes por su follaje persistente, algo similar al del Rododendro o el Laurel. Su follaje está compuesto por pequeñas hojas barnizadas de 3 a 8 cm de largo, coriáceas y gruesas. Simples, alternas u opuestas, lanceoladas o elípticas según las variedades, componen un fondo de verdor permanente verde intenso y brillante. Las ramas de algunas variedades como el Kalmia latifolia ‘Pinkobello’ adquieren tonalidades rojizas que contrastan bellamente con el follaje.
A pesar de un follaje grueso y una mata robusta, el Kalmia teme tres cosas: el sol directo, los vientos fríos y la caliza.
En la naturaleza, este arbusto de tierra de brezo prospera en lugares de media sombra, en bordes de sotobosque donde la luz del sol es filtrada por los árboles. Aprecia una exposición al sol, unas horas por la mañana o al final del día.
Si tolera una ligera brisa marina, es imprescindible plantarlo junto a un muro o bajo árboles, protegido de los vientos fríos y secantes para preservar su follaje persistente. En cambio, no teme al frío. El Kalmia es perfectamente resistente y soporta bien temperaturas de hasta -30°C, a veces más, siempre que se plante en situación protegida.
El Laurel de montaña se adapta bien en toda Francia, con preferencia por el clima oceánico, fresco y lluvioso: le gusta la frescura y una alta humedad ambiental.
Si el Kalmia es un arbusto poco exigente, es muy selectivo con la naturaleza del suelo. Si el suelo no le conviene, se marchitará. Como su primo el Rododendro, el Kalmia es un arbusto de brezo que necesita imperativamente una tierra ácida, más bien fresca, húmeda pero bien drenada, y no calcárea. Muy sensible al exceso de agua, teme la humedad estancada de tierras pesadas y asfixiantes.
El género Kalmia está dedicado a Piehr Kalm, célebre botánico sueco del siglo XVIII, uno de los primeros en explorar la flora en algunas partes de América del Norte.
Muy versátil, el Kalmia se utiliza tanto en setos libres con otros arbustos de tierra de brezo, como en macizos con viváceas, aislado e incluso en maceta: planta las variedades altas en un emplazamiento protegido para formar un seto libre o vestir un muro, acompañado de Rododendros, Camelias, Azaleas, Andrómedas o Enkianthus. También será un compañero ideal para Brezos, Hortensias, Arces japoneses y Magnolias. Su crecimiento muy lento y las dimensiones modestas de algunas variedades permiten plantarlo en maceta: será un bonito elemento decorativo todo el año con su follaje persistente verde y brillante.
Especies y variedades
El género Kalmia incluye siete especies de tamaño y color de flores variables. Si en el comercio encontramos el Kalmia angustifolia, compacto, más ancho que alto, la especie más cultivada en nuestros jardines y sobre todo la más conocida es el Kalmia latifolia, que cuenta con numerosos cultivares de tonos variados de rosa, la mayoría procedentes de obtenciones norteamericanas.

Kalmia latifolia Minuet
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1 m

Kalmia latifolia - Laurel de montaña
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 2 m

Kalmia latifolia You Can
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 2 m

Kalmia latifolia Olympic Fire
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1 m

Kalmia latifolia Peppermint
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1,50 m

Kalmia latifolia Tad
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1 m

Kalmia latifolia Ewa
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1,30 m

Kalmia latifolia You Can
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 2 m

Kalmia latifolia Minuet
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1 m

Kalmia latifolia Olympic Fire
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 1 m

