¿Cómo invernar y dividir tus gladiolos?

¿Cómo invernar y dividir tus gladiolos?

Con unos simples gestos

Contenido

Modificado el 30 Enero 2025  por Pascal 2 min.

Los Gladiolos, con sus grandes bohordos floridos de colores, son imprescindibles en el jardín de verano. Pero para disfrutar cada año de su espectacular floración, es esencial cuidarlos adecuadamente después del verano. A diferencia de otros bulbos resistentes, los Gladiolos no soportan las temperaturas negativas y deben protegerse del frío en invierno.

La invernada no solo permite proteger los bulbos de las heladas y enfermedades, sino también optimizar su floración para la siguiente temporada. Además, es el momento ideal para dividir los bulbos, multiplicar tus plantas y así embellecer aún más tu jardín el año siguiente.

En este artículo, descubre cómo lograr con éxito la invernada de tus Gladiolos, con consejos prácticos para conservarlos en perfecto estado hasta la primavera.

Verano, Otoño Dificultad

¿Por qué invernar los gladiolos?

Los gladiolos son sensibles al frío y resultan bastante poco rústicos (hasta -5 °C). Si vives en una región donde las temperaturas bajan regularmente por debajo de -10°C, es preferible desenterrar los bulbos para conservarlos a salvo de las heladas. En invierno, el exceso de humedad en el suelo también puede provocar la pudrición de los bulbos. Al arrancarlos y conservarlos en condiciones secas y ventiladas, se previene el desarrollo de enfermedades fúngicas y se maximizan sus posibilidades de florecer con vigor en la siguiente primavera.

Por último, invernar los gladiolos también permite seleccionar los bulbos más sanos y retirar los que están dañados o afectados por enfermedades. Esta etapa contribuye a la salud general de la plantación y permite empezar con buen pie en la próxima temporada.

Consejos para invernar gladiolos con éxito

Ver también

Plantar Gladiolos

¿Cuándo y cómo invernar los gladiolos?

La extracción de los bulbos se realiza después de la floración, cuando el follaje comienza a amarillear y secarse, generalmente entre octubre y noviembre. Este amarilleamiento indica que la planta ha completado su ciclo y que los bulbos han almacenado suficientes reservas para la próxima temporada. Es importante no extraer los bulbos demasiado pronto, ya que esto podría debilitar su floración futura. Lo ideal es intervenir con Tiempo seco y soleado, para facilitar el secado de los bulbos y evitar riesgos de pudrición.

Para invernarlos, sigue estos pasos:

  • Usa una horca para levantar con cuidado los cormos del suelo, teniendo cuidado de no dañarlos.
  • Sujeta los Gladiolos por su follaje y sacude suavemente para eliminar el exceso de tierra que podría favorecer la humedad y la pudrición.
  • Deja secar los bulbos al aire libre durante un día en un lugar seco, bien ventilado y protegido del sol directo.
  • Corta el follaje a 5 cm por encima del bulbo para limitar la pérdida de energía.
  • Limpia retirando los restos de tierra y las pequeñas raíces secas, luego clasifica los bulbos, eliminando los que estén dañados o enfermos.
  • Separa el cormo joven formado durante el verano del cormo viejo, situado debajo, que está agotado y puede desecharse. Conserva también los Bulbillos (pequeños bulbos formados alrededor del principal).
  • Vuelve a plantar los bulbos en primavera, sabiendo que tardarán 2 a 3 años antes de producir hermosas flores.

Cómo invernar los Gladiolos

¿Cómo conservar los bulbos durante el invierno?

Una vez bien secos y limpios, los bulbos de gladiolos deben almacenarse en condiciones óptimas para evitar la putrefacción y asegurar un buen crecimiento en primavera. Estos son los pasos a seguir:

  • Elegir un contenedor adecuado: preferir cajas de madera, filamentos, bolsas de papel o incluso periódico para permitir la circulación del aire. Evita las bolsas de plástico, que retienen la humedad y favorecen el desarrollo de moho.
  • Mantener un ambiente fresco y seco: almacenar los bulbos en un lugar con una temperatura entre 5 y 10°C, protegidos de las heladas y la humedad. Una bodega, un garaje sin calefacción o un ático bien ventilado son ubicaciones ideales.
  • Separar los bulbos: no amontonarlos para evitar que se dañen entre sí. Si es posible, extiéndelos en una sola capa o colócalos en cajas compartimentadas.
  • Proteger contra enfermedades: espolvorear ligeramente los bulbos con polvo de azufre o bicarbonato de sodio para reducir el riesgo de moho y ataques de parásitos.
  • Revisar regularmente: inspeccionar los bulbos una vez al mes para retirar los que empiecen a ablandarse o enmohecerse, evitando así la contaminación de los demás.

¿Cuándo y cómo trasplantar los bulbos en el jardín?

Planta los bulbos en primavera, una vez que haya pasado el riesgo de heladas, generalmente entre abril y mayo según la región. La temperatura del suelo debe ser de al menos 10°C para asegurar un buen crecimiento.

Consejo: Escalonar las plantaciones cada dos semanas permite obtener una floración continua durante todo el verano.

  • Preparar el suelo: aflojar la tierra hasta 20 cm de profundidad y enriquecerla con compost o abono orgánico para favorecer el crecimiento. Un suelo bien drenado es esencial para evitar que los bulbos se pudran.
  • Plantar los bulbos: enterrar cada bulbo a 10-15 cm de profundidad, con la punta hacia arriba, y espaciarlos 10-15 cm para permitir un buen desarrollo.
  • Regar ligeramente después de la plantación para humedecer la tierra, pero sin exceso. Posteriormente, regar de manera regular, especialmente en época de sequía.
  • Acolchar alrededor de las plantas para conservar la humedad y limitar el crecimiento de malas hierbas.
  • Rodrigar si es necesario: en zonas ventosas o para variedades muy altas, colocar tutores para evitar que los tallos se doblen bajo su propio peso.

Invernada del gladiolo