Amarilis: cómo cuidarla, hacerla florecer y que vuelva a florecer

Amarilis: cómo cuidarla, hacerla florecer y que vuelva a florecer

Disfruta de su hermosa floración durante varios años

Contenido

Modificado el 19 Diciembre 2024  por Pascal 4 min.

Las Amarilis, o Hippeastrum, son plantas de bulbo espectaculares que producen grandes flores llamativas, a menudo rojas, rosas o blancas. Muy conocidas por su capacidad para iluminar el interior de las casas en invierno, estas plantas frioleras son viváceas y pueden, con un poco de cuidado, florecer varios años seguidos. Descubre todos nuestros consejos para cuidar y hacer que tus amarilis florezcan cada año ¡!

→ Descubre también nuestro podcast de audio sobre el tema:

Invierno, Otoño Dificultad

¿Cómo cuidar las Amarilis?

El cuidado de las amarilis es relativamente sencillo, pero algunos gestos son esenciales para favorecer una hermosa floración:

  • Riega regularmente, pero sin excesos, dejando que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Un exceso de agua podría provocar la pudrición del bulbo, así que asegúrate de que no quede agua estancada en el platillo para maceta.
  • Aporta un poco de abono líquido para plantas con flores cada dos semanas durante el periodo de crecimiento, especialmente cuando el tallo y las hojas se desarrollan bien. Solo tienes que diluir el abono en el agua de riego. Este aporte de nutrientes ayudará a producir una floración más abundante y de mejor calidad.

Las flores de la amarilis suelen aparecer entre 6 y 8 semanas después de la plantación. Sin embargo, puedes retrasar o acelerar ligeramente la floración jugando con la temperatura y la luminosidad:

  • Para ralentizar la floración, coloca la planta en una habitación ligeramente más fresca, alrededor de 16 a 18 °C, y evita una exposición directa a la luz.
  • Para acelerar la floración, instala la amarilis en una habitación más cálida, a unos 18 a 22 °C, idealmente en un lugar bien soleado.

Una vez que las flores marchiten, corta los tallos con flores desde la base para evitar que la planta se agote innecesariamente. Sin embargo, deja las hojas intactas y continúa regando y fertilizando moderadamente: el follaje es necesario para que el bulbo almacene energía para las flores futuras.

¿Cómo hacer que las Amarilis vuelvan a florecer?

Después de la floración de tu amarilis:

  • Con unas tijeras de podar, corta las flores marchitas y deja que las hojas se desarrollen.
  • Continúa con un riego regular y proporciónales fertilizante para plantas de interior cada 15 días. Es en este momento cuando el bulbo se recupera para preparar las flores del año siguiente.
  • Después de 4 a 6 meses, olvídate de tus macetas, déjalas en reposo durante unos 3 meses en un lugar protegido, sin luz y sin riego, en un sitio fresco: los bulbos necesitan un reposo vegetativo en frío antes de volver a florecer.
  • Pasado este tiempo, podrás cortar las hojas marchitas, trasplantar en un sustrato nuevo y comenzar un nuevo ciclo vegetativo.

Después de la floración inicial, sigue estos pasos clave para que tu amarilis vuelva a florecer:

  • Cortar las flores marchitas: Tan pronto como las flores se marchiten, usa unas tijeras de podar para cortar los tallos con flores desde la base, sin tocar las hojas. Estas seguirán desarrollándose y son esenciales para recargar de energía al bulbo.
  • Continuar el riego y la fertilización: Mantén un riego regular pero moderado, para que el sustrato esté ligeramente húmedo sin excesos. Añade un fertilizante para plantas de interior rico en potasio aproximadamente cada dos semanas. Durante este periodo de crecimiento, el bulbo almacena los nutrientes necesarios para producir nuevas flores al año siguiente.
  • Dejar que el bulbo entre en letargo: Después de unos 4 a 6 meses de crecimiento activo, las hojas comenzarán a amarillear y secarse de forma natural, señal de que el bulbo se prepara para su periodo de reposo. Reduce gradualmente el riego y la fertilización. Luego, coloca la maceta con el bulbo en un lugar fresco, oscuro y seco (idealmente entre 10 y 15 °C), como un sótano o garaje, durante unos 2 a 3 meses. Este reposo vegetativo es indispensable para favorecer la próxima floración.
  • Despertar el bulbo y trasplantar: Al final del periodo de letargo, retira las hojas completamente secas y trasplanta el bulbo en un sustrato nuevo y bien drenante. Deja aproximadamente un tercio del bulbo por encima de la superficie del suelo para evitar pudriciones.
  • Reiniciar un nuevo ciclo: Reanuda gradualmente el riego para estimular el crecimiento de nuevos tallos y hojas, y coloca la maceta en un lugar luminoso y templado (18-22 °C). Siguiendo estos pasos, tu amarilis debería florecer nuevamente en 6 a 10 semanas después del despertar del bulbo.

¡Repitiendo este ciclo cada año, podrás disfrutar de espectaculares flores de amarilis año tras año!

Flores de Amarilis

El caso de las Amarilis cultivadas en el jardín

Ten en cuenta que existen amarilis resistentes, adaptadas al cultivo en el jardín. Es el caso, por ejemplo, de la Amarilis sonatini ‘White Rascal’, ‘Marrakech’ o ‘Balentino’, que son resistentes hasta -6 a -8 °C. Las amarilis clásicas, más sensibles al frío, también pueden plantarse en terreno abierto, siempre que se instalen en primavera, después de las últimas heladas, y se desentierren en otoño para protegerlas del frío. Así es como debes proceder para cultivar amarilis en exterior con éxito:

  • Planta los bulbos de amarilis en abril o mayo, después de las últimas heladas. Elige un lugar soleado y protegido del viento. Un sitio que reciba varias horas de sol al día es ideal para garantizar un buen crecimiento y una floración abundante.
  • Cava un hoyo lo suficientemente profundo para cubrir dos tercios del bulbo, dejando el tercio superior por encima del suelo para evitar la pudrición. Asegúrate de que el suelo esté bien drenado; si es necesario, añade un poco de arena para mejorar el drenaje.
  • Riega regularmente durante el periodo de crecimiento, manteniendo el suelo ligeramente húmedo sin excesos. Añade un fertilizante para plantas con flores aproximadamente cada 2 o 3 semanas para estimular el desarrollo y la floración.
  • A principios de otoño, cuando las temperaturas empiecen a bajar, reduce gradualmente los riegos.
  • Si cultivas una amarilis no resistente: antes de las primeras heladas, desentierra con cuidado los bulbos. Límpialos y déjalos secar durante unos días. Guárdalos luego en un lugar fresco, seco y oscuro (alrededor de 10 a 15 °C), como un sótano o un garaje, durante el invierno. Este reposo es esencial para que los bulbos puedan regenerarse antes de la próxima temporada de plantación. En la siguiente primavera, cuando ya no haya riesgo de heladas, podrás replantar los bulbos en el jardín siguiendo los mismos pasos.