El secado de las frutas recolectadas en el jardín

El secado de frutas frescas

Una vez lavadas, las frutas se cortarán en trozos pequeños o en rodajas finas, para reducir la duración del secado.

Secado al sol:

Coloca las frutas sobre rejillas de madera. Las frutas no deben tocarse entre sí. Sitúa las rejillas en el exterior, no a pleno sol sino más bien en un lugar cálido, seco y aireado. Cubre las frutas con una tul o una tela muy ligera que las proteja de los insectos y el polvo. Voltea las frutas todos los días. Al final del día, guarda las frutas en el interior para evitar que recuperen humedad. Si eres manitas, también puedes fabricar un secador solar. El secado al sol es un método sencillo pero lento, que puede complementarse con un secado al horno, especialmente en las regiones menos soleadas.

Secado en deshidratador:

Actualmente se encuentran en el mercado diferentes modelos de deshidratadores alimentarios que se adaptarán a tus necesidades. Como cada modelo tiene sus particularidades, te recomendamos simplemente seguir las instrucciones de uso.

Secado al horno:

Coloca tus frutas sobre una rejilla y calienta el horno a baja temperatura (40°C) dejando la puerta entreabierta. Esta técnica es práctica si tienes un horno que permita bajas temperaturas, pero consume más energía.

El secado de frutos de cáscara (nuez, avellanas y almendra)

Para secar frutos de cáscara:

• Retira la envoltura protectora, a menudo agrietada, que cubre las cáscaras.
• Extiende las nueces, avellanas o almendras con cáscara sobre rejillas de madera sin amontonarlas, asegurándote de eliminar las cáscaras dañadas o picadas.
• Coloca las rejillas en un lugar cálido, seco y bien ventilado durante una semana. Remueve regularmente.

Una vez secos, estos frutos de cáscara se conservan protegidos del calor y la humedad, en un lugar fresco y ventilado (como un sótano o buhardilla, por ejemplo).