Cultivar el repollo y la col de Milán

Cultivar el repollo y la col de Milán

Consejos y trucos para un huerto productivo

Contenido

Modificado el 6 Agosto 2024  por Ingrid B. 8 min.

El repollo y la col de Milán son dos variedades de hortalizas apreciadas por su riqueza nutricional y su versatilidad en la cocina. Se pueden consumir crudos, en ensalada de col, rallados, en sopa, maceta, estofados, salteados al wok, fermentados o en chucrut. Son auténticos tesoros de vitaminas C, B6 y B9, fibra y minerales. Muy resistentes, aunque emblemáticos del invierno, se pueden sembrar y cosechar durante casi todo el año. Cultivar estas coles en el huerto puede parecer complicado, pero con las técnicas adecuadas, el éxito está al alcance de la mano. Descubre los pasos esenciales para plantar y lograr el cultivo de estas deliciosas hortalizas, optimizando al máximo su rendimiento. ¡Disfruta de cosechas abundantes y sabrosas!

Descubre también nuestra ficha completa sobre la col

Dificultad

Sobre el repollo y el repollo de Milán

El Repollo (Brassica oleracea) es una hortaliza herbácea perteneciente a la gran familia de las Brasicáceas (antes Crucíferas). El repollo y la col de Milán son dos variedades de coles cultivadas por su cabeza densa y frondosa, que puede consumirse cruda o cocinada en multitud de recetas. El Repollo (Brassica oleracea capitata, capitata en latín significa «cabeza») engloba en realidad las Coles lisas como los repollos rojos, blancos o verdes y las coles de hoja rizada (Brassica oleracea var. sabauda) como la Col de Milán, compuesta de hojas fuertemente rizadas o crespas.

  • La col lisa o repollo, por tanto, se caracteriza por su cabeza redonda y compacta, con hojas lisas y apretadas unas contra otras. Sus grandes cabezas algo aplanadas se distinguen por su color (verde, rojo o blanco) y su época de cosecha (temprana, media temporada o tardía). El repollo es especialmente rico en vitaminas C y K, en fibra y en antioxidantes, lo que lo convierte en una excelente opción para apoyar una alimentación equilibrada.
  • La Col de Milán, llamada también Col de Saboya o Col rizada, por su parte, es reconocible por sus grandes hojas rizadas y gofradas, más oscuras y con nervaduras más marcadas que las del repollo. Se presenta en verde oscuro, verde claro o con hojas verdes teñidas de violeta. Ofrece un sabor ligeramente más suave y una textura más tierna, especialmente apreciada en guisos o sopas. Este tipo de col es también una fuente importante de nutrientes, aportando vitaminas A, C y K, así como minerales como el potasio y el magnesio, siendo además, como todas las coles, bajo en calorías.

Cómo sembrar el repollo y la col de Milán?

¿Cuándo sembrar?

La siembra directa en el lugar es posible, pero la preparación o compra de plántulas para trasplantar que se instalarán en el huerto una vez pasado todo riesgo de heladas es el método más utilizado.

Generalmente, los repollos y la col de Milán se siembran desde febrero (bajo cubierta) hasta junio para una cosecha de agosto a diciembre. Sin embargo, a cada variedad de col le corresponde un período de siembra ideal, más o menos largo: esta información figura en el paquete de semillas, es importante consultarla. Así, para una cosecha de:

¿Cómo sembrar?

Siembra en macetas

Procede bajo cubierta desde finales de otoño hasta finales de invierno o en semillero en el jardín el resto del año.

  • Llena macetas o una bandeja con un buen sustrato para siembra.
  • Siembra las semillas a una profundidad de 1 a 2 cm.
  • Cubre ligeramente con sustrato tamizado o vermiculita.
  • Riega en forma de lluvia suave.
  • Mantén en un lugar cálido y con luz, a una temperatura mínima de 7°C, máxima de 30°C, según las variedades, generalmente alrededor de 15°C.
  • Mantén el sustrato húmedo, pero no encharcado hasta la germinación.
  • Cuando las plántulas estén lo suficientemente desarrolladas para manipularlas, trasplanta a macetas las plántulas más vigorosas.
  • Transplanta al jardín cuando hayan pasado los riesgos de heladas.
  • Al plantar, generalmente cuando las plántulas tienen al menos 4 o 5 hojas, respeta los espaciados conservando solo una plántula cada 35 a 80 cm aproximadamente según su desarrollo.

Siembra directa

También puedes proceder con siembra directa en el lugar cuando ya no haya riesgo de heladas.

  • Siembra las semillas en surcos espaciados a 40 cm y a una profundidad de 1 a 2 cm, separando cada semilla unos 5 cm.
  • Cúbrelas con una fina capa de tierra fina.
  • Compacta y riega en forma de lluvia fina para no desplazar las semillas.
  • Mantén el suelo húmedo hasta la germinación.
  • Clarifica conservando solo una plántula cada 40 cm aproximadamente.

→ Descubre todos nuestros secretos para lograr la siembra de coles

¿Dónde plantar el repollo y la col de Milán?

El cultivo de estos dos repollos es fácil en todos los climas siempre que se respeten sus pocas exigencias. Son bastante resistentes y su cultivo es muy indicado en regiones con clima fresco y lluvioso.