Kalmia latifolia Elf
- Periodo de floración Junio, Julio
- Altura en la madurez 75 cm
- Kalmia angustifolia f. ‘rubra’ o Laurel de oveja: es una variedad más pequeña (0,80 cm) con flores rojo púrpura oscuro que aparecen un poco más tarde, en junio-julio.
- Kalmia latifolia ‘Ostbo Red’: su follaje verde brillante sirve de marco a las yemas rojo vivo, y luego a las flores rosa pálido. Muy compacto.
- Kalmia latifolia ‘Carousel’: con flores blancas rayadas de rojo y dibujos complejos.
- Kalmia latifolia f. fuscata ‘Freckles’: un anillo canela púrpura marca el interior de la corola blanca.
Más información Kalmia - Laurel de montaña
Plantación del Kalmia
¿Dónde plantar?
El Kalmia necesita sombra y acidez para prosperar. Teme el sol abrasador y, aún más… los vientos helados que dañan su follaje. Son muchos los factores a tener en cuenta al instalarlo en el jardín.
Este arbusto se adapta a casi toda Francia, excepto quizás al sur del Loira, porque teme el sol abrasador en regiones cálidas. Prefiere un suelo que permanezca fresco. Tiene predilección por los climas frescos y lluviosos, como el de Bretaña, donde se muestra muy vigoroso. En la naturaleza, la mayoría de las plantas de tierra de brezo crecen en sotobosques o en el borde de sotobosques, donde la humedad es elevada. Puede tolerar una exposición soleada de algunas horas por la mañana o al final del día.
Se cultiva en un rincón sombreado del jardín, protegido del sol directo, junto a un muro o bajo la sombra tamizada de grandes árboles. Evita la sombra demasiado densa, necesita luz para florecer bien. Idealmente, le gustan las exposiciones oeste, suroeste o noroeste.
Muy resistente, el Kalmia no teme al frío, soporta hasta -20°C y tolera el aire marino, pero teme las tormentas y los vientos fríos que queman su follaje persistente: es necesario plantarlo protegido de corrientes de aire frío.
Fácil de cultivar, el Kalmia es sin embargo exigente con la naturaleza del suelo: ¡necesita acidez! Es una acidófila que requiere un suelo ácido, imprescindiblemente cercano a la tierra de brezo y no calcáreo para desarrollarse.
También teme los suelos pesados, compactos, asfixiantes y crece en terrenos frescos, incluso húmedos, pero donde el agua nunca se estanca: el Kalmia es muy sensible al exceso de agua, evita por tanto las zonas inundadas, especialmente en invierno. El exceso de agua favorece la contaminación por Phytophthora, un hongo tellúrico, cuyo ataque puede matarlo de manera tan súbita como radical.
Si tu suelo es demasiado calcáreo y/o demasiado pesado, es mejor mejorarlo con un aporte de tierra llamada de brezo o… simplemente renunciar a contrariar la naturaleza del Kalmia. Opta mejor por un arbusto menos exigente con la naturaleza del suelo, a riesgo de tener que hacer aportes frecuentes de tierra de brezo, obteniendo como única recompensa un ejemplar enfermizo y sensible a los ataques de hongos.
Puedes optar por un cultivo en maceta. Su pequeño desarrollo permite perfectamente este tipo de uso. Estará a gusto durante muchos años en una amplia maceta llena en dos tercios de tierra de brezo y un tercio de buena tierra de jardín no calcárea, siempre húmeda.
Muy versátil en el jardín, el Kalmia se utiliza tanto en macizos con viváceas, en el borde de sotobosques, en setos libres, como aislado o en maceta en una terraza sombreada. Planta las variedades más altas en un lugar boscoso y protegido, para formar un seto; las plantas bajas como el Kalmia latifolia ‘Minuet’ en rocallas frescas o en bordillos de platabandas expuestas a media sombra. De crecimiento muy lento, es un arbusto poco voluminoso, ideal para pequeños jardines o jardines urbanos.
¿Cuándo plantar?
El Kalmia se puede plantar todo el año, evitando las épocas de heladas y sequía. Idealmente, para favorecer su arraigo, se prefiere una plantación en otoño, de septiembre a noviembre en regiones cálidas, preferiblemente en primavera, en abril-mayo, en el resto del país.
¿Cómo plantar?
¡La plantación es la etapa crucial! El secreto está en la calidad del suelo.
- Evita la tierra calcárea: no sobreviviría. Si aún así quieres intentar su cultivo: sustituye la tierra extraída por una mezcla de tierra de brezo, compost de hojas y turba. Los suelos calcáreos provocan en estos arbustos un amarilleamiento del follaje llamado clorosis que a menudo acaba por matarlos. También puedes forrar el fondo y los lados con un fieltro vegetal que impida la ascensión de cal.
- Evita las zonas donde el agua se estanca: añade grava o pozzolana o una buena capa de bolas de arcilla en el fondo del hoyo para asegurar un buen drenaje (sus raíces no toleran la humedad estancada, especialmente en invierno, y son muy sensibles a los ataques del hongo Phytophthora).
- Cava un hoyo de 5 a 10 veces más ancho que el cepellón y 50 cm de profundidad.
- Planta el arbusto a nivel del collar, en una mezcla compuesta idealmente por 1/5 de tierra franca mezclada a partes iguales con turba, tierra de brezo, tierra de hoja para macetas y pozzolana.
- Extiende un mantillo orgánico de corteza de pino de 8-10 cm o planta pequeñas viváceas para proteger la base y limitar los riegos: le gusta que sus raíces se mantengan frescas durante el verano.
