Guisante de olor Prima Ballerina - Lathyrus odoratus

El Lathyrus odoratus 'Prima Ballerina' es una variedad de guisante de olor anual muy reciente, que se debe a uno de los hibridadores más conocidos en el mundo. Cada planta produce en el mismo racimo 4 flores de colores diferentes, a menudo tricolores, teñidas de lila, crema o púrpura, recorridas por venas más oscuras, que le confieren a esta variedad un encanto diferente. Caerá en guirnaldas románticas desde cestas colgantes, o se sujetará sola a cualquier soporte. Sus flores, ligeramente perfumadas, muestran una excelente durabilidad en los ramos. A cultivar en un suelo fértil y fresco, al sol.

El Lathyrus odoratus es una planta herbácea anual de la familia de las fabáceas originaria del sureste de Italia y Sicilia. Trepadora gracias a zarcillos, la variedad Prima Ballerina puede alcanzar 1,80 m de altura y 30 cm de ancho en pocos meses. Sus hojas están dispuestas de dos en dos en tallos cuadrangulares, provistos de estípulas en la base y prolongados en zarcillos. Su color es verde claro. La floración se produce de junio a agosto. Las flores papilionáceas son de buen tamaño, agrupadas en racimos axilares y se adornan con una coloración compleja, mezcla de malva, rosa, crema y púrpura, en pétalos con venas más o menos coloreadas, muy ondulados. Están formadas por 5 pétalos, siendo el superior, también el más grande, en forma de estandarte, mientras que los otros tienen una forma intermedia entre el labio y el tubo. Desprenden un ligero perfume. El fruto es una vaina plana que se enrosca al expulsar sus semillas a distancia. Es indispensable eliminar las flores marchitas, ya que la producción de semillas detiene inmediatamente la floración. Los guisantes de olor enraízan bastante profundamente en el suelo para obtener agua y nutrientes.

Los guisantes de olor son insustituibles, su floración conmovedora y anticuada aporta mucho encanto a los ramos, a las suspensiones y a cualquier soporte que colonizan valientemente en una temporada. Son igualmente encantadores en los parterres de verano, sirviéndose de las plantas vecinas o de los arbustos como soporte. También pueden formar tapices de gran belleza, mezclando los colores. Son inseparables de los pequeños jardines amurallados, al igual que las peonías, las malvarrosas, las digitales, las campanillas de hoja de melocotonero y las aquilegias. También se instalan en el suelo fértil y regado del huerto, donde permiten constituir una buena reserva de flores para cortar.