
Dafne: ¿cómo cuidarla?
Un arbusto de floración muy perfumada
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El Dafne es un arbusto de crecimiento lento pero muy resistente y bastante adaptable siempre que se respeten sus condiciones de cultivo. No hay un mantenimiento regular que realizar, pero ciertas precauciones para asegurarle un buen futuro son necesarias desde la plantación.
Colócalo en buenas condiciones
La Dafne debe plantarse a media sombra, prefiere lugares sombreados donde la luz solar indirecta sea filtrada por los árboles. Un lugar protegido de las heladas primaverales y los vientos fríos es ideal.
Una vez bien enraizada en un suelo ligero, más bien neutro o ligeramente ácido, rico en humus, fresco y bien drenado, requiere pocos cuidados. Solo teme una cosa: el exceso de agua.
Piensa también en protegerla de las heladas invernales. Por debajo de -5°C, protégela para mantener el follaje sano y disfrutar de su floración precoz. Por debajo de -10°C, la protección es imprescindible: la Dafne puede protegerse con un velo de hibernación. Riega ligeramente al final del período de heladas, de lo contrario morirá de sed.
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La Dafne: cómo plantarla, cultivarla y cuidarlaAsegura el drenaje
La Dafne teme las enfermedades criptogámicas que se desarrollan en suelos pesados, compactos y húmedos. Por eso el suelo debe ser bien filtrante sin estar demasiado seco en verano.
Es, con mayor frecuencia, el exceso de agua lo que debilita sus raíces y favorece la contaminación de la planta por el Phytophtora, un hongo tellúrico: este ataque puede matar a la Dafne de manera totalmente repentina y radical. Se desarrolla en condiciones de humedad persistente, con riegos demasiado frecuentes y con una temperatura elevada. Una tierra ligera o aligerada y un buen drenaje son, por tanto, indispensables: una capa de grava de unos veinte centímetros en el fondo del hoyo de plantación, complementada con compost o tierra de brezo y un poco de grava.
Mantenlo fresco en verano
Es importante mantener las raíces de la Dafne frescas en verano. Todas las precauciones destinadas a mantener la frescura en su base son bienvenidas. Los beneficios del acolchado son numerosos: alimentar el suelo, mantener la frescura de la tierra, reducir los riegos, disminuir el desarrollo de malas hierbas… Realiza el acolchado a finales de abril o principios de mayo, cuando el suelo esté caliente. Este acolchado de verano ralentizará el crecimiento de las hierbas y el secado del suelo.
Prefiere las cortezas de pino marítimo (con un pH ácido) para esta planta típica de tierra de brezo. Extiéndelas en capas de unos 5 cm y renueva cada año. También puedes plantar pequeñas viváceas (helechos, brezos) o bulbos para proteger la base, preservar la humedad del suelo y limitar los riegos. Riégalo en verano, el resto del año el clima se encargará: en general, prefiere un suelo relativamente seco.
Omite el tamaño
En la Dafne, la poda es innecesaria excepto para eliminar la madera muerta o limitar su porte. La planta adquiere de forma Natural un porte redondeado y compacto. El crecimiento de la Dafne siendo muy lento, no será necesario en los primeros años. Además, la poda podría perjudicarla: esta planta reacciona mal a un corte drástico y muchas enfermedades pueden «colarse».
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