
Euforbia cactus: plantar, cultivar y cuidar
Contenido
El Cactus Euphorbia en pocas palabras
- Las Euphorbias cactus son plantas suculentas que se parecen asombrosamente a los cactus.
- A menudo forman tallos gruesos, erectos y ramificados, provistos de espinas.
- Originarias de África, crecen en climas cálidos y secos.
- Tienen un estilo muy gráfico y aportan fácilmente un toque exótico a un apartamento o casa.
- Necesitan mucha luz y deben colocarse cerca de una ventana bien expuesta.
- Requieren poco riego y temen el exceso de humedad.
La palabra de nuestra experta
Las Euphorbias cactus, a menudo confundidas con los verdaderos cactus, son plantas suculentas pertenecientes al género Euphorbia. Originarias de las regiones áridas de África, son apreciadas por su aspecto gráfico y exótico. Con sus tallos gruesos y espinosos, recuerdan mucho a los cactus, pero se distinguen por sus características botánicas. Además, se cultivan prácticamente como los cactus: necesitan una exposición muy luminosa, un sustrato bien drenante, son resistentes a la sequía y temen el exceso de humedad. Una vez plantadas en macetas, requieren muy poco mantenimiento y son fáciles de cultivar.
Existen numerosas especies de euphorbias suculentas, que difieren principalmente por sus dimensiones y silueta: ¡te invitamos a explorar toda la diversidad de las euphorbias cactus! Pueden lucir fácilmente en un salón o una oficina luminosa, en asociación por ejemplo con cactus en un decorado mineral y exótico. ¡Descubre todos nuestros consejos para lograr su cultivo, desde la plantación en macetas hasta el mantenimiento y la propagación por esquejes!
Descripción y botánica
Documento de identidad
- Nombre latino Euphorbia sp.
- Familia Euphorbiaceae
- Nombre común Euphorbe cactus, euphorbe succulente
- Floración Rara en interior
- Altura Variable según la especie, pero a veces hasta 2 m
- Rusticidad Gelificantes (5 a 10 °C según la especie)
Aunque se parecen a cactus auténticos (tallos gruesos, espinas, silueta gráfica), las euforbias suculentas no son cactus, ya que no pertenecen a la familia de las cactáceas, sino a las euforbiáceas.
La Euphorbe cactus pertenece al género Euphorbia, que incluye más de 2.000 especies, algunas suculentas y otras no. Algunas euforbias crecen espontáneamente en Francia: es el caso, por ejemplo, de la Euphorbia amygdaloides, la Euphorbia characias, la Euphorbia cyparissias o la Euphorbia lathyris. Estas especies no son suculentas y no se parecen en nada a los cactus. En cuanto a las euforbias cactus, son originarias principalmente de África, Madagascar y algunas regiones áridas de Asia. Han evolucionado para sobrevivir en entornos secos y rocosos, donde el agua es escasa y las temperaturas son elevadas.
Estas euforbias se parecen a los cactus simplemente por una convergencia de formas, debida a la adaptación a condiciones climáticas extremas: los tallos gruesos les permiten almacenar agua y minerales, las hojas han desaparecido o se han reducido a espinas para limitar la evapotranspiración (las plantas pierden agua por su follaje), lo que les permite ahorrar agua y sobrevivir.
Viviendo en condiciones climáticas particularmente áridas, por lo tanto sometidas a las mismas limitaciones que los cactus, estas euforbias han adoptado la misma estrategia que estos últimos, por eso se les parecen enormemente. Es la misma razón que explica, por ejemplo, el parecido entre los Aloes y los Agaves, que tampoco pertenecen a la misma familia botánica (Asfodeláceas y Asparagáceas).
La Euphorbe cactus es una planta tropical y subtropical que no soporta bien el frío intenso. La mayoría de las especies no toleran temperaturas inferiores a 10 °C y deben cultivarse en macetas en regiones con inviernos rigurosos. En exterior, prosperan en climas cálidos y secos, donde la temperatura oscila entre 15 y 30 °C. En interior, se adaptan bien a la temperatura ambiente de las viviendas, siempre que dispongan de buena luz solar.
Las Euphorbes cactus reúnen numerosas especies diferentes. Entre las más comunes en cultivo, destacan:
- Euphorbia trigona: se distingue por sus grandes tallos erectos, generalmente con tres lados, y adornados con pequeñas espinas y hojas espatuladas. Existe una variedad con tallos rojos a púrpuras: Euphorbia trigona f. Rubra
- Euphorbia erythrea: forma grandes tallos erectos y cuadrangulares, provistos de espinas en los lados. Su silueta muy exótica evoca los cactus candelabro.
- Euphorbia acrurensis : esta euforbia forma una elegante silueta con tallos gruesos, acanalados y más o menos ramificados.
- Euphorbia canariensis : Originaria de las Islas Canarias, esta especie se desarrolla en grandes matas formadas por tallos columnares cuadrangulares cubiertos de pequeñas espinas. Se parece mucho a los cactus cirio y puede alcanzar varios metros de altura en su hábitat natural.
- Euphorbia lactea: Esta especie se distingue por sus tallos con motivos jaspeados de verde y blanco. A menudo se injerta sobre otras Euphorbias para formar siluetas originales. Una variedad especialmente buscada es la Euphorbia lactea ‘Cristata’, cuyo crecimiento en abanico produce un efecto escultórico único.
- Euphorbia resinifera: Originaria de Marruecos, esta especie forma matas compactas de tallos cuadrangulares azulados. Es muy resistente a la sequía y se adapta bien a las rocallas. A diferencia de otras Euphorbias columnares, se mantiene relativamente baja, sin superar 1 metro de altura.
- Euphorbia horrida: A menudo confundida con un cactus, esta especie sudafricana presenta tallos espinosos y acanalados de color verde azulado. Es apreciada por su aspecto exótico y su facilidad de mantenimiento en maceta. Algunas variedades tienen espinas de color marrón rojizo que añaden un toque decorativo adicional.

