Tejos, tuyas del Canadá, cipreses, enebros…, las coníferas rivalizan en belleza y carpe para estructurar tu jardín o aportar un aire vacacional a tu balcón. Basta con tumbarse al sol cerca de tu resinoso favorito para respirar el aroma refrescante de la resina y sentirse relajado como en la orilla del mar. Las coníferas también tienen otras ventajas: ofrecen una paleta de formas y colores impresionante. Azules, verdes, amarillas, en forma de bola, parasol o pirámide, podadas en punta o en nubes…, dan rienda suelta a tu creatividad.
Muy fáciles de mantener, algunos tipos de coníferas se multiplican fácilmente gracias a la técnica de hacer esquejes, lo que permite obtener exactamente la misma conífera que el árbol original. Descubre nuestros consejos para lograr tus esquejes de coníferas y embellecer tu jardín con su porte elegante.

En bola, en pirámide, podadas en nube, verdes o azules, los atractivos de las coníferas son numerosos.
¿Qué coníferas se pueden esquejar?
Si para las coníferas de gran tamaño como los pinos y los cedros se utiliza la técnica de la siembra en lugar del hacer esquejes, la propagación por esqueje puede utilizarse con los abetos (preferiblemente enanos), los tejos, los chamaecyparis, las tuyas, las cryptomerias, los cipreses, los juniperus.

Chamaecyparis pisifera 'Filifera' (Foto Wikipedia), Thuya occidentalis 'Smaragd' y Cryptomeria japonica 'Vilmoriniana' (Foto Denolf)
¿Cuándo esquejar las coníferas?
El mejor momento para hacer esquejes de coníferas es a finales del verano y principios del otoño, alrededor de los meses de agosto y septiembre.
¿Qué material se necesita?
- Un cuchillo
- Hormona de enraizamiento
- Sustrato o tierra
- Arena
- Una maceta con una profundidad de al menos 20 cm
- Una bolsa, botella o film de plástico
- Alambres o arcos si es necesario
¿Cómo esquejar las coníferas?
- Toma ramas sanas y semileñosas de 10 a 15 cm conservando en la base un trozo de corteza de 1 a 2 cm para realizar esquejes con talón. Esto permitirá que el esqueje arraigue mejor en la tierra y desarrolle raíces más fácilmente. Puedes tomar la rama arrancándola delicadamente del tronco o cortándola con un cuchillo bien afilado y desinfectado.
- Elimina las agujas u hojas en la parte inferior de la rama, de modo que las últimas hojas o agujas de la rama no estén en contacto con la tierra.
- Prepara una mezcla compuesta a partes iguales de turba o sustrato y arena y llena con este sustrato una maceta lo suficientemente grande.
- Riega lo suficiente para que la mezcla esté bien húmeda.
- Sumerge opcionalmente la punta del tallo en hormona de enraizamiento.
- Haz un agujero en el sustrato preparado y introduce los esquejes hasta 2/3 de su longitud, espaciándolos lo suficiente para que no se toquen.
- Compacta bien la tierra alrededor del esqueje.
- Coloca la maceta en un lugar luminoso pero sin sol directo.
- Cubre con una bolsa o film de plástico sujeto con alambres o arcos para practicar un esqueje al estrujado y mantener una atmósfera húmeda.
- Riega moderadamente y con regularidad para mantener la humedad y ventila de vez en cuando.
- Retira los esquejes que se pongan marrones.
- Cuando los esquejes tengan raíces, sepáralos y plántalos bajo un invernadero para protegerlos del frío durante todo el invierno.
- En primavera, o incluso en el otoño siguiente, según el tipo de conífera, puedes trasplantar tus esquejes en terreno abierto en una mezcla de sustrato y arena. Algunas coníferas, que crecen lentamente, requieren más tiempo para desarrollarse antes de ser trasplantadas a su ubicación definitiva.
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Esquejes de conífera a gran escala
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