Cactus zig-zag - Epiphyllum anguliger

Epiphyllum anguliger, el cactus zigzag, es una cactácea epífita original, apreciada por su follaje dentado, ondulado y colgante. A diferencia de los cactus clásicos, crece de forma natural en los bosques tropicales mexicanos, donde se desarrolla adhiriéndose a los árboles. Sus tallos planos y festoneados, de un verde vivo, le confieren una apariencia fuera de lo común. Puede producir grandes flores blancas y perfumadas, que se abren por la noche. Fácil de cuidar y resistente, es magnífico en suspensión o sobre un soporte elevado, en un interior luminoso.

El Epiphyllum anguliger, también llamado Cactus espina de pescado, pertenece a la familia de las Cactáceas y crece en los bosques húmedos de México, donde vive como epífito sobre los troncos y ramas de los árboles. A diferencia de las cactáceas del desierto, esta especie prefiere un medio más húmedo y sombreado, con un sustrato ligero. Desarrolla largos tallos aplanados, que alcanzan hasta 60 cm de longitud, con bordes profundamente lobulados, recordando la forma de un zigzag. Sus flores blancas o crema, a veces ligeramente rosadas, son grandes y espectaculares (hasta 10-15 cm de diámetro) y desprenden un aroma intenso al abrirse. Después de la floración, pueden aparecer frutos ovoides de color verde a amarillento, aunque son raros en cultivo interior.

El Epiphyllum anguliger se desarrolla bien bajo una luz brillante indirecta, idealmente cerca de una ventana orientada al este o al oeste, sin sol directo. Le gustan las temperaturas entre 18 y 24 °C, y debe mantenerse por encima de 10 °C en invierno. Su sustrato de cultivo debe ser ligero y drenante, compuesto por una mezcla para cactáceas. A diferencia de los cactus desérticos, requiere riego más regular, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo, pero sin excesos. La humedad ambiental de nuestros interiores le resulta adecuada.

Debido a sus tallos flexibles y colgantes, el Epiphyllum anguliger es perfecto en suspensión o sobre un soporte elevado, en un salón, una veranda o un baño luminoso. Una maceta colgante de cerámica o un macramé resaltará su porte colgante. Combina bien con otras plantas tropicales como las Tillandsia, los Philodendrons trepadores o el Rhipsalis, otro cactus epífito.