¡Las euforbias suculentas pueden adoptar formas muy diversas! Euphorbia trigona ‘Rubra’, Euphorbia lactea ‘Cristata’, Euphorbia horrida, Euphorbia meloformis, Euphorbia globosa y Euphorbia resinifera
La Euphorbe cactus se distingue por su porte erecto y su silueta que recuerda a la de los cactus columnares. Sus tallos carnosos, a menudo acanalados y cubiertos de espinas, le permiten almacenar agua para sobrevivir a largos periodos de sequía.
Las dimensiones varían considerablemente según la especie. Algunas variedades, como la Euphorbia trigona, pueden alcanzar hasta 2 metros cuando se cultivan en maceta en interior. Otras, como la Euphorbia lactea, rara vez superan 1,5 metros de altura y tienen un crecimiento más lento. También existen formas rastreras o arbustivas, ideales para el cultivo en maceta o en rocallas.
Aunque las Euphorbes cactus se cultivan principalmente por su follaje y su porte arquitectónico, a veces producen flores discretas. A diferencia de los cactus, sus flores no son espectaculares: son generalmente pequeñas, de color amarillo, verde o rojo, y aparecen en la axila de los tallos. En algunas especies, la floración puede ser rara en interior o requerir condiciones de cultivo específicas, como estrés hídrico o insolación intensa.

A la izquierda, la Euphorbia canariensis en flor; a la derecha, detalle de las flores de la Euphorbia ingens
La Euphorbe cactus no posee hojas persistentes verdaderas como otras plantas. En la mayoría de las especies, las hojas, si existen, son pequeñas y caen rápidamente. La fotosíntesis la realizan los tallos verdes y carnosos.
Los tallos suelen presentar espinas, que no son verdaderos aguijones como en los cactus, sino estructuras modificadas procedentes de las estípulas. Algunas especies, como la Euphorbia trigona o la Euphorbia canariensis, tienen tallos segmentados con lados bien marcados, mientras que otras, como la Euphorbia lactea, lucen motivos jaspeados y formas más irregulares.
Un punto importante a destacar es que todas las Euphorbias, incluidas las que se parecen a cactus, contienen una savia blanca y lechosa, llamada látex, que es tóxica. Esta savia puede provocar irritaciones cutáneas, reacciones alérgicas y trastornos digestivos en caso de ingestión. Por tanto, es esencial manipular estas plantas con precaución, usando guantes durante la poda o el trasplante, y colocándolas fuera del alcance de niños y mascotas.