Los repollos (o «cabus») y el repollo de Milán se cultivan al sol, pero toleran una sombra ligera en regiones cálidas. Son exigentes y requieren una tierra bien abonada, previamente enriquecida con aporte de compost o estiércol maduro (3 a 4 kg por m2). Plántalos en una tierra profunda, bien trabajada y suelta, rica en nitrógeno y potasio.

Cómo cultivar repollos cabus

Repollo

¿Cuándo y cómo plantarlas?

Una vez bien desarrollados, los plantones de col se instalan en el huerto en su lugar definitivo. También puedes elegir entre nuestras mini macetas de huerto.

  • Empieza por remojar las macetas en agua unos instantes antes de la plantación.
  • Prepara el suelo desherbando, descompactándolo con una pala o una bio-horca, y luego rastrillando la tierra con un rastrillo para obtener una tierra fina. No dudes en añadir también compost o estiércol.
  • Cava hoyos de plantación, respetando una distancia de 50 a 65 cm entre filas y de 40 a 35 cm entre cada plantón.
  • Coloca los plantones introduciéndolos profundamente, hasta las primeras hojas verdaderas: se formarán nuevas raíces a lo largo del tallo enterrado, lo que les asegurará un mejor anclaje al suelo.
  • Rellena echando tierra fina alrededor de los plantones y luego aprieta ligeramente.
  • Riega generosamente.
  • Al inicio del cultivo, haz un caballón amontonando tierra al pie de las coles.

¿Cómo cuidarlas?

Riego

Los repollos aprecian los suelos que se mantienen frescos. Riegos regulares, pero sin exceso de agua, son el secreto de una buena cosecha. El mantenimiento de los repollos también consiste en realizar escardas, azadas regulares. El crecimiento del repollo es lento, estas operaciones se repiten regularmente durante un largo período. Podrán espaciarse o reducirse mucho si acolchas el suelo, con finas capas sucesivas de césped previamente secado, mezcladas con hojas secas, por ejemplo.

Fertilización

El repollo es una verdura exigente que agota la tierra, por eso requiere un excelente abono de fondo. Durante el cultivo, puedes esparcir al pie de los repollos 2 o 3 puñados de compost maduro.

Lucha contra enfermedades y plagas

Los repollos son bastante sensibles a enfermedades y plagas. Durante su cultivo, pueden verse amenazados por:

  • la mosca de la col cuyas larvas devoran las raíces,
  • la polilla del boj, cuyas orugas devastan el follaje,
  • los escarabajos pulga que perforan las hojas de las brasicáceas en general.

Existen diferentes métodos para combatir estas plagas (collares de cartón contra la mosca, pulverización de Bacillus thuringiensis, recogida manual de orugas…) pero para mantenerlas alejadas, la mejor prevención consiste en colocar, de forma hermética, un velo antiinsectos.

En cuanto a enfermedades, la hernia del repollo es la más virulenta. Se manifiesta por un marchitado del follaje asociado a la aparición de nudosidades en el collar y las raíces. No existe una solución natural, pero la mejor prevención consiste en respetar las rotaciones en el huerto no cultivando el repollo en el mismo lugar antes de al menos 5 años. Algunas variedades, como el Col lisa ‘Kilaton F1’, son conocidas por ser resistentes. El repollo también es sensible a la enfermedad del repollo ciego causada por las larvas de una mosca diminuta que inhiben el crecimiento impidiendo que se desarrolle bien la cabeza o las flores.

Cultivar repollos de Milán

Repollo de Milán ‘Wirosa F1’

¿Cómo recolectarlas y conservarlas?

Cosecha

La cosecha tiene lugar entre 4 y 7 meses después de la plantación, de agosto a diciembre, según las variedades. Se realiza cuando la col forma una bonita cabeza y antes de que las hojas empiecen a amarillear; simplemente corta la cabeza con un cuchillo.

Conservación

Existen varias formas de conservar las coles. Guárdalas en el cajón de las verduras del refrigerador, donde pueden mantenerse durante 2 o 3 semanas. Para conservarlas más tiempo, estas coles pueden congelarse hasta 12 meses después de ser escaldadas. También pueden conservarse durante muchos meses mediante fermentación láctica. Este método consiste en cortar la col en láminas finas, salarla y luego apisonarla en tarros. La sal extrae el jugo de la col, creando un ambiente ácido donde las bacterias lácticas pueden prosperar, fermentando la col y conservándola.

¿Cómo asociar las coles en el huerto?

Las coles se llevan bien con muchos vegetales, como las lechugas o los tomates. Les gusta la proximidad del apio nabo cuyo olor ahuyenta a la polilla del boj. Forman asociaciones igualmente beneficiosas con la remolacha, el pepino, las calabazas, calabacines, patatas, o con Fabáceas como las judías y los guisantes verdes. Evita la cercanía de fresas y del hinojo, de calabacines y puerros. Piensa en rodear tus coles de flores útiles como los Tagete, Zinnias, Cosmos, Capuchinas, que atraerán hacia sí a los pulgones que abandonarán tus coles.

Es importante realizar rotaciones de cultivo en las parcelas que han albergado coles para evitar la aparición de enfermedades: espera cuatro años antes de volver a plantarlas en el mismo lugar.