El Abelia es un hermoso arbusto muy florífero con follaje decorativo. En verano, se cubre de pequeñas flores blancas o rosadas, a menudo perfumadas. Versátil, se integra perfectamente en todos los jardines. Es un arbusto muy fácil de propagar haciendo esquejes de las ramas para obtener ejemplares jóvenes fieles a la variedad "madre", para replantar en tu jardín, en macizos, en setos floridos o incluso en macetas.
Descubre cuándo y cómo hacer esquejes de abelia muy fácilmente gracias a nuestro tutorial ilustrado.
¿Cuándo hacer esquejes de abelia?
La propagación se realiza mediante esquejes semileñosos o semiagostados a mediados del verano, en julio/agosto (cuando las ramas se lignifican, es decir, comienzan a transformarse en madera dura). Este método simple y rápido para propagar el Abelia da muy buenos resultados.
El material necesario
Para proceder al esquejado de un abelia, conviene equiparse con el material adecuado:
- Una maceta de barro
- Un tijeras de podar bien afiladas, previamente desinfectadas con alcohol a 70°C, para evitar cualquier riesgo de propagación de enfermedades
- Un lápiz o un palito para hacer agujeros en el sustrato
- Sustrato especial para siembra o esquejes
- Una campana, un invernadero o simplemente una bolsa de plástico transparente
- Un pulverizador
¿Cómo hacer esquejes de abelia al estacado?
El esquejado al estacado es muy fácil de realizar y permite mantener un sustrato suficientemente húmedo durante el verano: el sustrato nunca debe secarse por completo. Esta técnica consiste en cubrir los esquejes con una bolsa de plástico o una campana para mantener una atmósfera cálida y húmeda alrededor de los esquejes. Así, bien mantenidos en calor, estos enraízan más fácilmente.
- Prepara una maceta llena de una mezcla de sustrato para siembra y arena de río a partes iguales para acoger tus esquejes
- Humedece el sustrato
- Con las tijeras de podar, toma de la "planta madre" ramas del año no demasiado tiernas y bien vigorosas de 20-25 cm de largo
- Corta justo debajo de un nudo
- Elimina todas las hojas en la mitad inferior de los tallos, unos 10 cm de largo
- Corta las hojas restantes por la mitad, así limitarás la evaporación
- Haz agujeros con el lápiz en el sustrato y luego introduce los esquejes hasta tres cuartas partes en cada uno de los agujeros, espaciándolos 10-15 cm
- Apisona suavemente con los dedos alrededor de los tallos y riega con el pulverizador
- Cubre la maceta con plástico transparente sujeto con una goma o colócala bajo campana para mantener los esquejes al estacado
- Coloca la maceta a la sombra hasta el otoño
- Riega regularmente pero sin exceso para que el sustrato permanezca siempre fresco pero no encharcado
- Abre de vez en cuando para evitar la aparición de moho
- A principios de octubre, cuando los esquejes muestren signos de recuperación, retira el plástico o la campana y coloca la maceta bajo invernadero o en una veranda para el invierno
- Riega tan a menudo como sea necesario pero sin exceso, ya que un exceso de humedad favorece el desarrollo de moho
El enraizamiento es bastante lento. Los esquejes podrán trasplantarse directamente en terreno abierto o trasplantarse a un contenedor más grande la primavera siguiente.
Para saber más
- Consulta también nuestra ficha consejo: «El esquejado, todo sobre las diferentes técnicas y nuestros consejos para tener éxito con tus esquejes»
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