
Naranjo: ¿cómo identificar y tratar sus enfermedades y parásitos?
Consejos para reconocer, tratar y prevenir enfermedades y plagas de los naranjos
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El naranjo (Citrus sinensis) forma un hermoso árbol frutal de silueta armoniosa, apreciado por su floración perfumada y sus frutos grandes, sabrosos y jugosos. Particularmente sensible al frío, se cultiva en terreno abierto únicamente en la región mediterránea. En otras zonas, se adapta muy bien al cultivo en macetas, para disfrutar del sol en verano e invernar en un lugar cálido durante el invierno, idealmente en una veranda, un invernadero sin calefacción o un jardín de invierno. Con las condiciones de cultivo adecuadas, tu naranjo puede ser productivo. Sin embargo, ante el más mínimo descuido, puede volverse sensible a numerosas enfermedades, sin contar las plagas que aprovechan cualquier debilidad para fijarse.
Descubre las principales enfermedades fúngicas y parásitos a los que puede enfrentarse el naranjo y cómo remediarlos.
Para saber más: Limoneros, naranjos y otros cítricos: cómo plantarlos y cultivarlos en macetas o en el jardín.
¿Cuáles son los parásitos más comunes del naranjo?
Como muchos árboles frutales, el naranjo atrae a su cuota de pequeños visitantes no deseados. Estos parásitos, a menudo diminutos, pueden causar grandes daños si no se detectan y tratan a tiempo. Esto es aún más cierto si cultivas tu naranjo en macetas. En invierno, cuando está confinado en un invernadero o veranda, se muestra relativamente sensible a los ataques de insectos. Pero los naranjos cultivados en terreno abierto tampoco están exentos de enfermedades.
Los pulgones
Son sin duda las plagas más comunes en los naranjos. Estos pequeños insectos de cuerpo blando, generalmente de color negro o verde, pican las hojas, especialmente los brotes jóvenes, y chupan la savia. Secretan melaza de la que se alimentan las hormigas.
- Síntomas: las hojas del naranjo se enrollan, se deforman y amarillean, las yemas florales abortan, el crecimiento se debilita y existe riesgo de aparición de fumagina.
- Tratamiento: una pulverización de decocción de ajo o una mezcla de jabón negro y agua, posiblemente con aceite vegetal añadido, suele ser suficiente para eliminar estos intrusos. También se pueden introducir larvas de mariquitas o crisopas. En caso de ataque severo, puede ser necesario un insecticida natural a base de piretrina vegetal.
- Prevención: una vigilancia regular del naranjo permite actuar rápidamente.
Las cochinillas
El otro parásito temido del naranjo es la cochinilla, otro insecto chupador que se alimenta de la savia de los tejidos del árbol. Se presenta como pequeños escudos blancos, marrones o algodonosos, fijados en los tallos y hojas, generalmente en el envés o en la axila. Las cochinillas se desarrollan especialmente en atmósferas cálidas y húmedas.
- Síntomas: las hojas del naranjo se enrollan y ramas enteras acaban secándose.
- Tratamiento: los naranjos cultivados en terreno abierto pueden regarse con un chorro de agua potente que hará caer las cochinillas. Para los naranjos en maceta, primero se pueden raspar las zonas infestadas con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol a 90 °C y luego pulverizar una solución de jabón negro y aceite vegetal en un litro de agua.
- Prevención: nuevamente, es la vigilancia sistemática de tu árbol lo que te permitirá intervenir rápidamente. También es importante ventilar el invernadero o la veranda.
La minadora de los cítricos
La minadora de los cítricos (Phyllocnistis citrella) es un lepidóptero nocturno, de color blanco plateado, que da lugar a larvas amarillentas. Estas atacan las hojas, donde excavan galerías llamadas minas en forma de serpentina. Es una mariposa que aparece en abril, y varias generaciones pueden sucederse en una temporada. La minadora de los cítricos ataca principalmente a los naranjos en terreno abierto, en la región mediterránea y en Córcega.
- Síntomas: las hojas presentan minas de trazo plateado que luego se vuelven negras. Las hojas se arrugan, secan y caen. El crecimiento de los naranjos se ralentiza.
- Tratamiento: no existe un tratamiento eficaz para eliminar este insecto, pero las trampas de feromonas permiten capturar los machos y así limitar los apareamientos. De lo contrario, cuando una hoja está visiblemente atacada, se recomienda eliminarla.
Síntomas de presencia de la minadora de los cítricos
La mosca mediterránea de la fruta
Cuando el naranjo da frutos, hay que tener cuidado con la mosca mediterránea de la fruta (Ceratitis capitata), que pone sus huevos bajo la epidermis de los frutos. Al eclosionar, las larvas excavan galerías en las naranjas y se alimentan de la pulpa, dejando los frutos incomestibles.
- Síntomas: las naranjas están picadas y llenas de gusanos, por lo que no son consumibles.
- Tratamiento: la recogida regular de los frutos caídos y las trampas de feromonas para capturar los machos siguen siendo los métodos de tratamiento y prevención más eficaces.
Mosca mediterránea de la fruta
Ver también
La gomosis de los frutales de hueso¿Cómo identificar y tratar las enfermedades más frecuentes del naranjo?
Algunas enfermedades son más frecuentes en los arboricultores, pero tu naranjo en terreno abierto, más raramente en macetas, puede verse afectado. Cabe señalar que la enfermedad del dragón amarillo (Huanglongbing o Citrus greening), temible para los cultivos de cítricos, solo está presente en Asia, América y África, pero aún no en territorio europeo.