- Riega regularmente con agua no calcárea (agua de lluvia), pero sin excesos, las primeras semanas tras la plantación para mantener el suelo húmedo y fresco. Durante el primer año de plantación, en verano y especialmente en caso de sequía, riega abundantemente.
Cultivo en maceta
El Kalmia es un arbusto que se adapta muy bien al cultivo en maceta. Te recomendamos que optes por variedades enanas como el Kalmia latifolia ‘Minuet’. Prepara indispensablemente una mezcla fresca, muy drenante, a base de tierra de brezo auténtica y compost bien descompuesto, ya que no tolera la humedad estancada. Elige un contenedor grande de unos treinta litros (30 a 40 cm de diámetro) y coloca una capa de grava o bolas de arcilla en el fondo. En macetas, no soportará la sequía, aunque sea momentánea. El Kalmia necesita agua todo el año y, si está cultivado en maceta, será indispensable un control más frecuente del riego. Extiende mantillo o planta pequeñas viváceas como ciclámenes enanos para mantener la frescura.
Mantenimiento, poda y cuidados
Un Kalmia bien establecido requiere pocos cuidados para mantener su buena salud. Cada primavera, al final del invierno, puedes, para mantener la fertilidad del sustrato, incorporar un poco de compost mediante un escardado superficial alrededor de la base. También es posible aportar un fertilizante especial para tierra de brezo.
Extiende luego una capa de acolchado orgánico (corteza o agujas de pino, tapiz de hojas), renovado cada año, para mantener sus raíces frescas durante las calores estivales.
El Kalmia necesita agua en verano pero teme el exceso de agua en invierno. En verano: riega 2 o 3 veces al mes, no más, con agua no calcárea. Para este intolerante al calcio, prefiere el agua de lluvia.
De crecimiento lento, no necesita poda. Intervén solo para eliminar eventuales ramas muertas o para realizar un ligero rejuvenecimiento con el fin de mantener un porte equilibrado. Elimina las flores marchitas después de la floración para evitar la formación de semillas que agotan la planta.
Posibles enfermedades
Cultivado en buenas condiciones, el Kalmia muestra poca sensibilidad a las enfermedades y los parásitos.
Principalmente teme las enfermedades criptogámicas, causadas por hongos. Estos problemas generalmente provienen de un suelo mal drenado o de humedad estancada a nivel de las raíces. Su principal enemigo: el Phytophthora, un hongo telúrico cuyo ataque puede matarlo de manera tan repentina como radical.
El Phytophthora, literalmente «destructor de plantas» en griego, se desarrolla bien en condiciones de humedad persistente favorecidas por riegos demasiado frecuentes. El follaje se decolora, se vuelve marrón o rojizo, luego se seca. La planta muere rápidamente. No existe un método de control, pero estos problemas son raros si se siguen los consejos de cultivo: plante en suelo sano, evite el exceso de agua en el suelo y mejore el drenaje. Si, a pesar de estas precauciones, el ataque ha ocurrido: arranque las plantas afectadas y retire la tierra que rodea sus raíces. Nunca vuelva a plantar especies sensibles en el mismo lugar.
Intolerante al calcio, las hojas del Kalmia se decoloran y amarillean en caso de exceso de calcio (clorosis). La responsable puede ser simplemente el agua de riego. Riegue únicamente con agua de lluvia.
Propagación
- Por esquejes semi-leñosos
Después de la floración, en julio-agosto, toma ramas semi-leñosas o semi-maduras de 10 a 20 cm (es decir, a partir de tallos que han crecido en primavera y comienzan en julio-agosto su transformación de madera blanda a madera dura). Plántalos en un sustrato ligero y drenante. Humedece regularmente los esquejes con un pulverizador. Transplántalos a macetas tan pronto como hayan formado raíces. Protégelos del frío durante el invierno: una temperatura constante de al menos 20°C es esencial para un enraizamiento en 8 a 10 semanas. Plántalos en terreno abierto la primavera siguiente, si el desarrollo radicular es suficiente.
- Por esquejes herbáceos
Los esquejes herbáceos generalmente se realizan en primavera, en mayo. Corta un tallo debajo de una hoja o de un brote. Elimina las hojas de la base. Plántalos en macetas o cajitas en un sustrato compuesto de tierra de jardín y arena de río. Humedece regularmente los esquejes y mantenlos bajo cubierta con una temperatura de al menos 20°C. Trasplántalos a macetas individuales, y luego a terreno abierto cuando el sistema radicular esté suficientemente desarrollado. Puede que sean necesarios varios inviernos.
- Por acodo
Si el acodo es el método menos laborioso para multiplicar el Kalmia, hay que armarse de alegría de la casa: el desarrollo radicular es muy lento. En agosto, dobla una de sus ramas inclinándola hacia el suelo, enterrando una parte para que enraíce. Apoya la parte aérea. En otoño o la primavera siguiente, podrás separar el acodo de la planta madre cuando tenga suficientes raíces, cortando el tallo en el punto donde se entierra en el suelo.
Asociar el Kalmia
Muy versátil, el Kalmia se puede utilizar tanto en un seto libre con otros arbustos de tierra de brezo, como en macizos con viváceas, aislado e incluso en macetas: planta las variedades altas en un lugar protegido para formar un seto libre o decorar un muro, junto a Rododendros, Camelias, Azaleas, o Enkianthus. También será un compañero ideal para las Brezos, Hortensias, Hydrangeas, Arces japoneses, Magnolias o Andrómedas, Sarcococas, Dafnes o Skimmias.

