
Higuera: plantación, poda y cuidados
Nuestros consejos para cosechar hermosos higos
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La higuera (Ficus carica) es un árbol frutal muy decorativo que ofrece, al mismo tiempo, deliciosos frutos dulces y un follaje espectacular. Eligiendo bien tu variedad, podrás cultivarla casi en cualquier lugar. Aquí tienes nuestros consejos para plantarla, podarla y cuidarla correctamente y así cosechar hermosos higos.
Plantar una higuera: el mejor lugar
La higuera exige, para fructificar bien, una exposición soleada y protegida de los vientos fuertes, especialmente al norte del Loira.
Se adapta a una amplia variedad de tipos de suelos, incluso pobres, pedregosos y secos, o incluso rocosos. Su preferencia son los suelos profundos, sueltos y calcáreos.
Puedes plantarla a resguardo de un muro que la proteja del frío durante los inviernos rigurosos, con una exposición sur o suroeste, teniendo en cuenta que sus raíces son potentes y rastreras.
Considera también sus dimensiones en edad adulta para determinar la distancia a la que la plantarás. Si dispones de poco espacio, opta por variedades que se cultivan en macetas como ‘Ice Crystal’.
Las variedades de la higuera cultivada son autopolinizantes y partenocárpicas. Permiten obtener frutos sin fertilización. Estas variedades no necesitan estar en presencia de otros pies de higuera ni requieren la intervención del blastófago, único insecto polinizador de la higuera, demasiado friolero para sobrevivir en clima frío.



¿Cuándo y cómo plantar?
La higuera se planta de noviembre a finales de marzo, fuera de los períodos de heladas. En las regiones más frías, es preferible plantarla a principios de primavera.
En el momento de la plantación, coloca una capa de grava en el fondo del hoyo y añade una mezcla de tierra de jardín y compost maduro.
Ver también
Cómo plantar un árbol frutal ?Podar la higuera
La poda de la higuera es importante. Su madera hueca cicatriza con dificultad, por lo que es preferible no podarla demasiado severamente, especialmente en invierno cuando es más frágil.
Prefiere una poda a principios de primavera durante la subida de la savia.
- En abril, se recomienda pinzar los brotes jóvenes, es decir, cortar la punta con las uñas. Para las higueras ya bien formadas, utiliza unas tijeras de podar y corta por encima del 2º ojo los retoños del año.
- De septiembre a noviembre (diciembre para las regiones meridionales), corta los brotes que han fructificado para mejorar la próxima fructificación y la cosecha venidera.
Aplica un cicatrizante tipo arcilla en las heridas de poda.
Los cuidados necesarios
Los dos primeros años tras la plantación de la higuera, deberás asegurarte de que no le falte agua, especialmente durante el verano, ya que su sistema radicular, aunque es capaz de buscarla en lo profundo del suelo, no está lo suficientemente desarrollado.
La higuera es poco sensible a enfermedades y plagas. La aplicación de un abono orgánico especial para higueras será beneficiosa para la productividad.
Para saber más sobre la higuera
- Lee nuestro artículo: «Higuera: las variedades imprescindibles para el jardín»
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