¿Cómo podar un Eucalipto?

El Eucalipto, también llamado Gommier, es un árbol reconocible entre todos por su hermoso follaje perenne verde azulado con aroma a alcanfor y su silueta elegante. Originario de Australia en la mayoría de sus variedades, el Eucalipto ha heredado de su origen lejano una rusticidad variable según las especies, y está bien adaptado a nuestros climas meridionales atlánticos o mediterráneos, gracias especialmente a su resistencia a la sequía. Las diferentes variedades de Eucalipto crecen rápidamente y requieren poco mantenimiento, pero pueden necesitar una poda para conservar un porte denso y atractivo o adaptarse al tamaño de tu jardín. ¡Descubre nuestros consejos para saber cuándo y cómo podar un Eucalipto correctamente!

Eucalyptus niphophila o Eucalipto de las nieves, Eucalyptus woodwardii (Sydney Oats - Flickr) y Eucalyptus gunnii 'France Bleu Rengu'

La mejor época para podar el Eucalipto

Como la naturaleza es sabia, el Eucalipto es un árbol de fácil mantenimiento que en principio no requiere poda. Sin embargo, si deseas controlar su altura y expansión, te recomendamos podarlo preferentemente en primavera, hacia el mes de marzo, o en septiembre.

¿Cómo podar el Eucalipto?

El recepado

El Eucalipto tolera muy bien la poda, incluso una poda bastante severa para convertirlo en árbol multitronco, obtener una forma arbustiva tupida o hacer que rebrote después de un episodio de frío; el recepado le permitirá ramificarse en lugar de crecer en altura y así será más denso. La forma y el color de las hojas del Eucalipto cambian con el tiempo: las hojas jóvenes son casi redondas y de color gris-azul con reflejos plateados, mientras que las hojas más viejas son alargadas y de color gris-verde. Al podar regularmente tu Eucalipto, producirá nuevos tallos con un follaje azulado muy decorativo. Esta poda también tiene la ventaja de permitir que el árbol densifique su sistema radicular, algo ligero en los Eucaliptos, y se ancle mejor en el suelo.

Si deseas recepar regularmente tu Eucalipto, hazlo cada 1 o 2 años para no infligirle heridas importantes.

Con una podadora de ramas o una sierra arborícola bien afiladas y desinfectadas, corta el tronco y las ramas a unos centímetros del suelo: rápidamente aparecerán nuevos brotes desde el tocón. Realiza cortes limpios.

En la primavera siguiente al corte, habrán aparecido brotes en el tocón; para formar un árbol multitronco armonioso, deberás conservar uno, tres o cinco brotes bastante separados entre sí, seleccionando los más vigorosos y mejor implantados bajo el corte. Elimina los brotes sobrantes cortándolos con una podadora de ramas.
Deja que tu Eucalipto desarrolle troncos fuertes en forma multitronco o vuelve a podarlo al año siguiente si deseas mantener una forma arbustiva no demasiado alta.

La poda en transparencia

Si deseas realizar una poda en transparencia para airear las ramas (lo que reduce el riesgo de rotura), despejar el fondo o resaltar la corteza de tu Eucalipto:

Con unas tijeras de podar o una podadora de ramas bien afiladas y desinfectadas, elimina en el centro de las ramas las ramillas y los brotes débiles.

Corta todas las ramas mal ubicadas, las que se cruzan o desfiguran la silueta del árbol, conservando las más bonitas.
Si lo deseas, también puedes podar las ramas en la parte baja del tronco para elevar un poco las ramas.

La poda de mantenimiento

Si tu Eucalipto tiene ramas muertas o rotas, puedes realizar una poda de mantenimiento:

Usa unas tijeras de podar, una podadora de ramas o una sierra arborícola bien afiladas y desinfectadas y corta la madera muerta, enferma o dañada, así como la madera mal ubicada (ramas que se entrecruzan, que crecen hacia el suelo o hacia el centro de las ramas).

Si es necesario, reduce un poco la longitud de las ramas laterales y las ramas superiores para estimular el crecimiento de nuevos brotes y densificar tu árbol.

El desrame

Puede ser necesario desramar un Eucalipto que ha crecido demasiado. Si necesitas intervenir en un ejemplar alto, es mejor llamar a un podador profesional en lugar de arriesgarte a un accidente. Un desrame severo siempre es un trauma para los árboles y el corte de ramas de gran tamaño siempre supone un riesgo de debilitamiento del árbol y una puerta de entrada a enfermedades patógenas.