Amapolas orientales: 8 ideas de combinación en el jardín

Amapolas orientales: 8 ideas de combinación en el jardín

Naturales o fantasiosas

Contenido

Modificado el 7 Noviembre 2024  por Virginie T. 5 min.

La Amapola oriental es una vivácea muy fácil de combinar, incluso inspiradora para crear un jardín de espíritu natural, con plantas que requieren pocos cuidados y mantenimiento.

Es un imprescindible en los jardines silvestres y en los jardines de pradera contemporáneos, donde luce maravillosamente asociada, por ejemplo, con hinojo, gramíneas o flores vaporosas como las del crambe o el gypsophila. Pero con su bohordo floral largo y ligero, esta vivácea aporta también elegancia y originalidad a espacios más sofisticados.

Para cubrir el espacio vacío que deja después de su floración, se puede combinar con viváceas de floración tardía de verano u otoño (Ásteres, malvarrosas, Dalias, Dragonarias gigantes, Helenios, Anémonas y sedum…) cuyo follaje se desarrolla bien durante el verano. Se asocia muy clásicamente con rosales, a los que oculta la base del tallo, algo antiestética.

Con su presencia muy marcada, marcará el tono en un macizo, ya sea aportando contraste o en versión monocromática. La variedad de sus colores permite dar rienda suelta a tu creatividad. Clásicamente, sus colores intensos se combinan con colores complementarios en un espíritu alegre y colorido, en asociaciones rojo/azul, naranja/melocotón, blanco/púrpura por ejemplo, a menudo mezclado con viváceas de porte erecto: iris, aquilegias, delfinios. Combínala con especies de floración escalonada: las otras plantas florecerán cuando la amapola empiece a debilitarse. Estas combinaciones permiten crear escenas de aspecto silvestre y muy colorido. ¡Inspírate en su color para componer!

Dificultad

Para crear un jardín silvestre

Crea una atmósfera de jardín campestre exuberante combinando la Amapola oriental con otras plantas de aspecto rústico como los Echinops con sus bolas azuladas, los Panicauts, las Malvarrosas, las Milenramas, las Nigellas. ¿O por qué no plantarla al pie de una Alcachofa ornamental para un bonito efecto decorativo? Para acompañarla, busca flores nostálgicas como los Dahlias en tonos vivos o apagados, los iris, las rosas antiguas, las Peonías, las Azucenas blancas. Un encantador desorden que evoca el Carpe de los jardines olvidados.

La Amapola oriental ‘Patty’s Plum’ aporta naturalidad, libertad y autenticidad

Para aportar una nota alegre y expresiva

Flores del sol por excelencia, ya sean escarlatas (‘Turkenlouis’) o rosas (‘Princesse Victoria Louise), las grandes corolas arrugadas de la amapola oriental alegrarán todos los macizos soleados. Inspírate en su color para componer: ambiente romántico de un jardín inglés con ‘Queen Alexandra’ de color suave y flores muy simples, efecto pradera con ‘May Queen’ y su rojo anaranjado… Mezclada con otras viváceas de porte erecto, como los Cosmos, Asters, Delphiniums, Ancolies o con las altas espigas de los Lupinos, compondrá una escena vivaz y dinámica que requiere poco mantenimiento. Tantos variedades que te permitirán escalonar las flores. Los Gordolobos (verbascum), bastante espectaculares con sus altos bohordos floridos y su follaje grisáceo, acompañan de forma muy Natural a las amapolas. Algunas matas de Salvia x sylvestris o de Salvia nemerosa con flores de un azul intenso serán el marco perfecto para la belleza romántica de una amapola de tono pastel (‘Clochard‘). Con el mismo espíritu de ligereza y armonía en tonos azul-rosa, se adapta muy bien en pequeños grupos de tres plantas con las lavandas.

 

Para ocultar el antiestético pie de una trepadora

El porte erguido y arbustivo y las grandes hojas muy recortadas también permiten corregir el porte rígido de los rosales y cubrir el cuello desnudo de una trepadora como una clemátide. La diversidad de colores del Papaver orientale permite jugar con contrastes o armonías de tonos puros: clemátide azul y amapola ‘Beauty of Livermere’ que luce enormes flores rojo oscuro, rosal blanco combinado con la amapola ‘Perry’s White’ de grandes flores blancas.

Colocado en primer plano, el amapola de oriente Beauty of Livermere cubrirá el cuello algo desnudo de un rosal trepador o de una clemátide

Un estilo ligero y gráfico con gramíneas

De todos los tamaños y colores, las gramíneas se adaptan perfectamente al lado de las flores de pradera en jardines de estilo natural o más contemporáneos. Estas plantas que se ondulan al menor soplo de viento animan los macizos de manera aérea y contrastan muy bien con las flores coloridas de la amapola. Plantadas en cantidad, los Stipa tenuifolia (cabellos de ángel) y los Pennisetum, forman un marco durante todo el año tanto para las amapolas orientales como para otras plantas que aportan contraste o recrean una armonía entre dos tonos demasiado intensos.

La redondez de las flores de la amapola May Queen refuerza el aspecto gráfico de las gramíneas

Blanco y negro: para una armonía contrastada

Las variedades ciruela o sangre de buey como ‘Patty’s Plum’ o la increíble ‘Royal Chocolate Distinction’ contrastan con fantasía en un jardín en blanco y negro y se asocian perfectamente con Iris ‘Black Knight’, dedaleras blancas, geranios perennes de follaje púrpura y flores blancas o con una hierba de caña de plumas al fondo del macizo.

Para aportar autenticidad a un mixed-border

Bajo una apariencia natural y exuberante típica de los jardines ingleses, se esconde una cuidadosa reflexión sobre la elección de las plantas, su ubicación y sus colores: las Amapolas de Oriente, de aspecto sencillo y campestre, florecen de manera completamente natural junto a rosales trepadores o arbustivos, peonías arbustivas y clemátides (para plantar en el fondo). Combínalas con otras viváceas como Digitales, Iris, Echinops, Geranios perennes, Ancolias, Gypsophila, Cola de zorro, Salvias… Acompaña estas viváceas exuberantes y elegantes con Allium giganteum o Lirios africanos con umbelas blancas o azules. En una palabra: ¡mezcla a tu gusto!

Con hinojo para un toque natural y fantasioso

La Amapola de Oriente se combina maravillosamente con el follaje oscuro y recortado del hinojo bronce o amarillo. Ligero y vaporoso, su follaje cobrizo contrasta con las corolas imponentes, llenas y delicadamente arrugadas que realza. Para un efecto tan sorprendente como estético, prioriza las flores blancas, rosas o rojo anaranjadas.

Con viváceas de floración tardía de verano u otoño

Cuando el follaje desaparece a finales del verano, la Amapola oriental deja un gran vacío: para evitar un macizo demasiado desnudo, combínala con Artemisa blanca, lavandas, ásteres y nigelas, Menta de gato con flores ligeras o con plantas anuales altas como los cosmos. Piensa también en combinarla con especies no floreadas (helechos, gramíneas…) y con otras plantas perennes de floración tardía cuyo follaje se desarrolla durante el verano, escalonándose desde finales de septiembre hasta las heladas: equináceas, Anémonas y sedum de otoño. Una forma de prolongar la buena temporada hasta el invierno.

Piensa en combinar la amapola oriental con especies que tienen la particularidad de florecer cuando esta ya no lo hace

 

 

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