Es una de las hierbas aromáticas más conocidas y utilizadas, tanto en nuestros platos como en medicina natural: el tomillo, llamado cariñosamente farigoule en el sur de Francia, es una vivácea que aprecia los suelos pobres y el calor. Para poder disfrutar de sus beneficios y su aroma durante todo el año, el secado resulta ser el mejor método de conservación. Aquí tienes nuestros consejos para secar el tomillo, conservarlo, utilizarlo en cocina o por sus numerosas propiedades.

Recoger el tomillo para el secado

El tomillo se puede recolectar todo el año, ya que sus hojas son persistentes, pero su aroma y principios activos estarán más desarrollados al inicio de la floración en primavera (de marzo a junio, según las regiones).

Por lo tanto, idealmente será en este periodo o justo antes de la floración cuando se recolecte para el secado.

Cosecha el tomillo por la mañana, después de que se evapore el rocío y en un día soleado, para un secado óptimo.

Para recolectarlo, basta con cortar con unas tijeras de podar o unas tijeras los tallos a un tercio de su longitud (unos 10 a 15 cm), privilegiando los brotes verdes del año para favorecer el rebrote.

Todas las variedades de tomillo son aptas para el secado: el tomillo limón, el tomillo, el tomillo de naranja, el tomillo oficinal, el tomillo de Provenza, …

secar y conservar el tomillo

Dos métodos para secar el tomillo

Sea cual sea el método elegido, lava previamente los tallos con agua clara y escúrrelos en un paño, para eliminar el máximo de agua y facilitar el secado.

El secado al aire libre

Esta técnica de secado es más larga, pero 100% natural y económica. El secado suave gracias al calor y la aireación permite además conservar al máximo los aromas y principios activos de la planta.

  • Agrupa los tallos en pequeños ramilletes de una decena de brotes, atados con un hilo sin apretar demasiado, para permitir una buena aireación.
  • Cuélgalos boca abajo en un lugar seco y oscuro. Si no es posible encontrar un lugar sin luz, envuelve los ramilletes en una bolsa de papel previamente agujereada.

También es posible extender los tallos sobre papel de periódico, en una caja…

El tiempo de secado dependerá de las condiciones ambientales. Calcula de una a 2 semanas para un secado completo. Una vez secas, las hojas se desmenuzan fácilmente entre los dedos.

Las flores de tomillo pueden secarse de la misma manera, pero al ser más frágiles y sus aromas más volátiles, te recomendamos más bien un consumo fresco.

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El secado en el horno

El secado del tomillo en el horno es un método rápido, pero que puede deteriorar más los aceites esenciales y alterar el aroma de la planta.

  • Coloca los tallos sobre una bandeja cubierta con papel sulfurizado o de aluminio, asegurándote de no superponerlos.
  • Colócalos en el horno a 50°C.
  • Entreabre la puerta para dejar escapar la humedad.
  • Verifica regularmente la evolución del secado.

Calcula unas horas para un secado completo, que estará terminado cuando las hojas se desmenucen entre los dedos.

También es posible utilizar un deshidratador o proceder al secado del tomillo en el microondas, envolviendo los tallos en papel absorbente. Este método es sin embargo más delicado, ya que un secado un poco demasiado largo o mal controlado puede "cocinar" las ramas.

Conservar el tomillo seco

Después del secado, deshoja el tomillo para conservar solo las hojas. Si el secado es óptimo, basta con deslizar los dedos a lo largo del tallo para que se desprendan fácilmente.

Conserva las hojas en recipientes herméticos (tarros de vidrio, cajas de metal…).

También puedes conservar los ramilletes colgados.

El tomillo seco se conserva aproximadamente un año en un lugar oscuro y seco.

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Utilizar el tomillo seco

El tomillo se utiliza de múltiples formas en cocina: en el famoso ramillete de hierbas aromáticas, incorporado en salsas de tomate o marinadas, sobre verduras asadas, carnes o pescados a la parrilla, en ensaladas, en panes o pastas caseras, para aromatizar rellenos, espolvoreado sobre queso de cabra, en maceración en aceite, vinagre o miel e incluso en postres (combina deliciosamente, por ejemplo, con fresas o albaricoques).

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Preparar una infusión de tomillo

La infusión de tomillo es una bebida tónica y estimulante para el sistema inmunitario. Asociada a una cucharada de miel, zumo de limón y canela, es ideal para luchar contra los pequeños males del invierno.

El tomillo limón se utiliza a menudo en la preparación de infusiones, pero las otras variedades pueden ser igualmente adecuadas.

  • Pon una cuchara de café de tomillo en una taza de agua hirviendo.
  • Deja infusionar 10 a 15 min.
  • Filtra o retira el filtro de té.
  • Disfruta 2 a 3 veces al día.
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Los beneficios del tomillo

El tomillo se utiliza por sus numerosas virtudes naturales: antiséptico, antibacteriano, tonificante, desintoxicante y antiespasmódico.

Se recomienda en caso de afecciones de las vías respiratorias (en infusión o inhalación), infecciones urinarias, estrés y fatiga, bajada de las defensas inmunitarias, problemas de digestión o espasmos.

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