El limón, auténtica estrella de los cítricos, resulta además fácil de cultivar. Sin embargo, es necesario un buen manejo del riego para asegurar su desarrollo, pero también para garantizar su floración y fructificación. Sin un aporte de agua adecuado, tus cosechas de limones podrían ser bastante escasas. Sobre todo porque el limonero tiene importantes necesidades de agua, especialmente cuando se cultiva en macetas, como ocurre en la mayoría de las regiones de Francia.

Frecuencia de riego según las estaciones, tipo de agua a preferir... Descubre en detalle cómo regar correctamente un limonero.

Entender las necesidades de agua del limonero

Primero hay que entender que el limonero es un árbol muy exigente en nutrientes y agua. Aunque su mantenimiento es sencillo, debe ser regular y constante. Tres parámetros son esenciales para su crecimiento, salud y fructificación:

  • aportes de abono bien ricos;
  • un riego perfectamente adaptado a sus necesidades;
  • sol y calor.

¿Cómo saber si un limonero necesita agua?

Un limonero que carece de agua puede manifestar su incomodidad con un amarilleamiento de sus hojas. Sin embargo, no te fíes solo de este fenómeno, ya que también puede indicar falta de nitrógeno o exceso de agua.

 

Por otro lado, los signos evidentes de falta de agua se reconocen por:

  • hojas que apuntan hacia abajo;
  • un sustrato muy seco.

¿Cómo saber si un limonero está demasiado regado?

Los riegos excesivos pueden ser responsables de la pudrición de las raíces del árbol, una enfermedad fatal para la planta.

Como acabamos de ver, hojas que amarillean rápidamente pueden indicar falta, pero también exceso de agua.

Otros indicios, un limonero sufre por exceso de agua si:

  • sus hojas tienden a apuntar hacia arriba;
  • el sustrato parece lodoso;
  • aparecen pequeños pozos de agua en el suelo para los ejemplares en terreno abierto.

Regar un limonero cultivado en terreno abierto

¿Qué agua usar para regar un limonero?

La gran mayoría de los especialistas recomiendan usar agua de calidad para regar un limonero. El agua de lluvia es la más aconsejada aquí. De hecho, el limonero es muy sensible a las aguas ricas en sal. Además, el agua de lluvia es más ácida que la del grifo.

Si no tienes más opción que usar agua corriente, toma algunas precauciones para eliminar todo el cloro y hacerla más pura y suave:

  • déjala reposar unos días;
  • o fíltrala con una jarra diseñada para ello (un palo de carbón vegetal también puede servir aquí).

En cualquier caso, asegúrate de usar agua a temperatura ambiente. Así evitarás choques térmicos.

Regar un limonero cultivado en terreno abierto

Si cultivas tu limonero en terreno abierto, ten en cuenta que el primer año tras su plantación es también cuando el árbol más necesita agua. Entonces deberás regarlo sin excesos, pero cada día.

Una vez bien establecido, el árbol ya no necesitará ser regado más que en caso de fuertes calores o sequía prolongada. En estas circunstancias, realiza los riegos por la tarde preferiblemente.

ATENCIÓN
Asegúrate de no mojar nunca el follaje de tu limonero
al regar. Como muchas plantas, este frutal es sensible a las enfermedades fúngicas.

Nota: además de los riegos, este cítrico también agradece varios aportes de abono en el mismo año para apoyar su floración, fructificación y el crecimiento de sus frutos.

Regar un limonero cultivado en maceta

Un limonero en maceta tiene necesidades de agua mucho mayores que uno en terreno abierto. De hecho, las raíces del árbol no pueden buscar lo que necesitan en el suelo. Además, el cultivo en maceta provoca una evaporación mucho más rápida de la tierra. Sin contar que el agua de riego tiende naturalmente a escurrirse directamente al fondo de la maceta. Cuidado además con que el agua no se estanque nunca en el fondo de la maceta, ni siquiera en su platillo.

Regar un limonero cultivado en maceta

El truco de Solenne: para evitar la pudrición de las raíces, eleva la maceta de tu limonero respecto a su platillo. Para ello, coloca una buena capa de grava o bolas de arcilla en el platillo, y pon la maceta del arbusto encima.

Durante la temporada cálida, el limonero en maceta debe regarse muy regularmente, es decir, tan pronto como la superficie del sustrato esté seca. En caso de calor, los riegos podrían ser incluso diarios, sin importar la edad del árbol. En invierno, suspende al mismo tiempo los riegos y los aportes de abono.

Nota: aunque las necesidades de agua son mayores en el limonero en maceta, lo mismo ocurre con los aportes de abono. El sustrato tiende a empobrecerse mucho más rápido en maceta. Añade abono al sustrato 1 o 2 veces al mes.

Regar un limonero con riego por goteo

El mejor sistema de irrigación para los cítricos no es otro que el riego por goteo. Común en el jardín, este método de riego puede además aplicarse a tus cultivos en terreno abierto, pero también para tus plantas en maceta. Existen kits de riego por goteo específicos para cultivos en maceta.

Las ventajas del riego por goteo para el limonero:

  • permite riegos continuos y localizados directamente en la base de la planta, lo que limita las pérdidas por evaporación.
  • Además, el goteo suministra el agua muy lentamente, según las necesidades, lo que permite al sustrato absorberla poco a poco, reduciendo drásticamente los riesgos de acumulación y, por tanto, de pudrición de raíces.
  • El método también permite una mejor asimilación de nutrientes, como el fósforo o el potasio, que de otro modo son poco móviles.
  • En terreno abierto, el sistema permite distribuir mejor el agua por toda la circunferencia de las raíces del limonero.
  • También limita la aparición de malas hierbas, ya que la superficie del suelo permanece seca, lo que reduce la germinación de sus semillas.
  • El riego por goteo también disminuye los riesgos de enfermedades fúngicas.