Euphorbia trigona
Las variedades más populares

Euphorbia trigona - Euphorbe cactus
- Altura en la madurez 1,60 m

Euphorbia trigona f. rubra - Euphorbe cactus
- Altura en la madurez 1,70 m
La plantación del Euphorbe cactus
¿Dónde colocar la Euphorbia cactus?
La Euphorbia cactus se desarrolla muy bien en macetas, siempre que se coloque en un lugar luminoso. Idealmente, debe recibir al menos 6 horas de luz indirecta intensa o sol directo al día. Lo ideal es colocarla cerca de una ventana bien expuesta, orientada al sur o al oeste. La falta de luminosidad puede provocar un enlentecimiento del crecimiento, un alargamiento excesivo de los tallos (tallos largos y débiles) y la pérdida de su hermosa estructura compacta. Si la luz natural es insuficiente, especialmente en invierno, el uso de una lámpara hortícola puede ser una buena solución para compensar.
La euphorbia cactus aprecia una temperatura ambiente entre 15 y 30 °C. Teme las corrientes de aire frío y las temperaturas inferiores a 10 °C. Es importante evitar colocarla cerca de ventanas mal aisladas en invierno, o demasiado cerca de un aire acondicionado o un radiador, que podrían secarla o provocar estrés térmico.
La humedad ambiente generalmente no es un problema, pero si el aire es demasiado húmedo (en un baño, por ejemplo), es preferible asegurar una buena ventilación para evitar la aparición de moho en el sustrato.
¿Cuándo plantar la Euphorbia cactus?
El mejor momento para plantar una Euphorbia cactus es en primavera o a principios de verano, cuando las temperaturas son suaves y la planta puede adaptarse gradualmente a su nuevo entorno. Evita la plantación en invierno, ya que el crecimiento es más lento y la planta es más sensible al exceso de humedad.
¿Cómo plantarla?
Es imprescindible que el sustrato sea bien drenante para evitar la pudrición de las raíces. Utiliza un sustrato especial para cactus o una mezcla compuesta de sustrato, arena y perlita en proporciones iguales.
- Elige una maceta adecuada: Debe estar perforada en el fondo para asegurar un buen drenaje. Opta preferiblemente por una maceta de barro cocido, que permite respirar a las raíces y limita el exceso de humedad.
- Prepara el sustrato: Usa una mezcla bien drenante, compuesta de sustrato para cactus, arena gruesa y perlita.
- Planta la Euphorbia cactus:
- Coloca una capa de grava o bolas de arcilla en el fondo de la maceta para favorecer la evacuación del agua.
- Coloca la planta en el centro y rellena con el sustrato apretando ligeramente.
- Deja un espacio de 1 a 2 cm bajo el borde de la maceta para facilitar el riego.
- Después de la plantación, espera una semana antes de regar, para permitir que las raíces cicatricen y limitar el riesgo de pudrición.