Combina el Kalmia rosa pálido con el Magnolia Fairy Blush® (Michelia híbrido) o el Magnolia sieboldii
Su crecimiento muy lento y las dimensiones modestas de algunas variedades permiten plantarlo en macetas: será un bonito elemento decorativo durante todo el año con su follaje perenne verde y brillante.
→ Descubre más ideas para combinar con el Kalmia en nuestra ficha de consejos!
Recursos útiles
- Descubre nuestros consejos para cultivar con éxito el Kalmia en macetas
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- 5 trucos para cultivar con éxito los arbustos de tierra de brezo: en nuestro blog, Michaël, nuestro Jardinero jefe, comparte sus secretos
Preguntas frecuentes
-
Tengo un suelo pesado y ligeramente calcáreo, ¿puedo instalar de todos modos un Kalmia?
¡Sí, pero no es fácil! El Kalmia es un arbusto de tierra de brezo, primo del Rododendro, que se desarrolla bien donde no hay caliza. Sus hojas pierden color y se vuelven amarillas en caso de exceso de caliza (clorosis). También teme las tierras pesadas, compactas, encharcadas, especialmente en invierno. Le gustan los suelos ligeros y frescos en verano. El exceso de agua favorece la contaminación por el Phytophthora, cuyo ataque puede matarlo de manera tan repentina como radical. Si tu suelo es demasiado calcáreo y/o demasiado pesado, opta mejor por un arbusto menos exigente en cuanto a la naturaleza del suelo, a riesgo de tener que aportar frecuentemente tierra de brezo y obtener, como única recompensa, un ejemplar enfermizo y sensible a las enfermedades.
Si, a pesar de esto, deseas intentar su cultivo, prepara el suelo con un sustrato compuesto a partes iguales de tierra de brezo o turba, mantillo y tierra vegetal, y cubre el fondo y los lados del hoyo con un tapiz vegetal que impida la ascensión de caliza.
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Lleva dos años plantado y mi Kalmia no echa retoños.
Es normal. El Kalmia es muy perezoso al establecerse: sus raíces se desarrollan bien muy lentamente en el suelo. Habrá que esperar muchos años para verlo convertirse en un arbusto verdadero, el retoño crece más o menos 1 m en diez años. ¡Una Alegría de la casa recompensada por su floración que es realmente única!
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Mi Kalmia murió repentinamente después de dos años, ¿por qué?
Existen varias explicaciones posibles. Ha muerto por exceso de agua, sus raíces no soportan la humedad estancada que favorece la proliferación del Phytophthora, un hongo cuyo ataque puede matarlo de manera tan repentina como radical. Está demasiado al sol: una luz tamizada es suficiente para su felicidad. Teme el sol abrasador, durante las horas más calurosas del día. Muévelo a media sombra, bajo un sol filtrado por árboles grandes.
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Mi Kalmia está languideciendo, pierde sus hojas que se vuelven amarillas antes de caerse. ¿Por qué?
El Kalmia aprecia ser alimentado cada año en la superficie con compost descompuesto y tierra de hoja para macetas, quizás el suelo sea demasiado pobre para él. Intolerante a la caliza, sus hojas pierden color y se vuelven amarillas en caso de exceso de caliza (clorosis). La responsable puede ser simplemente el agua de riego. Riega únicamente con agua de lluvia.
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