Plantar gramíneas

Plantar gramíneas

Por qué, cuándo y cómo

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Modificado el 14 Febrero 2025  por Michael 2 min.

Las gramíneas ornamentales se han vuelto imprescindibles en nuestros jardines. No es de extrañar, ya que presentan cualidades muy valiosas para los jardineros: ofrecen formas flexibles y naturales, son fáciles de cultivar una vez establecidas y se adaptan a diversas condiciones. Nos cautivan por su grafismo y permiten realzar otras plantas, creando un magnífico fondo de macizo o un tapiz uniforme que resalta las flores más vibrantes. Con su follaje flexible, aportan al jardín un efecto muy natural, a la vez salvaje y contemporáneo. Según la variedad, pueden ser caducifolias o persistentes. Algunas poseen un follaje colorido y abigarrado espectacular. A finales del verano y en otoño, ofrecen una floración en espigas, muy ligera y etérea. ¡Descubre todos nuestros consejos para lograr su plantación y cultivo en el jardín!

Invierno, Primavera, Verano, Otoño Dificultad

¿Cuándo plantar las gramíneas?

Las gramíneas pueden plantarse en primavera, de marzo a mayo, o en otoño, en septiembre y octubre. En las regiones con inviernos fríos y húmedos, es preferible plantarlas en primavera, ya que los planteros y planteles tendrán todo el verano para establecerse antes de las primeras heladas. Por el contrario, en las regiones con clima más suave, la plantación otoñal es ideal: la tierra aún cálida y las lluvias regulares favorecen el enraizamiento. Solo asegúrate de evitar plantar demasiado tarde en otoño, especialmente si tu suelo es pesado y mal drenado, para proteger tus gramíneas del exceso de humedad y las heladas tempranas.

¿Dónde plantarlas?

La mayoría de las gramíneas se desarrollan bien al sol o bajo una sombra ligera, pero pocas toleran una sombra densa. Se adaptan a cualquier suelo bien drenado, incluso poco fértil… Son una excelente opción para vegetar terrenos pobres y secos. ¡O para crear un jardín económico, que no requiere riego, fertilizantes ni mantenimiento! Sin embargo, algunas gramíneas (por ejemplo, el Hakonechloa) prefieren suelos frescos, mientras que los juncos, la Caña comun (Arundo donax) o las cañas (Phragmites australis) prosperan en bordillos de charca.

Por último, algunas gramíneas se adaptan muy bien al cultivo en macetas! Elige, por ejemplo, el Pennisetum setaceum, el Carex oshimensis o la Hakonechloa macra. Combinadas con otras viváceas como verbenas o antemis, aportarán grácilidad y ligereza a tus jardineras.

→ Lee también: ¿Qué gramíneas para suelo arenoso?, ¿Qué gramíneas para suelo calizo? y ¿Qué gramíneas para suelo ácido?.

Pennisetum y flores cultivadas en maceta

¡Las gramíneas aportan ligereza a las jardineras! Aquí, Pennisetum con Anthemis, Sanvitalia, Bacopa y Bidens. (Copyright Friedrich Strauss – Biosphotos)

¿Cómo plantar las gramíneas?

Para un efecto visual exitoso, planta tus gramíneas en grupo. Las variedades más pequeñas, como los festucas, los carex o los stipa, ganan al ser agrupadas por al menos cinco plantas para crear tapices o fondos de macizos armoniosos. En masa, aportan estructura y ligereza a tus composiciones paisajísticas.

Para lograr la plantación de tus gramíneas, sigue estos sencillos pasos:

  • Cava un hoyo de plantación dos veces más ancho que el cepellón. Si tu suelo es pesado o mal drenado, añade grava o arena gruesa en el fondo para asegurar un buen drenaje.
  • Coloca el cepellón en el hoyo asegurándote de que la planta esté a la misma altura que en su maceta original. No entierres la base de los tallos, ya que esto podría dañar la planta.
  • Rellena el hoyo con la tierra extraída y compacta ligeramente
  • Riega abundantemente para ayudar en el establecimiento.
  • Una vez bien establecidas, las gramíneas requieren poco riego, pero es importante hidratarlas regularmente durante el verano siguiente a la plantación para favorecer su enraizamiento.

Dato útil: Algunas gramíneas, como el alpiste falso rosado (Phalaris arundinacea), tienen rizomas invasivos. Evita plantarlas cerca de plantas pequeñas y delicadas que podrían ser sofocadas.

Cómo plantar las gramíneas

¿Cómo cuidar las gramíneas?

Una vez bien establecidas, las gramíneas requieren poco mantenimiento, especialmente si su ubicación les resulta adecuada. A finales del invierno, la principal intervención a considerar es la limpieza de las matas: las variedades caducifolias deben podarse al ras para estimular su retoño en primavera, mientras que las persistentes solo necesitan un «peinado». Esta operación consiste en retirar las hojas muertas a mano o con un rastrillo para devolverles un aspecto limpio.

Algunas gramíneas vigorosas, como el Arundo donax o el Carex muskingumensis, pueden requerir un control puntual para evitar que invadan demasiado espacio. Si su desarrollo se vuelve excesivo, no dudes en reducir su tamaño o eliminar las partes no deseadas.

Por último, te recomendamos dividir tus gramíneas cada 3 a 5 años. Esta operación, que debe realizarse en primavera o a principios de otoño, permite rejuvenecer las matas, mejorar su crecimiento y multiplicar tus plantas para otras zonas del jardín. ¡Así las gramíneas lucirán más hermosas y vigorosas año tras año!

Para más información, consulta nuestros consejos en vídeo Podar una gramínea y Dividir una gramínea. Y nuestros artículos: Gramíneas, las que se podan, las que se peinan.

Descubre también el vídeo de Olivier sobre el Hakonechloa macra.