Planta la Euphorbia cactus en maceta en un sustrato drenante, idealmente sustrato para cactus. Puedes colocar eventualmente gravilla en la superficie del sustrato, para el aspecto decorativo y para aislar la euphorbia de la humedad.
¿Cómo cuidar la Euphorbia cactus?
Riego: ¿cómo y con qué frecuencia regar?
El riego es sin duda el aspecto más delicado del cuidado del Euphorbe cactus. Como todas las plantas suculentas, es especialmente sensible al exceso de humedad, que puede provocar la pudrición de las raíces.
En periodo de crecimiento, desde la primavera hasta finales del verano, un riego cada dos o tres semanas es más que suficiente. Siempre hay que esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. En invierno, cuando la planta entra en periodo de latencia, se recomienda reducir aún más los aportes de agua, a veces a una vez al mes, o incluso menos.
Un buen indicador de falta de agua es la aparición de ligeras arrugas en los tallos. En este caso, un riego moderado bastará para devolverle a la planta todo su vigor. El agua de riego nunca debe estancarse en el fondo de la maceta, por lo que es imprescindible utilizar un recipiente con agujeros de drenaje y eliminar el exceso de agua después de cada riego.
Fertilización: ¿qué abono necesita el Euphorbe cactus?
Aunque el Euphorbe cactus puede crecer sin fertilización, un aporte moderado de abono puede favorecer un crecimiento más vigoroso. Un abono líquido especial para cactus, bajo en nitrógeno pero rico en potasio y fósforo, puede añadirse al agua de riego cada cuatro o seis semanas durante el periodo de crecimiento. Sin embargo, no es necesario aportarlo en otoño e invierno, ya que la planta ralentiza su metabolismo y no necesita nutrientes adicionales. Para evitar cualquier exceso, se recomienda diluir el abono en el agua y aplicarlo sobre un sustrato ligeramente húmedo para evitar quemaduras en las raíces.
¿Cómo podar el Euphorbe cactus?
La poda del Euphorbe cactus no es indispensable, pero puede realizarse para limitar su crecimiento, estimular la ramificación o eliminar partes dañadas. Algunas especies, como la Euphorbia trigona, pueden alcanzar varios metros de altura cuando se cultivan en interior. En este caso, una poda ocasional permite controlar su desarrollo y evitar que se vuelvan demasiado voluminosas.
¡Atención!: al cortar un tallo, la planta segrega una savia lechosa irritante, por lo que es esencial usar guantes y proteger los ojos. Es preferible utilizar unas tijeras de podar bien afiladas y desinfectadas para realizar cortes limpios y precisos. Después de la poda, hay que dejar secar la herida al aire libre durante unos días para prevenir cualquier riesgo de infección o pudrición.
¿Cuándo y cómo trasplantar?
Como toda planta en maceta, el Euphorbe cactus necesita ser trasplantado cada dos o tres años, dependiendo de su crecimiento. El trasplante permite renovar el sustrato y ofrecer más espacio a las raíces. Se recomienda hacerlo en primavera, cuando la planta está en fase activa de crecimiento. Durante el trasplante, es esencial utilizar una mezcla bien drenante, compuesta por sustrato especial para cactus, arena gruesa y perlita. Si la planta se vuelve demasiado grande y pesada para moverla, es posible simplemente reemplazar la capa superior del sustrato cada año para aportarle nuevos nutrientes.
Las enfermedades y parásitos del Euphorbe cactus
El Euphorbe cactus es una planta robusta y poco propensa a enfermedades cuando se cultiva en buenas condiciones. Sin embargo, algunos errores de cultivo o ataques de parásitos pueden afectar su salud. Es importante identificar bien los problemas y actuar rápidamente para evitar que la planta se deteriore.
Enfermedades relacionadas con el exceso de humedad
El principal enemigo del Euphorbe cactus es el exceso de agua, que favorece el desarrollo de enfermedades fúngicas y bacterianas. La podredumbre de las raíces es uno de los problemas más comunes. Se manifiesta por un ablandamiento de la base de los tallos, un amarilleamiento general y, a veces, un olor desagradable. En casos avanzados, la planta puede ennegrecerse y desplomarse por completo. Cuando la podredumbre se detecta en una etapa temprana, es posible salvar la planta trasplantándola en un sustrato seco y bien drenante después de cortar las partes afectadas. Si la base está demasiado dañada, es mejor intentar esquejar los tallos sanos para obtener una nueva planta.
Un exceso de humedad también puede provocar la aparición de manchas marrones o negras en los tallos, a menudo causadas por hongos. Estas manchas pueden permanecer superficiales o extenderse progresivamente, debilitando la planta. Para evitar este problema, es esencial respetar un riego moderado y esperar siempre a que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. Una buena ventilación alrededor de la planta también ayuda a limitar el desarrollo de enfermedades.

