Cyclamen: plantación y cuidados

Cyclamen: plantación y cuidados

Todos nuestros consejos para cultivarlas con éxito

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Modificado el 5 Febrero 2025  por Michael 1 min.

Con sus delicadas flores de pétalos curvados y su follaje jaspeado, los ciclamenes aportan un toque de color y elegancia a los jardines de otoño e invierno. Fáciles de cultivar y especialmente resistentes, estas plantas perennes de tubérculo iluminan los rincones sombreados, ya sea en sotobosque, en macizos, en rocalla o incluso en macetas.

Ya elijas el ciclamen, el ciclamen Coum o incluso el ciclamen, existen variedades adaptadas a todos los gustos. Descubre en este artículo cuándo, dónde y cómo plantar tus ciclamenes, así como todos los consejos para cuidarlos y disfrutar de una floración duradera, ¡año tras año!

Dificultad

¿Dónde plantar los ciclámenes?

Los ciclámenes son plantas perennes con tubérculo ideales para iluminar las zonas sombreadas. Aprecian la sombra o media sombra de los árboles caducos, en sotobosque, en bordes de césped o al pie de los setos. No dudes en combinar el ciclamen (Cyclamen hederifolium), que florece desde finales del verano hasta el otoño, con el ciclamen Coum (Cyclamen coum), en flor desde el invierno hasta la primavera, para una floración casi continua de septiembre a abril.

Los ciclámenes toleran bien la sombra seca de los árboles viejos, donde pocas plantas sobreviven. De hecho, es una de las pocas plantas capaces de tolerar esta condición difícil sin sufrir. Sin embargo, su entorno preferido sigue siendo un sotobosque fresco y húmedo, donde el suelo permanece fresco sin exceso de humedad.

El ciclamen y el ciclamen Coum son resistentes y aguantan heladas de hasta -15°C. En cambio, el ciclamen (Cyclamen persicum), no resistente, debe protegerse del frío.

Los ciclámenes se adaptan a diferentes tipos de suelos, pero prefieren un suelo ligero, rico y bien drenado. Si tu suelo es demasiado arcilloso, aligéralo con tierra de hoja para macetas o arena para evitar la humedad estancada, especialmente en invierno.

¿Cuándo plantar los ciclámenes?

Los ciclámenes se plantan de julio a octubre, idealmente antes del inicio de las primeras flores y del frío. Este período permite que los tubérculos se arraiguen bien en un suelo aún cálido.

¿Cómo plantar los ciclámenes?

Si el tubérculo está un poco arrugado, remójalo unas horas en agua tibia para que se rehidrate antes de la plantación. Estos son los pasos a seguir:

  • Cava un hoyo de unos 10 cm de profundidad con una pala pequeña o plantador.
  • Coloca el tubérculo en la posición correcta: el lado abombado hacia abajo y el lado plano, a menudo ligeramente cóncavo, hacia arriba. En esta cara superior, a veces se pueden distinguir rastros de vegetación.
  • Cúbrelo con 3 a 5 cm de tierra. No lo plantes demasiado profundo, de lo contrario las hojas y las flores tendrán dificultad para emerger.
  • Riega ligeramente para favorecer el enraizamiento.

Ten paciencia: el ciclamen puede tardar varios meses en empezar a crecer. Una vez bien establecido, es muy resistente e incluso soporta sequías gracias a las reservas de su tubérculo. Se naturaliza fácilmente y puede multiplicarse con los años.

No te preocupes si el follaje desaparece en verano: es una fase de reposo natural. Volverá a aparecer en la siguiente temporada.

¿Cómo cuidar los ciclámenes después de la plantación?

Los ciclámenes requieren poco mantenimiento una vez bien establecidos. Aquí tienes algunos cuidados sencillos para mantenerlos en plena forma:

  • Riego: riega ligeramente en el periodo de crecimiento (otoño, invierno, principios de primavera), especialmente si hace calor. Deja que el suelo se seque en la superficie entre riegos. En el período de letargo (verano), suspende los riegos, excepto en caso de sequía prolongada.
  • Acolchado: aplica un ligero acolchado de hojas secas o compost para mantener la frescura del suelo en verano y proteger los tubérculos del frío en invierno.
  • Limpieza: retira regularmente las hojas y flores marchitas cortándolas desde la base para evitar enfermedades y estimular nuevas floraciones.
  • Abono: un aporte ligero de compost o abono orgánico en primavera puede favorecer el crecimiento, pero no es indispensable si el suelo es rico.

Los ciclámenes son plantas rústicas y resistentes, capaces de soportar condiciones difíciles. Una vez establecidos, se naturalizan con facilidad y vuelven fielmente cada año.