
Plantar bulbos de primavera de forma tardía
¡es posible!
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Los bulbos de floración primaveral, como narcisos, tulipanes y jacintos, son perfectos para embellecer el jardín con la llegada del buen tiempo! El mejor momento para plantarlos es en otoño, entre septiembre y octubre. Sin embargo, a veces el calendario avanza más rápido de lo previsto y los bulbos siguen esperando su lugar en la tierra cuando el otoño ya está llegando a su fin. ¡No hay que preocuparse! Plantar los bulbos más tarde aún puede dar muy buenos resultados, siempre que se tomen algunas precauciones. La mayoría de las variedades se pueden plantar sin problemas hasta finales de noviembre, incluso diciembre. Descubre todos nuestros consejos para lograr una plantación tardía en el jardín.
Nuestros consejos para lograr una plantación tardía exitosa
Si te encuentras plantando bulbos de primavera de forma tardía, aquí tienes algunas recomendaciones para maximizar tus posibilidades de éxito:
- Ten en cuenta tu clima: Cuanto más al sur estés, en regiones con inviernos suaves, más viable será una plantación tardía. En estas zonas, los bulbos aún pueden establecerse a finales de otoño o incluso a principios de invierno. Sin embargo, en zonas montañosas o muy frías, plantar en diciembre o más tarde es arriesgado, ya que el suelo puede congelarse de forma duradera, impidiendo que los bulbos se establezcan correctamente.
- Elige variedades de floración tardía: Algunos bulbos toleran mejor una plantación tardía, especialmente aquellos que florecen más tarde en primavera. Entre ellos, los alliums, lirios y eremurus son más resistentes: su plantación sigue siendo posible hasta enero, siempre que el suelo no esté congelado.
- Plántalos al recibirlos: ¡Los bulbos no deben esperar! En otoño, la humedad ambiental puede provocar su pudrición, especialmente si se almacenan en lugares húmedos o mal ventilados. Al recibirlos, plántalos rápidamente para evitar que se deterioren. Cuanto antes estén en tierra, mejor resistirán las condiciones climáticas.
- No temas las inclemencias: Frío, lluvia e incluso nieve no son un problema para los bulbos de otoño, diseñados para resistir el rigor invernal. A diferencia de las plántulas jóvenes o las siembras, pueden soportar estas condiciones sin problemas.
- No descartes los bulbos ya germinados: Si algunos bulbos ya presentan pequeños brotes, no significa que sean inutilizables. Siempre que la germinación no esté demasiado avanzada, aún podrán desarrollarse bien. Simplemente manipúlalos con cuidado para no romper los frágiles brotes al plantarlos.
- Prepara el suelo correctamente: Para ayudar a tus plantaciones tardías, asegúrate de que el suelo esté bien drenado y suficientemente aireado. Un suelo pesado y encharcado puede aumentar el riesgo de pudrición, especialmente en plantaciones tardías. Si es necesario, añade un poco de arena o grava en el fondo del hoyo de plantación para mejorar el drenaje.
¿Cuáles son las consecuencias de una plantación tardía?
Cuando se plantan los bulbos tarde en la temporada, pueden ocurrir dos efectos:
- Un retraso en la floración: Un bulbo plantado tardíamente tarda más en desarrollarse y florecer. Para una plantación realizada a finales de noviembre, puedes esperar un retraso en la floración de aproximadamente dos semanas en comparación con una plantación realizada en los períodos recomendados (generalmente de septiembre a mediados de octubre).
- Una floración más corta el primer año: La floración de los bulbos plantados tardíamente tiende a ser un poco más breve el primer año. El bulbo no ha tenido tiempo de enraizar completamente antes de la llegada del frío, lo que puede limitar la energía disponible para producir una floración larga y abundante. Sin embargo, este fenómeno es temporal: a partir del segundo año, el bulbo se habrá establecido y recuperará un ciclo de floración más regular y duradero.
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