
Consejos para cultivar tus Dalias con éxito
Todos nuestros consejos para plantarlos y cuidarlos
Contenido
Los dalias son apreciados por sus grandes flores que se presentan en una amplia gama de colores y formas. Hay para todos los gustos: algunos ofrecen flores simples con un estilo muy natural, mientras que otros destacan por sus flores sofisticadas (dalias bola, dalias cactus…). Ya prefieras las variedades enanas para decorar tus bordillos o los dalias gigantes que dominan majestuosamente tus macizos, estas plantas ofrecen una floración generosa y prolongada, desde mediados del verano hasta las primeras heladas.
Fáciles de cultivar, los dalias se adaptan a numerosos estilos de jardines, ya sean campestres, modernos o románticos. Son perfectos para componer macizos coloridos, en compañía de viváceas u otros bulbos de floración de verano. Descubre todos nuestros consejos para lograr su cultivo y disfrutar de su espléndida floración.
¿Cuándo plantar los dalias?
El momento ideal para plantar tus dalias depende del clima de tu región. En regiones frías, espera hasta el final de las últimas heladas, generalmente a finales de abril o principios de mayo, para plantarlas en terreno abierto. Los brotes jóvenes de dalias son sensibles al frío, por lo que es esencial no precipitarse.
Si has comprado bulbos envasados en bolsas, no te preocupes: pueden esperar pacientemente hasta el momento adecuado para la plantación. Solo asegúrate de guardarlos en un lugar seco, oscuro y protegido de las heladas, como un sótano o un garaje sin calefacción. Una buena ventilación también es importante para evitar el desarrollo de moho.
Para las regiones con clima más templado, es posible plantar las dalias desde mediados de marzo. En cualquier caso, asegúrate de que el suelo esté bien calentado (al menos 10 °C) para favorecer un crecimiento rápido y vigoroso.
¿Cómo forzar los dalias?
Si deseas que tus dalias florezcan antes en la temporada, es posible forzarlas poniéndolas en vegetación antes de la plantación en terreno abierto. Esta técnica permite ganar varias semanas en su floración, ideal para un jardín espectacular desde principios del verano.
Para ello, si dispones de un invernadero, una veranda luminosa o marcos fríos, procede de la siguiente manera:
- Llena macetas con un sustrato rico y ligeramente húmedo.
- Planta tus tubérculos de dalias a poca profundidad, apenas cubiertos con una fina capa de sustrato. Asegúrate de que los «ojos» (las yemas situadas en los tubérculos) estén orientados hacia arriba.
- Coloca las macetas en un lugar luminoso y protegido de las heladas, con una temperatura idealmente entre 15 y 18 °C.
- Riega ligeramente para mantener una humedad constante, pero sin remojar el sustrato. En unas semanas, los tubérculos comenzarán a producir raíces y brotes jóvenes.
Cuando los riesgos de heladas hayan desaparecido por completo, generalmente hacia mayo, podrás trasplantar tus dalias en terreno abierto, cuidando de preservar los cepellones ya formados. Esto les permitirá continuar su crecimiento sin interrupciones, para un inicio rápido y vigoroso en el jardín.
Consejo: Si tus dalias crecen demasiado rápido o se vuelven demasiado altas antes del trasplante, pellizca ligeramente los retoños jóvenes para fomentar una ramificación y una floración aún más abundante.
¿Dónde plantar los dalias?
Las dalias aprecian los emplazamientos soleados y protegidos del viento, esenciales para garantizar una floración abundante y plantas robustas. Idealmente, elige un lugar que disfrute de al menos seis horas de sol directo al día, ya que la falta de luz podría reducir la producción de flores y hacer que los tallos sean más frágiles.
Las dalias prefieren una tierra rica, bien drenada y ligeramente ácida a neutra. Un suelo demasiado compacto o encharcado podría pudrir los tubérculos. Si tu tierra es pesada o arcillosa, mejórala añadiendo arena, compost bien descompuesto o sustrato para favorecer la aireación y el drenaje.
Las dalias se integran a la perfección en los macizos mixtos, donde sus flores coloridas pueden realzarse junto a otras plantas perennes o anuales. Las variedades bajas son perfectas para bordillos o para el cultivo en maceta, ideales para decorar terrazas y balcones. En cuanto a las variedades altas, destacan en el fondo o como punto focal en un macizo.