Una Euphorbia lactea atacada por hongos debido a un exceso de humedad. Se observa el moho en la superficie del sustrato y el collar de la planta que presenta necrosis. En este caso, la mejor solución para salvarla es esquejar los tallos.
Parásitos comunes
Aunque relativamente resistente, el Euphorbe cactus puede ser atacado por ciertos parásitos, en particular las cochinillas. Estos pequeños insectos aparecen en forma de masas blanquecinas algodonosas o pequeños escudos parduzcos fijados en los tallos. Se alimentan de la savia de la planta, lo que puede provocar un debilitamiento general y un enlentecimiento del crecimiento. Para eliminarlos, se puede utilizar un algodón empapado en alcohol al 70 % y frotar suavemente las zonas infestadas. Una solución más natural consiste en pulverizar una mezcla de agua y jabón negro sobre las partes afectadas.
Las arañas rojas también pueden atacar al Euphorbe cactus, especialmente en invierno cuando el aire es demasiado seco. Estos diminutos ácaros se desarrollan en la parte inferior de los tallos y provocan un amarilleamiento o un aspecto descolorido. Para evitar su aparición, se recomienda mantener una atmósfera ligeramente más húmeda alrededor de la planta en invierno colocando un pequeño recipiente con agua cerca. En caso de infestación, un tratamiento con un acaricida natural o una pulverización de agua jabonosa puede ser suficiente para eliminarlos.
Para más información, consulta nuestras fichas-consejo sobre las cochinillas y las arañas rojas.
Heridas y cicatrización
A veces, el Euphorbe cactus puede presentar marcas o cicatrices tras un corte, una quemadura solar o un golpe mecánico. A diferencia de las enfermedades, estas heridas generalmente no ponen en peligro la planta, pero pueden dejar marcas permanentes. Para evitar marcas antiestéticas, se aconseja evitar manipular la planta con brusquedad y protegerla de golpes. En caso de corte accidental, basta con dejar que la herida se seque naturalmente, ya que la planta produce una savia que forma una barrera protectora.
No dudes en consultar nuestra ficha-consejo «¿Cómo estropear el cuidado de tus cactus y plantas suculentas?»
¿Cómo multiplicar el Euphorbia cactus?
La Euphorbe cactus se multiplica principalmente por esquejes, un método sencillo y eficaz para obtener nuevas plantas. A diferencia de los cactus, cuya propagación por semillas es común, las Euphorbias desarrollan raíces más fácilmente a partir de tallos cortados. Sin embargo, esta operación debe realizarse con precaución debido a la savia tóxica que liberan.
¿Cuándo y cómo hacer esquejes de la Euphorbe cactus?
El proceso de hacer esquejes se realiza idealmente en primavera o verano, cuando la planta está en pleno crecimiento. Para ello:
- Elige un tallo sano y vigoroso, de 10 a 20 cm de largo.
- Córtalo limpiamente con unas tijeras de podar desinfectadas. Usa guantes y evita cualquier contacto con la savia irritante.
- Detén el flujo de la savia sumergiendo brevemente el corte en agua fría o dejándolo secar de forma natural.
- Deja que el esqueje cicatrice al aire libre durante varios días hasta una semana en un lugar seco y sombreado.
Esquejes de Euphorbia neriifolia. Para hacer esquejes de euphorbias, asegúrate de usar guantes para protegerte de la savia irritante y las espinas, y deja secar los tallos al aire libre antes de trasplantarlos de una maceta a otra.
Plantación y enraizamiento
Una vez que el corte esté bien seco:
- Planta el esqueje en un sustrato bien drenante (tierra especial para cactus, arena y perlita).
- No riegues inmediatamente: espera aproximadamente una semana antes del primer riego.
- Colócalo en un lugar luminoso, sin luz solar directa demasiado intensa.
El enraizamiento tarda de unas semanas a dos meses. Un ligero tirón permite comprobar si la planta comienza a anclarse bien.
¿Qué hacer después del enraizamiento?
- Una vez bien enraizada, la planta puede trasladarse a su maceta definitiva.
- Reanuda un riego moderado, siempre dejando secar el sustrato entre riegos.
- Acostúmbrala gradualmente a su ubicación final, especialmente si está expuesta a más luz.
Para más información, consulta nuestra ficha-consejo «Hacer esquejes de cactus y plantas suculentas»

Esquejes de euphorbias que han enraizado y comienzan a crecer nuevamente
¿Cómo realzar el Euphorbia cactus y con qué plantas combinarlo?
La Euphorbia cactus se integra perfectamente en una decoración moderna y minimalista. Su porte esbelto y gráfico la convierte en una planta ideal para combinar con otras suculentas como los Aloe, Magueyes o Haworthias, que comparten las mismas necesidades de luz y riego. Los cactus columnares, como el Cereus peruvianus, crean un bonito equilibrio visual con ella, mientras que pequeñas plantas con formas más suaves, como las Gasterias, aportan contraste.

Euphorbia trigona y Sansevieria
En un decorado mineral, la Euphorbia cactus puede realzarse con grava, arena o guijarros, recreando un ambiente desértico. Una maceta de terracota reforzará este efecto natural y contemporáneo. En interiores, puede colocarse cerca de una iluminación indirecta para acentuar su apariencia escultórica y crear interesantes juegos de sombras. La Euphorbia combina a la perfección con una pintura o mobiliario en tonos cálidos: amarillo, naranja, ocre, terracota… que contribuyen a crear un ambiente exótico y evocador. Además, estos tonos crean un magnífico contraste de color con la euphorbia, permitiendo resaltarla. En cuanto a materiales o decoración, prioriza elementos naturales como la madera o la piedra.

Euphorbia trigona y Dieffenbachia. ¡El muro de ladrillos rojos y los tonos terracota son perfectos para realzar la silueta exótica de la euphorbia!
¿Euphorbia o cactus: ¿cómo diferenciarlos?
Las euforbias suculentas y los cactus se confunden fácilmente, sin embargo algunas diferencias permiten distinguirlos:
- Las espinas de los cactus se insertan en aréolas suaves, mientras que las euforbias no tienen aréolas. Las espinas de los cactus pueden desprenderse fácilmente, a diferencia de las de las euforbias, que están soldadas a la planta.
- En caso de herida, las euforbias producen látex, una savia blanca, lechosa, tóxica e irritante.
- Las flores de los cactus son grandes, a menudo coloridas y provistas de numerosos pétalos, mientras que las de las euforbias son mucho más pequeñas y discretas, pero también más numerosas, raramente solitarias.
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