
¿Cómo podar los arbustos sin dañarlos?
¡es sencillo y fácil!
Contenido
Podar los arbustos no se limita a una simple cuestión estética. Bien realizada, permite estimular el crecimiento, mejorar la floración, prevenir enfermedades y prolongar la vida de tus plantas. Sin embargo, podar un arbusto no es un gesto trivial: existen diferentes técnicas adaptadas a la naturaleza del arbusto, su edad, así como a tus objetivos, ya sea para rejuvenecerlo, airearlo o controlar su desarrollo.
En este artículo, descubre dos métodos para cuidar tus arbustos: la poda a ras, cerca del suelo, ideal para dar un segundo aire a ejemplares envejecidos, y la poda de aclareo, que favorece la circulación del aire y la luz en el corazón de la planta. Aprenderás cuándo y cómo aplicarlas, así como las especies que las toleran o, por el contrario, aquellas que requieren más precaución.
¿Listo para sacar tus tijeras de podar? ¡Sigue la guía para tener arbustos vigorosos, armoniosos y llenos de salud todo el año!
¿Cuándo podar los arbustos para un crecimiento óptimo?
Para los arbustos de floración de verano (en la madera del año), pode a finales de invierno o principios de primavera, antes de finales de abril, para favorecer una floración abundante.
Para los arbustos de floración primaveral (en la madera del año anterior), espera a que termine la floración para podarlos, a menos que estés dispuesto a sacrificar la floración del año en curso.
Ver también
Cómo podar los arbustos de floración precozTamaño de rejuvenecimiento: ¿cómo devolverle vida a un arbusto envejecido?
La poda de rejuvenecimiento total es un método radical pero muy eficaz para devolver vigor a un arbusto envejecido o que se está quedando desnudo en la base. Consiste en cortar las ramas gruesas a una altura de 5 a 15 cm del suelo, para estimular la aparición de nuevos retoños desde el tocón. Las ramas más débiles o muertas deben eliminarse cortándolas al ras del suelo para conservar solo los tallos más robustos.
¿Qué arbustos podar al ras?
Algunos arbustos responden muy bien a una poda severa, favoreciendo un rebrote vigoroso. El grosellero de flor (Ribes sanguineum), la hortensia ‘Annabelle’ (Hydrangea arborescens), la kerria (Kerria japonica), las espireas y la malva real producen rápidamente nuevas ramas floríferas. El perovskia, el hipérico, la forsitia, la mahonia sin espinas, el celindo (Philadelphus spp.), la veigela (Weigela florida), el hibisco (Hibiscus syriacus) y la madreselva del Himalaya (Leycesteria formosa) también toleran bien esta poda, que estimula su crecimiento y floración.
Por el contrario, otros arbustos no soportan la poda al ras del suelo, ya que no regeneran fácilmente nuevos retoños desde la madera vieja. Es el caso del arce japonés, la abelia, la dafne y el avellano mágico, que prefieren podas ligeras para preservar su estructura. El avellano tortuoso (Corylus avellana ‘Contorta’) pierde su encanto si se poda demasiado severamente, mientras que viburnos decorativos como el Viburnum plicatum, el Viburnum carlesii o el Viburnum calcephalum pueden dejar de florecer correctamente tras una poda demasiado radical.
¿Cómo hacerlo?
Realiza un corte limpio y en bisel, a unos 5 mm por encima de una yema orientada hacia el exterior. Esta inclinación evita que el agua de lluvia se estanque en el corte, reduciendo así el riesgo de enfermedades.
Atención a la altura del corte:
- Si cortas demasiado cerca de la yema, podrías dañarla.
- Si dejas un «muñón» demasiado largo, este se secará inútilmente y podría convertirse en un foco de enfermedades.
Un caso especial: la lavanda
Nunca cortes una rama vieja de lavanda si no ves yemas o brotes jóvenes cerca de la base (de lo contrario, no habrá rebrote). Solo algunas variedades producen fácilmente este tipo de yemas y, por tanto, pueden rejuvenecerse regularmente. Es el caso de ‘Hidcote Blue’. Otras variedades envejecen mal y deben renovarse cada tres a cinco años.
Tamaño de aclareo: ¿por qué y cómo airear tus arbustos?
Se suele decir que «una golondrina debe poder atravesar el arbusto», una expresión gráfica de los antiguos que ilustra perfectamente el objetivo de la poda de aclareo: permitir que la luz y el aire circulen libremente a través de las ramas. Esta técnica busca airear la estructura del arbusto, favoreciendo así una mejor salud vegetal al reducir los riesgos de enfermedades fúngicas y estimular un crecimiento armonioso.
¿Qué arbustos aclarar?
La poda de aclareo es especialmente adecuada para arbustos de floración decorativa y follaje denso. Entre ellos, encontramos los guindos en flor (como el Prunus serrulata), el codeso (Laburnum) y la retama (Cytisus), cuyas ramas se enredan fácilmente. El cornejo de madera coloreada (Cornus), apreciado por sus ramas coloridas en invierno, se beneficia de un aclareo regular para mantener tallos jóvenes brillantes. La veigela, el lilo (Syringa vulgaris), así como las azaleas y rododendros, ganan vigor tras esta poda, favoreciendo una floración más generosa. La fotinia, apreciada por su follaje rojo vivo en primavera, y el membrillero de flor (Chaenomeles japonica), de floración llamativa, también se benefician de una poda de aireación para desarrollarse mejor.
¿Cómo proceder?
El aclareo consiste en eliminar ramas enteras, cortándolas en su punto de inserción en una rama principal o directamente en la base del arbusto. Se trata de seleccionar:
- Las ramas viejas, reconocibles por su corteza opaca y agrietada, a menudo menos productivas en flores o follaje.
- Las ramas mal orientadas, que se cruzan o rozan con otras, creando puntos de fragilidad.
- Los tallos demasiado finos, débiles o poco vigorosos, que no aportan nada a la estructura general.
- Las ramas muertas o rotas, verdaderas puertas de entrada para enfermedades.
Realiza cortes limpios y precisos, lo más cerca posible del punto de unión, sin dejar tocones. Estos pequeños restos de madera tienden a pudrirse, convirtiéndose en focos potenciales para hongos y otros patógenos.
Los errores que hay que evitar al podar los arbustos
- Poda en el momento adecuado según la floración.
- Respeta las necesidades específicas de cada arbusto.
- Utiliza herramientas limpias y bien afiladas.
- Haz cortes limpios y precisos sin tocones.
- Airea el arbusto eliminando las ramas muertas o mal orientadas.
Para saber más: nuestros consejos para una poda exitosa
Para profundizar tus conocimientos sobre cómo podar los arbustos y evitar dañarlos, te invito a consultar los siguientes artículos en nuestro sitio:
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