Si algunas plantas perennes se multiplican en el jardín por siembra, otras se multiplican más fácilmente por división de matas, como los geranios vivaces. Este método es el más sencillo, rápido y económico para obtener nuevos ejemplares y ampliar los macizos. Esta técnica también permite renovar una planta vieja, agotada tras varios años de cultivo o demasiado apretada en su ubicación. Así se obtienen nuevos ejemplares, idénticos a la planta madre. Descubre, en nuestro tutorial ilustrado, nuestros consejos y nuestra técnica para dividir correctamente una vivácea en el jardín.
¿Cuándo dividir una vivácea?
Tu planta debe tener varios años, al menos 2 o 3, pero también ser lo suficientemente grande para soportar una división. De hecho, cuanto más fuerte sea su cepellón, más raíces asegurarán un buen arraigo.
El mejor momento para dividir tus viváceas depende de su variedad. Generalmente, se realiza esta operación después de la floración, para no dañarla y permitir la aparición de flores al año siguiente. Por otro lado, es mejor actuar durante el reposo de la planta, antes de la reanudación de la vegetación, hacia principios de primavera o finales de otoño. En cualquier caso, evita los períodos de alto calor, sequía o heladas.
Estos son los momentos más propicios para la división:
- Vivácea de floración primaveral o floración de verano: en otoño
- Vivácea de floración otoñal o invernal: en primavera
- Vivácea aromática y condimentaria: en primavera
¿Qué plantas se pueden dividir?
Se pueden dividir la mayoría de las viváceas herbáceas o de bulbo (ásteres, geranio vivaz, campanilla, lirio azul...), pero también las gramíneas, las plantas aromáticas, algunos hortalizas perennes y algunas viváceas acuáticas.
¿Cómo dividir una vivácea?
Material necesario:
- Una pala
- Un par de guantes
- Una podadera
- compost o estiércol bien maduro o sustrato
Pasos para dividir el tocón de una vivácea en terreno abierto:
Antes de empezar: Recuerda siempre desinfectar tus herramientas para evitar la transmisión de enfermedades entre tus plantas. Aprovecha también esta división para realizar la poda anual de tus viváceas, como en el caso de las gramíneas, los Ásteres o los hostas.
1) Prepara con antelación los futuros hoyos de plantación que albergarán tus viváceas. En el fondo del hoyo, mezcla tu tierra de jardín con sustrato, compost o estiércol bien maduro.
2) Saca con cuidado tu vivácea de la tierra con una pala, una horca o una biohorquilla. Ve con suavidad, preservando al máximo sus raíces.
3) Divide tu mata en dos, o más según su tamaño. Algunas viváceas pequeñas se separan muy fácilmente con las manos, mientras que otras, más tupidas y recalcitrantes, requerirán ser seccionadas con la pala. También se puede usar una tijera de podar, un cuchillo o un machete pequeño, ¡pero cuidado con los dedos!
4) Corta limpiamente las raíces dañadas con la podadera. No dudes en podar los tallos antiestéticos o secos y eliminar las flores marchitas.
5) Aprovecha que el cepellón de tu planta madre está fuera de su hoyo para aportar nutrientes a tu suelo. Compost bien maduro, estiércol o sustrato permitirán enriquecer de nuevo la tierra y favorecerán una recuperación vigorosa de tu planta tras esta prueba.
6) Coloca tus cepellones en los hoyos. La parte superior del cepellón debe quedar al ras del suelo.
7) Rellena el hoyo con una mezcla de tierra de jardín y sustrato. Apisona suavemente con las manos. Añade mantillo orgánico al pie de tu vivácea.
8) Riega abundantemente con agua de lluvia.
¿Y si quiero poner mis viváceas en macetas?
También podemos colocar nuestros nuevos ejemplares en macetas. En este caso:
1) Elige una maceta con un agujero de drenaje en el fondo.
2) Vierte una capa de bolas de arcilla en el fondo de la maceta.
3) Añade un poco de sustrato ligero, por ejemplo para siembra, luego humedece el sustrato.
4) Coloca el nuevo retoño en la maceta. La parte superior del cepellón debe situarse a 2 cm bajo el borde de la maceta.
5) Completa la maceta con sustrato, luego apisona suavemente.
6) Riega abundantemente y colócala en un plato si es necesario.
7) Coloca tus macetas a la sombra y mantén un sustrato siempre húmedo, pero sin excesos. No pongas tu planta a pleno sol, el sustrato tenderá a secarse demasiado rápido, lo que podría debilitarla.
8) Al cabo de unas semanas, comenzará a aparecer un nuevo follaje. Es la señal de que tu vivácea ha arraigado bien. Entonces puedes plantarla en terreno abierto si lo deseas.
¿Y después?
- Recuerda extender un mantillo orgánico al pie de tus plantas, para protegerlas del frío, pero también para mantenerlas frescas durante los calores intensos del verano.
- Como con un ejemplar joven, deberás multiplicar los riegos en caso de olas de calor o en ausencia de lluvia durante el primer año, incluso el segundo según la variedad.
Para saber más:
- Descubre todas nuestras variedades de viváceas
- Descubre nuestros vídeos sobre el tema:
- Dividir un Canna
- Dividir un Áster
- Dividir una gramínea
- Dividir y trasplantar un Hosta
- Dividir los lirios de día
- Dividir un lirio azul
- Cómo multiplicar los coralitos, con Olivier:
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