Un hermoso jardín lleno de plantas medicinales ya es muy bonito. Pero lo que es aún mejor es poder disfrutarlo para elaborar tus propias "pociones" caseras.

Entre las preparaciones fáciles de realizar, destacan especialmente los aceites de plantas. ¿Qué son? Se trata de la maceración de una planta en una base oleosa con el fin de extraer los principios activos vegetales liposolubles. Los macerados oleosos se utilizan generalmente con fines cosméticos, para la piel y el cabello, pero también en cocina y cuidados.

Esta técnica de extracción de principios activos, aunque requiere un poco de tiempo y planificación, es muy fácil de llevar a cabo.

Lo que necesitas para elaborar un aceite a base de plantas

Probablemente ya tengas todo el material necesario en tu cocina:

  • Un tarro de vidrio con su tapa, previamente esterilizado y bien seco

Para la filtración:

  • Un colador de malla muy fina
  • Un recipiente adicional, también esterilizado.

Para los ingredientes, necesitarás simplemente:

  • Una planta seca a elegir. Puede ser una planta entera, o una parte de ella (según la parte que concentre más principios activos). También se puede macerar una mezcla de plantas. La cantidad debe adaptarse al recipiente elegido.
  • Un aceite vegetal, preferiblemente virgen de primera presión en frío y ecológico.

¡Y eso es todo!

Hacer aceites de plantas

El material necesario para hacer aceites de plantas es sencillo

Pasemos ahora a la elaboración en sí.

¿Cómo hacer un macerado oleoso?

Elige la planta o la mezcla de plantas que quieras utilizar para elaborar tu aceite. Atención, la planta debe estar seca para evitar cualquier riesgo de fermentación durante la maceración. Si no lo está, tendrás que secarla primero, lo que suele llevar unos días.

  • 1ª etapa, la maceración

Llena completamente, pero sin apisonar, el tarro limpio y seco con la planta o la mezcla de plantas que hayas elegido, hasta 1 o 2 cm del borde. No escatimes en la cantidad de planta, es lo que te permitirá obtener una buena concentración de principios activos.

Cubre luego con el aceite vegetal, asegurándote de que ningún trozo de planta quede al aire. Puedes golpear ligeramente el lado del tarro para que suban las burbujas de aire que pudieran haber quedado atrapadas en el fondo.

Cierra el tarro y deja macerar la preparación durante varias semanas, normalmente de 4 a 6, a temperatura ambiente. Para algunas plantas, como el hipérico, se recomienda exponerlas a los rayos del sol. Para la mayoría de las demás plantas, es preferible colocar la preparación al abrigo de los rayos directos del sol.

Durante la fase de maceración, puedes agitar el tarro regularmente para mezclar bien la preparación.

  • 2ª etapa, la filtración

Después de varias semanas, tu aceite habrá adquirido más o menos color según la planta utilizada en la maceración. Solo te queda filtrarlo. Pero antes, asegúrate de esterilizar bien el tarro destinado a contener el aceite, para que se conserve en buenas condiciones.

Para la filtración, vierte la maceración en un colador fino para eliminar todos los trozos de plantas. Si no tienes uno, puedes usar un filtro de café, una estambre o incluso una media.

No dudes en presionar bien para recuperar la máxima cantidad de aceite.

Luego cierra el tarro y guárdalo al abrigo de la luz y el calor. En estas condiciones, tu preparación puede conservarse varios meses, hasta 6 meses.

Las etapas de la elaboración de aceites de plantas

¿Qué aceite elegir?

Para hacer un macerado oleoso, es preferible elegir un aceite estable, es decir, poco propenso a enranciarse con el tiempo y con un aroma bastante neutro.

El aceite más utilizado en este tipo de preparaciones es el aceite de girasol.

Pero otros aceites también pueden servir:

- El aceite de pepitas de uva es muy interesante porque, además de su aroma muy discreto, tendría propiedades antioxidantes.

- El aceite de oliva tiene un aroma un poco más marcado, pero totalmente aceptable.

- El aceite de almendras dulces, aunque más caro, sería especialmente adecuado para pieles delicadas.

Se pueden utilizar muchos aceites, explora las propiedades de cada uno según lo que busques.

Para el cuidado del cabello, generalmente se prefieren los aceites de oliva, almendras dulces o pepitas de uva.

Se pueden usar diferentes aceites para hacer un macerado oleoso

  • ¿Cómo saber si un aceite sigue siendo bueno?

El enranciamiento es el principal problema que puede surgir. Por eso, cuando uses tu aceite de plantas, huélelo primero para asegurarte de que aún está en buen estado. También se puede añadir vitamina E para alargar su vida útil.

¿Qué plantas?

Un macerado oleoso se puede hacer con hojas, flores o incluso raíces, según los principios activos que se quieran extraer.

Aquí tienes algunos ejemplos fáciles de hacer.

  • El aceite de caléndula elaborado con las flores de caléndula es conocido por ser cicatrizante y calmante para las irritaciones.
  • La milenrama también sería cicatrizante. En este caso, se utilizan las flores.
  • Las hojas de llantén tienen gran reputación para calmar picores, especialmente las famosas picaduras de ortiga tan irritantes.
  • La rosa antigua, Rosa gallica, es aliada de las pieles maduras. Además de su aroma, las flores ayudarían a prevenir arrugas y el envejecimiento cutáneo.
  • Para la zanahoria, se utiliza la raíz. Rica en caroteno, suele recomendarse para el cuidado de la piel.
  • Un aceite de flores de manzanilla romana podría calmar irritaciones y reducir la cuperosis.
  • La árnica, por último, es muy conocida para contusiones, golpes y hematomas.

Flores de Milenrama, Caléndula, Rosa galica, Árnica y Lavanda

Aunque estos aceites ya son interesantes por sí mismos, también puedes hacer mezclas. Por ejemplo, un aceite de hojas de romero y tomillo junto con flores de lavanda podría favorecer el crecimiento del cabello.

En resumen, las posibilidades son múltiples. ¡Anímate!