La gomosis por Phytophtora
Se trata de una enfermedad grave y temida, provocada por los hongos Phytophtora citrophtira o Phytophtora parasitica, que afecta al tronco y las raíces del naranjo, especialmente en la base del árbol. Esta afección suele ser causada por un exceso de humedad o malas condiciones de plantación, como un suelo mal drenado.
- Síntomas: esta enfermedad fúngica se manifiesta con exudaciones de goma ámbar, a veces acompañadas de grietas escamosas en la corteza. El árbol muestra luego signos de debilidad general con amarilleamiento del follaje, secado de las ramas, pudrición de los frutos y un crecimiento ralentizado.
- Tratamiento: en caso de infección, una poda y/o limpieza de las partes afectadas y la aplicación de un fungicida natural como la mezcla bordelesa pueden ayudar a contener la propagación natural.
- Prevención: es fundamental asegurar un buen drenaje del suelo y evitar cualquier herida a nivel del collar. Asimismo, la poda debe ser regular para eliminar las ramas enfermas, seguida de la aplicación de una pasta cicatrizante.
La fumagina
La fumagina o enfermedad del hollín es una consecuencia directa de la presencia de pulgones o cochinillas. Un hongo negro se desarrolla sobre la melaza, formando una capa de hollín en las hojas y los tallos. Bloquea la fotosíntesis.
- Síntomas: las hojas se vuelven pegajosas, luego amarillean. El crecimiento se ralentiza y el árbol pierde su estética.
- Tratamiento: consiste principalmente en eliminar los parásitos responsables. Luego, una simple limpieza con agua clara o un poco de jabón negro suele bastar para eliminar la capa negra.
El cancro de los cítricos
A veces llamado cancro cítrico, esta enfermedad se debe a la bacteria Xanthomonas citri. Particularmente grave, se propaga rápidamente por salpicaduras de agua, herramientas contaminadas o insectos. Afecta hojas, frutos y ramas.
- Síntomas: manchas parduscas y ligeramente hundidas en hojas, ramas y frutos. Estas lesiones suelen estar bordeadas por un halo amarillo. Las hojas caen, los frutos se deforman y caen prematuramente.
- Tratamiento: la lucha pasa por eliminar las partes afectadas y, en casos graves, retirar los árboles muy infectados para evitar la contaminación del resto del huerto.
- Prevención: es preferible evitar el riego por aspersión. Los naranjos también pueden protegerse del viento y es esencial usar herramientas bien desinfectadas.
El mal secco
Es una enfermedad fúngica causada por el hongo Phoma tracheiphila que afecta hojas, ramas e incluso el árbol entero.
- Síntomas: las hojas se decoloran, empezando por las venas, luego se marchitan y secan. Las ramas se deterioran. Al cortar, se observa una coloración naranja en la madera. En los casos más graves, el naranjo muere.
- Tratamiento y prevención: no hay tratamiento eficaz, por lo que todo depende de medidas profilácticas como desinfectar herramientas, podar y trabajar el suelo en tiempo seco, y prevenir heridas.
La moniliosis de los cítricos
La moniliosis es una enfermedad fúngica provocada por el hongo Monilinia que ataca principalmente los frutos. Es una enfermedad de clima húmedo.
- Síntomas: las naranjas desarrollan manchas marrones, cubiertas de un moho blanco. Las hojas amarillean y caen prematuramente.
- Prevención: es esencial, ya que los tratamientos son ineficaces y difíciles de aplicar en frutos. La prevención incluye cuidar las heridas del árbol con pasta cicatrizante, limitar la humedad, eliminar frutos momificados y podar partes infectadas.
El virus de la tristeza
Este virus, propagado principalmente por el pulgón pardo de los cítricos, es especialmente temible. Ataca los tejidos vasculares del árbol, perturbando la circulación de la savia.
- Síntomas: las hojas y frutos se enanizan y deforman, pueden presentar moteados, aparecen grietas en el tronco, el árbol se debilita y muere.
- Tratamiento y prevención: no existe tratamiento curativo una vez instalado el virus. La mejor estrategia es la prevención, mediante el uso de portainjertos resistentes y vigilancia para detectar rápidamente pulgones y limitar su presencia. Finalmente, hay que talar los árboles enfermos.
Prevención y buenas prácticas de cultivo
Al adoptar algunos gestos sencillos en el jardín, es posible evitar la mayoría de las enfermedades y limitar seriamente las invasiones de parásitos. Aquí tienes las buenas prácticas a adoptar a diario:
- Mantenimiento del suelo y riego controlado: Un suelo bien drenado, ni demasiado seco ni encharcado, es fundamental. El uso de un acolchado orgánico (como triturado de ramas u hojas secas) permite conservar la humedad sin excesos. Para el riego, es mejor regar menos frecuentemente, pero en profundidad, especialmente durante los períodos cálidos.
- Poda regular y aireación de las ramas: La poda favorece la circulación del aire y la penetración de la luz, dos factores que frenan naturalmente el desarrollo de hongos. También limita las zonas donde los parásitos pueden esconderse. Se debe privilegiar una poda suave a finales del invierno o principios de primavera, y no olvidar desinfectar las herramientas antes y después de cada uso.
- Vigilancia y detección temprana: Un pequeño recorrido regular alrededor de un naranjo permite detectar muy pronto los primeros signos de ataque.
- Uso de tratamientos naturales: En caso de necesidad, no faltan soluciones naturales: jabón negro contra pulgones y cochinillas, purín de ortiga o de cola de caballo para reforzar las defensas del árbol… Estos remedios suaves respetan el ecosistema del jardín y son tremendamente eficaces cuando se usan correctamente.
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