
La rotación de cultivos
¿Por qué hacer rotaciones y cómo implementarlas?
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La rotación de cultivos es una práctica que consiste, en el huerto, en no cultivar varios años seguidos la misma hortaliza en la misma parcela. Esta práctica se basa en dos puntos esenciales: las necesidades de las plantas en términos de nutrientes y la prevención de enfermedades. ¡Descubre cuál es el interés de las rotaciones de cultivo y cómo organizarte para implementarlas!
¿Por qué hacer rotación de cultivos?
Las necesidades de las plantas
Las plantas tienen «apetitos» diferentes: algunas son frugales como el ajo, otras son glotonas como el repollo. Tampoco extraen la misma cantidad ni los mismos nutrientes del suelo. Además, algunas plantas pueden enriquecer la tierra, como las fabáceas (guisantes, judías, habas…) que fijan el nitrógeno atmosférico. Por lo tanto, la rotación de cultivos permite que los planteros y semilleros de hortalizas se beneficien todos, en el tiempo oportuno, de la cantidad justa de elementos esenciales para su crecimiento.
La prevención de enfermedades y plagas
Muchos parásitos y enfermedades están ligados a una especie o a una familia botánica (Hernia del repollo, Mildiu de las Compuestas, Mosca de la zanahoria…) y pueden permanecer en la tierra durante varios años. Así, hacer que se sucedan plantas de familias botánicas diferentes permite frenar el carácter crónico de estas enfermedades o de los ataques parasitarios.

La haba fija el nitrógeno atmosférico
¿Cómo hacerlo?
En el huerto, las rotaciones se realizan según el tipo de hortaliza (semilla -> hoja -> raíz -> fruto) asegurándose de no hacer seguir dos hortalizas pertenecientes a la misma familia botánica, y respetando las necesidades de las plantas en términos de fertilización (son posibles aportes intercalados).
Aquí tienes dos ejemplos de rotaciones:
Parcela A:
- 1) Hortaliza semilla: Guisantes (Fabáceas)
- 2) Hortaliza hoja: Lechugas (de la familia de las asteraceae) seguido de un aporte moderado de compost
- 3) Hortaliza raíz: Patata (Solanáceas) seguido de un aporte moderado de compost
- 4) Hortaliza fruto: Pepino (Cucurbitáceas)
Parcela B:
- 1) Hortaliza raíz: Remolacha (Quenopodiáceas) después de un aporte moderado de compost,
- 2) Hortaliza fruto: Tomate (Solanáceas)
- 3) Hortaliza semilla: Haba (Fabácea) seguido de un aporte importante de compost
- 4) Hortaliza hoja: Coles (Brasicáceas)
A falta de organizar la rotación del huerto varios años por adelantado, es importante conservar, para cada parcela, un registro escrito de la ubicación de las hortalizas pero también de los aportes en materia orgánica, para hacer suceder los cultivos de manera óptima.
Ten en cuenta que las plantas hortícolas viváceas (fresas, alcachofas, espárrago blanco…) no están incluidas en los ciclos de rotación. No obstante, al renovar las plantaciones, se respeta el principio de rotaciones alargando la duración hasta 8, incluso 10 años.
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