
El riego de los tomates: ¿cómo hacerlo?
¿Qué frecuencia, cantidad y métodos para regar los tomates?
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El riego de los tomates es un tema que suele generar dudas en el huerto. De hecho, es una hortaliza de fruto conocida por ser exigente en agua pero sensible a los ambientes húmedos, que provocan el temido mildiu y otras enfermedades criptogámicas.
Entonces, ¿cómo regar los tomates? ¿Cuándo y con qué frecuencia? ¿Cuál es el mejor método: la regadera, la técnica de la botella de plástico o un sistema de goteo? ¿Qué precauciones hay que tomar? ¿Realmente hay que regar los tomates? Y si es así, ¿cuándo parar?
Aquí tienes todas las respuestas a estas preguntas, así como numerosos consejos para regar bien tus tomates.
¿Qué agua usar para regar los tomates? ¿En qué cantidad?
No nos cansaremos de repetirlo: el mejor agua para regar es el agua de lluvia. Almacenada a temperatura ambiente, no provoca un choque térmico en las plantas.
En teoría, se recomienda regar los tomates con 1 litro de agua al día. Esta cifra, indicativa, debe adaptarse por supuesto en función de varios factores:
- La etapa de desarrollo de la planta: las necesidades de agua aumentan hasta la formación de los frutos y luego se estabilizan durante su maduración. Una planta de tomate recién trasplantada no necesita una gran cantidad de agua para desarrollarse. Un riego demasiado abundante en esta etapa podría hacer que se pudra o provocaría, especialmente si este riego se combina con un aporte masivo de abono nitrogenado, un crecimiento demasiado rápido lo que la haría más frágil.
- El clima, las temperaturas exteriores y el modo de cultivo (en macetas, en tierra, al aire libre o bajo cubierta): cuanto más calor hace, más importante es el fenómeno de evaporación y más necesitarán ser regados tus tomates. En invernadero o túnel, las temperaturas suben muy rápido y pueden alcanzar fácilmente los 50°C. En macetas, la temperatura de la tierra también puede subir muy rápido.

Bajo cubierta, los tomates están sometidos a altas temperaturas: adapta el riego en función
- La naturaleza del suelo también influye mucho: los terrenos arcillosos pero también los suelos ricos y húmedos conservan más tiempo la humedad que un suelo más pobre, arenoso, filtrante…
- Las variedades cultivadas: los tomates de frutos pequeños, tipo cherry, necesitarán menos agua para formar sus frutos a diferencia de las variedades de grande calibre.
Lo que hay que recordar: riega con moderación, teniendo en cuenta el tamaño de tus plantas, las condiciones de cultivo, las lluvias. No riegues demasiado para incentivar al sistema radicular a desarrollarse en profundidad. Recuerda acolchar el suelo para conservar la humedad.
Ver también
Tomate: mildiu, otras enfermedades y plagas¿Cuándo y con qué frecuencia regar los tomates?
El mejor momento para regar los tomates es por la mañana, temprano. También puedes regar por la noche, pero es un poco más arriesgado: si el follaje está mojado, se secará más lentamente que durante el día, lo que aumenta el riesgo de aparición del mildiu.
Solo existe una regla de oro en cuanto a la frecuencia de riego: la regularidad.
De hecho, regar de manera demasiado aleatoria, desordenada, demasiado o poco frecuente y en exceso provoca un estrés hídrico que conduce a manifestaciones fisiológicas como el cul negro del tomate, el agrietamiento de los frutos y también el enrollamiento de las hojas (para saber más sobre estos fenómenos, consulta nuestra ficha de consejos «Tomates: mildiu, otras enfermedades y plagas»).
Regar bien no significa necesariamente regar con mucha frecuencia, sino con un ritmo regular, que puede ser cada tres o cuatro días o incluso, en condiciones muy favorables, ¡cada 15 días!
Si cultivas tus tomates en macetas o contenedores, el sustrato se seca muy rápido, por lo que el riego deberá ser aún más regular para evitar que el sustrato se seque por completo. De lo contrario, tendrás muchas dificultades para rehidratarlo.
Lo que hay que recordar: riega cuando todavía hace fresco, elige un ritmo y mantente fiel a él para no estresar tus plantas. Si te parece complicado, opta por un sistema de riego automático por goteo.
¿Cómo regar correctamente los tomates?
- La regadera: un método clásico pero efectivo para regar tomates
Lo más sencillo es regar tus tomates manualmente, con una regadera, suavemente y con cuidado para no mojar nunca el follaje. Para ello, no dudes en podar las hojas inferiores (consulta nuestra ficha consejo «La poda de los tomates y su conducción»).
Riega con la alcachofa, al pie de la planta pero también alrededor (especialmente si plantaste tus tomates tumbados) para que todo el sistema radicular de tus tomates pueda beneficiarse del agua.
También puedes regar directamente con una manguera, pero este método es menos práctico ya que a menudo te costará evaluar la cantidad de agua distribuida.
- El riego automático por goteo: ideal para los tomates
Nada es más regular que un riego por goteo. Este método es perfecto para el cultivo de tomates e incluso te permite ausentarte unos días. Vendidos en kits, fáciles de instalar, estos sistemas se conectan:
– a un grifo,
– a un depósito de agua elevado para que la gravedad genere presión suficiente.
El único inconveniente del goteo es que normalmente se coloca un solo emisor al pie de la planta. El riego es muy localizado, lo que no fomenta que las raíces se extiendan bajo tierra.
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- La técnica de la botella y otros trucos para regar tomates
Uno de los trucos más conocidos es el de la botella de agua. Puedes elegir entre estas dos variantes:
– corta el fondo, haz agujeros en el tapón, colócala boca abajo en el suelo y llénala
– haz agujeros en la botella, entiérrala en la tierra y llénala
En la misma línea, también puedes usar ollas de barro o, con el mismo principio, enterrar macetas grandes de barro sin barnizar que cubrirás con un platillo para maceta para limitar la evaporación y evitar que pequeños animales se ahoguen. Una vez llenas, liberarán el agua lentamente, alrededor y en profundidad.
Lo que hay que recordar : lo más sencillo es usar una regadera y regar generosamente alrededor del pie, sin mojar el follaje. Los sistemas de goteo son especialmente adecuados para regar tomates.

Regar tomates: el truco de la botella de agua
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