Girasol Sungold

El Helianthus annuus ‘Sungold’ es una variedad de girasol muy ornamental y decorativa. De crecimiento rápido, forma una mata erguida y ramificada, ofreciendo un gran número de inflorescencias durante todo el verano. Esta planta anual robusta, que puede alcanzar 1.80 m de altura, produce enormes flores en la parte superior de tallos gruesos y rígidos. Cada flor está compuesta por una miríada de pétalos, implantados en radios apretados, rodeando un disco central poco visible, creando la apariencia de un gran pompón amarillo. Impresionantes y deslumbrantes, adornan los macizos floridos, los parterres o el huerto, y enriquecen los ramos. Además, son valiosas para los insectos polinizadores y la fauna útil del jardín. La variedad 'Sungold' es fácil de cultivar: solo hay que sembrar sus semillas entre abril y mayo. Se desarrolla en diferentes tipos de suelos, pero prefiere suelos modestos, ricos y bien drenados, así como una exposición soleada protegida de vientos fuertes. Su floración abundante se extiende de julio a octubre, y para maximizar su aspecto decorativo, se recomienda cultivarla en grupo.

El Helianthus annuus no es otro que el famoso girasol cultivado a gran escala para el aceite extraído de sus semillas. Esta gran planta anual de la familia de las asteraceae, domesticada desde hace mucho tiempo por el hombre, tiene un origen controvertido, pero se puede decir que es nativa del continente americano.

La variedad ‘Sungold’ forma una planta de porte erguido y ramificado, alcanzando entre 1.50 y 1.80 m de altura y de 0.40 a 0.60 m de envergadura. La floración comienza generalmente en julio y puede renovarse hasta finales de septiembre. Se trata de una inflorescencia en capitulum que mide entre 15 y 25 cm de diámetro, compuesta por una multitud de pétalos o lígulas de color amarillo brillante, cubriendo toda la superficie de la flor, formando así un pompón denso. En las mejores condiciones, transcurren entre 12 y 14 semanas entre la siembra y el inicio de la floración. Los tallos con flores son rígidos y resistentes, con numerosas ramificaciones. El follaje está compuesto por hojas de color verde bastante oscuro, simples, cordadas (en forma de corazón), dentadas en el borde, alternas, a veces opuestas en la base. Están unidas al tallo por un peciolo más o menos largo y son ásperas al tacto.

Su aspecto fácil de cultivar, sus grandes semillas y su tamaño adaptado son apreciados por los jardineros principiantes. El girasol ‘Sungold’ es especialmente adecuado para ornamentar grandes macizos y parterres floridos. También es ideal para adornar el huerto y muy útil para el equilibrio biológico del jardín, atrayendo fauna útil. En el gallinero, se convierte en un aliado valioso para las gallinas, ofreciendo un complemento interesante a su alimentación y diversificando su entorno. En cultivo, solo necesita sol y un suelo no demasiado seco para desarrollarse con facilidad. Es una planta de aspecto campestre y, por ello, se integra bien en las zonas algo salvajes del jardín, en compañía de cosmos, esparceta, guisantes de olor perennes, escabiosas, gaillardas, lupinos…

Antes de la floración, la planta optimiza su crecimiento siguiendo la trayectoria del sol. Este fenómeno llamado heliotropismo ha dado origen a algunos de sus nombres comunes: Heliotropo, Girasol, Sunflower, Girasol silvestre...

Para disfrutar más tiempo de tus ramos de girasoles, sigue estos consejos:

• Corta las flores por la mañana justo después de que se abran. Utiliza para ello un cuchillo que haya sido previamente bien limpiado.
• Elimina las hojas desde la base para conservar solo 2 o 3 hojas bajo la flor.
• Cada día, cambia el agua del jarrón por agua bien fresca.

El girasol en la cocina: Las yemas, los pétalos y las semillas son comestibles. Añade algunos pétalos a una ensalada verde para el contraste de colores y su sabor a avellana. Las yemas verdes pueden blanquearse y luego saltearse en mantequilla con ajo. Su sabor se asemeja entonces al del tupinambo. La pulpa de la semilla puede consumirse cruda o tostada.

Un beneficio ecológico: Todo el verano, las flores melíferas de los girasoles atraen a los insectos polinizadores y a las mariposas en tu jardín. Una buena manera de mejorar el ecosistema y favorecer la producción de frutas y verduras en tu huerto.
Las semillas ricas en aceite son especialmente apreciadas por las aves (loros, carboneros, tórtolas, jilgueros, lúganos, trepadores, pinzones…). Al final de la floración, recógelas para hacer felices a estos animales durante la escasez invernal.