Ver también
Dahlias: cómo combinarlos en el jardínCómo plantar los dalias
La plantación de dalias es un paso clave para garantizar una floración generosa y duradera. Aquí tienes los pasos a seguir para instalarlas correctamente en tu jardín:
- Las dalias aprecian una tierra rica y bien drenada. Trabaja el suelo a unos 20 cm de profundidad y de ancho para airearlo y facilitar el enraizamiento. Mezcla un puñado de polvo de cuerno tostado o sangre seca, que servirán como abono orgánico de liberación lenta. Desmenuza bien la tierra para eliminar los terrones.
- Cava un hoyo de plantación lo suficientemente amplio para albergar el tubérculo. Vierte aproximadamente 1 litro de agua en el fondo del hoyo para humedecer bien la zona sin encharcar el suelo.
- Coloca el tubérculo en el hoyo, con los «ojos» (yemas) orientados hacia arriba. Cúbrelo con unos 8 cm de tierra fina, para proteger el tubérculo y dejar suficiente espacio para que los brotes jóvenes emerjan con facilidad.
- Si plantas una variedad alta, coloca un tutor resistente junto al tubérculo desde la plantación. Así evitarás dañar las raíces o los tubérculos más adelante, cuando la planta haya crecido.
- Para las variedades más altas, respeta una distancia de 80 cm a 1 m, para que puedan desarrollarse sin agobios. En el caso de las dalias bajas, deja entre 30 y 50 cm entre cada planta. Estas variedades compactas son ideales para bordillos o espacios reducidos.
- Cuando tus dalias empiecen a crecer, un aporte de abono equilibrado cada 3 o 4 semanas favorecerá su crecimiento y floración. También puedes acolchar la base para conservar la humedad y limitar las malas hierbas.
Consejo para el cultivo en macetas:
Las variedades bajas de dalias son ideales para terrazas y balcones. Usa macetas grandes con buen drenaje y rellénalas con sustrato de calidad enriquecido con compost. Riega regularmente para mantener una humedad constante y añade abono líquido cada 15 días durante el periodo de floración.
¿Cómo cuidarlas?
Una vez que los dalias han retomado bien su crecimiento, te recomendamos acolchar el suelo alrededor de las plantas. El acolchado ayuda a conservar la humedad, limitar la proliferación de malas hierbas y proteger los tubérculos de las variaciones de temperatura. Opta por materiales naturales como paja o virutas de madera.
Los jóvenes retoños de los dalias son a menudo el blanco de babosas y caracoles, especialmente al inicio de la primavera. Para evitar estos ataques, puedes instalar barreras naturales alrededor de las plantas, como cáscaras de huevo trituradas, o usar soluciones ecológicas como trampas de cerveza o gránulos adecuados. Una mayor vigilancia en esta etapa de su crecimiento es esencial para evitar daños irreversibles.
Algunas variedades de dalias (las más altas, así como las que producen flores grandes) requieren tutores para árboles. Instalar los tutores desde la plantación evita dañar los tubérculos. Ata los tallos con delicadeza usando soportes flexibles para asegurar un buen sostén frente al viento o al peso de las flores.
Durante todo el período de floración, recuerda retirar regularmente las flores marchitas, para estimular la aparición de nuevas flores. Poda los tallos justo por encima de un nudo para fomentar la ramificación y prolongar la floración.
Si deseas obtener un porte más arbustivo y ramificado, pinza el tallo principal cuando la planta alcance unos 15 a 20 cm de altura. Esta técnica favorece la producción de nuevos tallos y, por consiguiente, de un mayor número de flores. Para quienes prefieren flores más grandes, es posible eliminar las yemas florales laterales para que la planta concentre su energía en la yema principal.
Riega en profundidad tus dalias una o dos veces por semana, ajustando la frecuencia según el clima y la naturaleza del suelo. Sin embargo, evita mojar el follaje, ya que esto podría favorecer enfermedades como el oídio. Para prolongar la floración y fortalecer las plantas, se recomienda un aporte de fertilizante equilibrado para plantas florales cada tres o cuatro semanas.
Finalmente, es importante vigilar regularmente tus dalias para detectar posibles problemas, como enfermedades o ataques de plagas. En caso de aparición de manchas o decoloraciones en el follaje, trata rápidamente con soluciones naturales, como purín de cola de caballo, o productos adecuados. Con estos cuidados, tus dalias te ofrecerán una explosión de colores y vitalidad durante todo el verano.
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