El caldo de ajo, o más precisamente la decocción de ajo, tiene una gran utilidad en el huerto, el vergel, así como para algunas plantas florales como los rosales. Las propiedades del ajo ofrecen de hecho un medio de lucha potente y totalmente natural contra los insectos plagas y numerosas enfermedades.
En forma de decocción, el Allium sativum se utiliza de manera preventiva contra la caída de las siembras. Como tratamiento curativo, se usa el caldo de ajo para erradicar pulgones, ácaros y orugas, pero también para tratar diversas enfermedades criptogámicas como la abolladura del melocotonero, el mildiu, la roya, o incluso el oídio...
Para no desperdiciar nada, la decocción de ajo puede prepararse fácilmente con un mínimo de utensilios. Descubre aquí la receta del caldo de ajo, así como el detalle de sus posibles usos en tus plantas.
¿Caldo de ajo o decocción de ajo? La importancia de la semántica
Comúnmente llamado "caldo de ajo", esta preparación es en realidad una decocción. De hecho, si el tomate, la ortiga, los helechos o la consuelda son mucho más eficaces en forma de caldo, las propiedades del ajo son mucho superiores en forma de decocción.
Así, a menudo se habla erróneamente de caldo de ajo en lugar de decocción de ajo. Sin embargo, la denominación aquí tiene toda su importancia, ya que no se prepara un caldo de la misma manera que una decocción.
De hecho, esta última requiere llevar la preparación a ebullición y no necesita fermentación como requiere el caldo. Del mismo modo, el caldo siempre se elabora a partir del follaje de la planta, lo que no es necesariamente el caso de la decocción, especialmente la de ajo.
Preparar una decocción de ajo
Preparar un caldo de ajo es muy fácil y requiere un equipo bastante común.
El material
- 1 cuchillo
- 1 olla
- 1 tamiz (o en su defecto un paño fino)
- 1 embudo
- 1 bidón de plástico
- 5 litros de agua
- 10 vainas de ajo común
Los pasos de preparación
1. Empieza por picar groseramente la decena de vainas de ajo.
2. Colócalas en una olla llena con cinco litros de agua.
3. Lleva todo a ebullición.
4. Tapa con una tapa y deja cocer a fuego lento durante 20 minutos.
5. Deja que la preparación se enfríe durante una hora, manteniendo la tapa puesta.
6. Pasado este tiempo de reposo, filtra tu decocción con ayuda del tamiz, para eliminar cualquier residuo.
7. Vierte la decocción en el bidón de plástico ayudándote del embudo para no derramar.
Nota: la decocción de ajo debe usarse rápidamente, ya que no se conserva más de unos pocos días. En lugar de tirar el excedente, úsalo en otras plantas del jardín.
Truco adicional
El laurel permite hacer la decocción de ajo aún más eficaz gracias a las propiedades bactericidas de Laurus nobilis que refuerzan su acción.
1. Prepara el caldo de ajo como se mencionó anteriormente.
2. Deja macerar la decocción durante 4 días.
3. Pasado este tiempo, infusiona 40 gr de laurel en 1,5 L de agua.
4. Filtra y mezcla esta infusión de laurel con tu decocción de ajo.
5. Aplica en el huerto una vez que la preparación se haya enfriado lo suficiente.
Las ventajas de la decocción de ajo en el jardín
En el jardín, la decocción de ajo tiene dos principales beneficios.
Para empezar, la decocción de ajo produce un efecto repelente sobre muchos insectos plagas, entre los más comunes de nuestros jardines. El olor intenso del ajo aleja a estos indeseables, entre los que se encuentran:
- los pulgones;
- las orugas, y en particular la oruga de la col;
- y los ácaros.
Nota: cultivar ajo en el huerto también tiene un efecto repelente sobre las plagas.
El caldo de ajo también permite proteger tus plantaciones de un gran número de hongos patógenos.

Planta de tomate atacada por el mildiu © Goldlocki
Entre ellos, se encuentran en particular:
- Phytophtora infestans, responsable del mildiu cuyo nombre genérico designa diversas enfermedades criptogámicas que afectan a muchas plantas (como la vid, el tomate, la patata, la lechuga y la calabaza);
- los hongos ascomicetos, responsables del oídio, enfermedad frecuente en el huerto conocida como podredumbre blanca o enfermedad del blanco;
- Puccinia recondita, responsable de la roya que afecta, también, a muchos vegetales y causa un debilitamiento de estos;
- Capnodium oleaginum o Fumago salicina, origen de la fumagina, una enfermedad que sigue a las secreciones de melaza de los insectos chupadores (como los pulgones);
- Botrytis, Fusarium, Rhizoctonia, Sclerotinia, Phyhium, Phoma... Responsables de la caída de las siembras, enfermedad que afecta a las plántulas recién emergidas;
- Monilia laxa y Monilia fructigena, responsables de la moniliosis, también llamada podredumbre de los frutos;
- y Taphrina deformans, responsable de la abolladura del melocotonero o abolladura del almendro, que provoca una deformación de las hojas así como importantes daños en los frutales.
¿Cómo usar la decocción de ajo en tus plantas?
Antes de empezar, ten en cuenta que la decocción de ajo es bastante fuerte. Prefiere por tanto usarla por la tarde en lugar de durante el día, para evitar quemaduras en tus plantaciones.
Recordemos además que esta decocción se usa tanto como tratamiento preventivo como curativo, siempre y cuando se respeten proporciones razonables y controladas.
Usar el caldo de ajo como tratamiento preventivo
Con ayuda de un pulverizador a presión, vaporiza la decocción de ajo pura sobre el follaje de las plantas más sensibles. Procede así cada 3 o 4 días, durante un período de 12 días.
Para prevenir la caída de las siembras, riega estas con tu decocción usando una regadera con alcachofa. La frecuencia y duración del tratamiento preventivo son las mismas que las mencionadas anteriormente.
Usar la decocción de ajo como remedio curativo
En caso de enfermedades confirmadas, usa la decocción de ajo por sus propiedades fungicidas.
Nuevamente, usa el caldo de ajo puro, y aplícalo mediante pulverización sobre las hojas. Procede así todos los días durante una semana.
Comentarios