Cuando llega el otoño y los días se acortan, el frío se instala inevitablemente en el jardín. Algunas plantas sensibles al frío, ya sea en macetas o en terreno abierto, pueden ser especialmente vulnerables a las tormentas, la nieve, las heladas y las condiciones meteorológicas extremas. Por eso, es importante protegerlas utilizando velos de hibernación. Descubre nuestros consejos para instalar correctamente un velo de hibernación y así resguardar tus plantas y arbustos de los daños de la nieve y el frío.
¿Cuándo hay que proteger?
¡Gran pregunta! Porque el clima varía de una región a otra y no es el mismo en el sur que en las zonas montañosas o al norte del Loira. Lo mejor es vigilar tu termómetro exterior (o instalar uno para empezar) y conocer la rusticidad de tus plantas, es decir, hasta cuántos grados soportan el frío. ¡Y cuidado, porque cada variedad tiene su propia rusticidad! No dudes en encontrar esta información en la ficha de la planta en cuestión en nuestra vivero en línea.
Truco: puedes anotar esta información (rusticidad, invernada o no) en una pequeña libreta para conocer mejor tus plantas y tener siempre la información a mano.
Además, dependiendo de la región, una misma planta deberá protegerse con un velo durante todo el invierno en zonas frías, pero solo unos días durante heladas cortas en el sur. De nuevo, es mejor vigilar el pronóstico del tiempo.
Nota: una planta en maceta es más sensible al frío que una planta cultivada en terreno abierto. Del mismo modo, un arbusto joven o una vivácea es más vulnerable al frío durante sus dos primeros años de cultivo en terreno abierto.
¿Qué velo de hibernación elegir?
Existen varios tipos de velos de hibernación que se presentan en diferentes grosores y materiales. Las densidades suelen variar entre 30 y 80 gramos por metro cuadrado. Cuanto mayor sea esta densidad, más grueso será el velo y, por tanto, más cálido. Al elegir un velo de hibernación para tus plantas, es importante tener en cuenta los siguientes factores:
La temperatura media de tu región
Hay velos de hibernación ligeros para regiones con temperaturas más suaves y velos más gruesos para zonas más frías. Para las regiones mediterráneas, un velo entre 30 y 60 gramos es suficiente. Para zonas con inviernos más fríos, opta por un velo de hibernación de 60 a 90 gramos.
La resistencia al viento
Si vives en una zona con vientos fuertes (especialmente a orillas del mar Atlántico), es importante elegir un velo de hibernación resistente al viento. Los velos gruesos o de polietileno tejido suelen ser más resistentes que los velos ligeros o de polietileno no tejido.
La resistencia al agua
También es importante elegir un velo de hibernación resistente al agua, especialmente si vives en una zona con lluvias frecuentes en invierno. Los velos de polietileno suelen ser resistentes al agua. Nuevamente, los velos de material tejido serán más resistentes.
La resistencia a los rayos UV
Los velos de hibernación pueden estar expuestos al sol durante largos periodos, por lo que es importante elegir un velo resistente a los rayos UV para evitar roturas y decoloraciones.
→ Descubre toda nuestra gama de fundas y velos de hibernación.
Instalar un velo de hibernación en una planta en maceta
1- Si es posible, coloca tus plantas en maceta junto a una pared, preferiblemente orientada al sur, para protegerlas de los vientos fríos.
2- Retira los platos de agua y sustitúyelos por tacos de madera bajo la maceta, para aislarla del frío del suelo y facilitar el drenaje del agua.
3- Cubre la base de la planta con mantillo para proteger sus raíces del frío, usando hojas secas, heno o paja.
4- Envuelve las partes aéreas, incluso el tronco, con un velo de hibernación, teniendo cuidado de no romper las ramas.
5- Ata el velo en la base del tronco o directamente en la maceta con una cuerda resistente.
6- En caso de heladas fuertes, considera también aislar la maceta para proteger el sistema radicular de tus viváceas y arbustos con un velo de hibernación, un saco de yute, cartón, plástico de burbujas o una manta vieja.
7- Revisa periódicamente el estado de tu velo, especialmente después de una granizada o una tormenta.



Instalar un velo de hibernación en una planta en terreno abierto
1- Coloca primero mantillo al pie de tu arbusto o vivácea sensible al frío para aislar sus raíces. Puedes usar hojas secas, heno o paja. También puedes simplemente aporcar la base de la planta (por ejemplo, los rosales) con tierra durante la temporada fría.
2- Protege las ramas y el tronco envolviéndolos cuidadosamente con un velo o funda de hibernación.
3- Sujeta el velo atándolo en la base del tronco con una cuerda resistente. También puedes enterrar la base del velo de hibernación o sujetarlo con piedras para que no se vuele.
4- No dudes en revisar periódicamente el estado de tu velo de hibernación, especialmente después de una tormenta o una granizada.
Trucos y consejos
- Reduce o incluso detén los riegos durante el periodo de latencia de tu planta, especialmente en caso de heladas.
- Puedes colocar tutores alrededor de tu planta para fijar el velo de hibernación. Este método es especialmente útil para arbustos de hoja persistente para evitar el contacto del velo con el follaje. También evita dañar plantas frágiles.
- En días soleados con temperaturas suaves o cuando la primavera comienza tímidamente, no dudes en abrir el velo de hibernación durante el día para airear la planta. Con este gesto, evitarás que sufra un golpe de calor demasiado pronto y limitarás el desarrollo de moho debido a la humedad. Vuelve a colocar el velo al anochecer.
¿Cuándo retirar un velo de hibernación?
Puedes quitar las fundas y velos de hibernación en primavera, una vez que haya pasado el riesgo de heladas. Generalmente a partir de abril en las regiones del sur de Francia y después de mediados de mayo en zonas más frías.
→ Descubre también nuestro artículo: 10 plantas que proteger en invierno y ¿cómo instalar un túnel de forzado en el huerto?
Comentarios