Plantar los bulbos resistentes de floración de verano

Plantar los bulbos resistentes de floración de verano

Dónde, cuándo y cómo plantarlas

Contenido

Modificado el 25 Octubre 2024  por Pascal 4 min.

Los bulbos de verano resistentes son perfectos para animar el jardín en la temporada cálida, ofreciendo una floración espectacular sin requerir mucho mantenimiento. Una vez plantados, tienen la ventaja de poder permanecer en la tierra varios años, deleitándonos cada verano con sus flores coloridas. Entre ellos, encontramos especialmente las Chispas, los lirios, las galtonias, así como algunas variedades de ajo ornamental y gladiolos (como el Allium sphaerocephalon, el Allium schubertii y el Gladiolus byzantinus). Algunas especies menos conocidas, como las tulbaghias, eucomis y triteleias, también resultan relativamente resistentes. ¡Descubre todos nuestros consejos para lograr con éxito la plantación de estos bulbos en el jardín!

Dificultad

¿Dónde plantar los bulbos de floración de verano?

La mayoría de los bulbos resistentes con floración de verano prefieren una exposición a pleno sol, indispensable para garantizar una floración abundante y duradera. Algunas variedades pueden tolerar la media sombra, especialmente en regiones cálidas donde la luz tamizada les evita el estrés de las horas más calurosas.

Estos bulbos tienen un enemigo temible: el exceso de humedad en invierno, que puede pudrir sus raíces. Por esta razón, privilegia ubicaciones bien drenadas. Si tu jardín tiene un suelo pesado o arcilloso, aligéralo añadiendo grava o arena gruesa. Otro truco es plantar los bulbos en una ligera pendiente o montículo para favorecer el drenaje del agua.

Los bordillos soleados, los macizos y los parterres elevados son buenas opciones para la plantación de estos bulbos rústicos. Se integran bien entre otras plantas perennes que los protegen de los vientos fuertes sin darles sombra, o entre gramíneas para un efecto natural. En jardines donde el drenaje es difícil, considera el cultivo en macetas o jardineras, lo que permite controlar mejor la humedad y mover los bulbos según sus necesidades.

¿Cuándo plantarlas?

Los bulbos de floración de verano se plantan generalmente en primavera, en abril-mayo, una vez descartado todo riesgo de heladas y cuando la tierra empieza a calentarse. Así aprovechan las condiciones ideales para enraizar bien y desarrollarse antes de iniciar su floración estival. En las regiones con climas más suaves o para los bulbos más resistentes, la plantación es posible en otoño, entre septiembre y noviembre, cuando la tierra todavía está un poco cálida pero las temperaturas empiezan a bajar. Este periodo permite a los bulbos enraizar antes de la llegada del invierno, asegurando así un crecimiento más vigoroso en primavera y una floración óptima en verano.

¿Cómo plantarlas?

La plantación de bulbos resistentes de floración de verano es sencilla y se realiza en unos pocos pasos para garantizar una floración óptima. Estos son los pasos a seguir:

  • Prepara el suelo: Elige un lugar bien drenado, preferiblemente a pleno sol. Afloja la tierra hasta unos 20 cm de profundidad para facilitar el enraizamiento y, si el suelo es arcilloso, incorpora grava o arena gruesa para mejorar el drenaje.
  • Cava hoyos a la profundidad adecuada: Por lo general, planta los bulbos a una profundidad equivalente a dos o tres veces su altura. Por ejemplo, un bulbo de 5 cm de altura deberá enterrarse a unos 10-15 cm de profundidad. Esta profundidad los protege de las variaciones de temperatura y les da suficiente estabilidad para crecer bien.
  • Separa los bulbos: Para evitar que las plantas compitan entre sí, deja suficiente espacio entre cada bulbo. En promedio, un espacio de 10 a 15 cm entre cada bulbo es ideal, pero verifica las recomendaciones específicas para cada especie.
  • Planta el bulbo en la posición correcta: Coloca cada bulbo con la punta hacia arriba, ya que de ahí saldrán los nuevos retoños.
  • Cubre y compacta ligeramente: Rellena los hoyos con tierra y luego compacta suavemente para asegurar bien los bulbos en el suelo. Solo te queda regar (sin excesos, especialmente si la tierra aún está húmeda en primavera).

¿Cómo cuidarlas?

Los bulbos resistentes con floración de verano suelen ser poco exigentes, pero un mantenimiento sencillo y regular les garantiza una floración generosa año tras año. Aquí tienes algunos consejos para cuidarlos correctamente:

  • Riega con moderación durante la temporada de crecimiento, aumentando ligeramente los riegos en períodos de alto calor o sequía. A los bulbos no les gusta el exceso de humedad, así que asegúrate de que el suelo esté seco en la superficie antes de volver a regar.
  • Aporta fertilizante en primavera, cuando los bulbos comienzan a brotar. Un fertilizante equilibrado o una enmienda orgánica (compost, estiércol bien descompuesto) favorecerá una floración abundante. Renueva una pequeña dosis de fertilizante durante el período de floración para apoyar a la planta.
  • Mantén la base de los bulbos libre de malas hierbas para evitar la competencia por nutrientes. Un acolchado orgánico, como cortezas de pino o compost, puede ser aplicado alrededor de los bulbos para conservar la humedad, limitar las malas hierbas y protegerlos del frío en invierno.
  • Corta las flores marchitas a medida que se marchiten para estimular nuevas flores y evitar que la planta agote su energía produciendo semillas. Sin embargo, deja las hojas en su lugar hasta que se pongan amarillas de forma natural, ya que proporcionan nutrientes al bulbo para la siguiente temporada.
  • En regiones con inviernos rigurosos, un acolchado grueso (paja, hojas secas) puede ayudar a proteger los bulbos del frío. Para las variedades más sensibles, se recomienda una protección adicional con cubierta de invernada, o puedes desenterrarlos y almacenarlos en un lugar fresco y seco hasta la primavera.