
Dividir los dalias
¿Cuándo y cómo hacerlo?
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Las dalias son apreciadas por su larga floración estival, que se despliega en una infinidad de colores y formas según las variedades. Existen variedades enanas y variedades gigantes, dalias con flores simples, de estilo muy natural, y dalias con flores dobles, en forma de camelia, anémona, pompón o cactus… Si tienes una variedad que te gusta especialmente, la división te permitirá multiplicar esta planta para ampliar tu macizo o instalarla en un nuevo lugar de tu jardín. Además, dividir las dalias permite rejuvenecer tus plantas y estimular su floración. ¡Descubre todos nuestros consejos para saber cómo proceder!
¿Por qué dividir los dalias?
Dividir los dalias es una práctica esencial para garantizar su salud, floración y longevidad. Estas son las principales razones:
- Estimular una floración abundante: Con el tiempo, los grupos de tubérculos se vuelven más densos, lo que puede limitar la producción de flores. Al dividir tus dalias, das más espacio y energía a cada tubérculo para producir flores más grandes y numerosas.
- Prevenir el agotamiento de las plantas: Cuando los tubérculos son demasiado numerosos o están muy apretados, compiten por los nutrientes y el agua. La división permite rejuvenecer las plantas y asegurar un mejor crecimiento.
- Multiplicar tus dalias: Dividir los tubérculos es un método natural y económico para obtener nuevas plantas. Esto te permite ampliar tus macizos de dalias o regalárselas a tus seres queridos.
- Limitar los riesgos de enfermedades: Los grupos demasiado compactos son más vulnerables a enfermedades fúngicas y a la podredumbre, especialmente en condiciones húmedas. Dividir regularmente los tubérculos reduce este riesgo al eliminar las partes dañadas o enfermas.
- Adaptar las plantas al espacio disponible: Si tu macizo se vuelve demasiado denso, la división permite reducir el tamaño de los grupos manteniendo un jardín bien organizado.
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Consejos para cultivar tus Dalias con éxito¿Cuándo dividir los dalias?
Los dalias pueden dividirse tanto en otoño, cuando se protegen para el invierno, como en primavera, justo antes de replantarlos en tierra. Cada época tiene sus ventajas e inconvenientes, según tu experiencia y preferencias en jardinería.
Para jardineros experimentados, el otoño suele ser el momento preferido para dividir los dalias. En esta época, los tallos aún están tiernos y son fáciles de manipular. Una vez desenterrados los tubérculos, es importante identificar los «ojos» en formación —pequeños bultos en la base de los tallos, que se convertirán en los puntos de crecimiento en primavera—. Esta técnica requiere algo de práctica y buena observación, ya que los ojos pueden ser menos visibles que en primavera. Tras la división, los tubérculos deben almacenarse en condiciones ideales: un lugar fresco, seco y protegido de las heladas, para garantizar su buena conservación durante el invierno.
Si eres principiante o tienes dudas sobre la división en otoño, espera hasta la primavera. En ese momento, los ojos están bien formados y, a menudo, ya brotando, lo que facilita su identificación. Podrás cortar los tubérculos con mayor precisión y evitar errores. El inconveniente de la primavera es que los tallos pueden haberse endurecido y ser más difíciles de cortar. Sin embargo, con un cuchillo afilado o unas tijeras de podar de calidad, esta etapa sigue siendo totalmente factible. Una vez divididos, los tubérculos pueden replantarse inmediatamente para un crecimiento rápido y vigoroso.
¿Cómo dividir los dalias?
Para dividir los dalias, necesitarás un cuchillo bien afilado o unas tijeras de podar limpias y desinfectadas, para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades. Luego sigue estos pasos:
- Si divides tus dalias en primavera, sácalas de su lugar de invernada. Si lo haces en otoño, desentiérralas. En ambos casos, límpialas para eliminar el exceso de tierra y facilitar su manipulación.
- Con unas tijeras de podar limpias y bien afiladas, recorta los tallos marchitos a unos 10 cm de la base. Este paso permite acceder mejor al tocón y trabajar con mayor facilidad.
- Con un cuchillo afilado y desinfectado, haz un corte en el centro del tocón, entre dos tallos, cuidando de no dañar los tubérculos. Asegúrate de que cada sección tenga al menos un brote (u ojo), ya que es a partir de este que crecerá el nuevo tallo.
- Separa suavemente los trozos con las manos o con el cuchillo, preservando las raíces tuberosas. Manipula con cuidado para evitar romper los tubérculos o dañar los brotes.
- Continúa dividiendo los tubérculos según el número de plantas que desees obtener. Cada división debe incluir obligatoriamente un ojo bien visible y varios tubérculos sanos para garantizar un buen crecimiento.
- Si divides los dalias en primavera, replanta inmediatamente los trozos obtenidos, ya sea directamente en el suelo después de las últimas heladas, o en macetas o cajones llenos de una mezcla de sustrato y arena. Esto permite iniciar el crecimiento protegido antes de trasplantarlos al exterior.
- Si los divides en otoño, almacena los tubérculos divididos para el invierno como de costumbre, en un lugar seco, fresco y protegido de las heladas.
- No olvides etiquetar cada tubérculo con el nombre de la variedad. Esto te permitirá reconocerlos fácilmente al plantarlos y mantener una organización en tu jardín.
Descubre también nuestro tutorial en vídeo para dividir los dalias
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Plantar los DaliasCómo cuidar los dalias después de la división
Tras la división, es esencial cuidar bien tus dalias para asegurarles un buen comienzo. Planta los tubérculos en un suelo bien drenado, enriquecido con compost o fertilizante orgánico, a una profundidad de unos 10 cm, con los brotes orientados hacia arriba. Un primer riego ligero humedecerá el suelo sin encharcarlo. Posteriormente, ajusta el riego según las condiciones climáticas: mantén el suelo fresco pero evita el exceso de agua que podría provocar la pudrición de los tubérculos.
Para las variedades de flores grandes o tallos altos, es recomendable colocar tutores desde el momento de la plantación. Esto ayudará a sostener las plantas a medida que crezcan, especialmente frente al viento o al peso de las flores. Una vez que las dalias empiecen a crecer, aplica un fertilizante rico en potasio cada tres o cuatro semanas para favorecer una floración abundante. Evita, sin embargo, fertilizantes con exceso de nitrógeno, ya que estimularían el crecimiento de las hojas en detrimento de las flores.
Elimina las malas hierbas regularmente alrededor de tus dalias para reducir la competencia por agua y nutrientes. También te recomendamos colocar un acolchado orgánico en su base (paja, hojas secas, virutas de madera…) para conservar la humedad y limitar la proliferación de malas hierbas. Vigila tus dalias para detectar plagas como pulgones, babosas o caracoles, así como posibles signos de enfermedades fúngicas, y actúa rápidamente en caso de problema.
Por último, recuerda cortar regularmente las flores marchitas para estimular a la planta a producir nuevas flores.
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