Sycoparrotia semidecidua Autunno Rosso

El (x) Sycoparrotia semidecidua Autunno Rosso es un pequeño árbol o gran arbusto poco común que encantará a los amantes de las curiosidades vegetales. Resultado del cruce entre el Parrotia persica y el Sycopsis sinensis, destaca por su follaje más o menos persistente que adquiere hermosos tonos amarillos, naranjas y rojos en otoño, un espectáculo que podrás disfrutar también en invierno si las temperaturas no son demasiado bajas. Su floración, que se asemeja un poco a la del Avellano mágico, ocurre a principios de primavera, en forma de pequeñas flores digitadas rojas y amarillas, rodeadas de brácteas marrones.

El Sycoparrotia semidecidua pertenece, como sus dos progenitores, a la familia de las Hamamelidáceas, que incluye otros géneros apreciados por los aficionados, como los Avellanos mágicos, por supuesto, pero también el Corylopsis, el Loropetalum o el Fothergilla. Menos conocido que el Parrotia persica, caduco y originario del norte de Irán y el este del Cáucaso, su segundo progenitor, el Sycopsis sinensis, nativo de las montañas chinas, tiene la ventaja de presentar un follaje persistente. El resultado de este cruce, descubierto y descrito por primera vez en Suiza en 1968, es un gran arbusto cuyo follaje y porte presentan características intermedias entre las de sus dos progenitores. Con un porte estrecho y erguido cuando es joven, el arbusto desarrolla con el tiempo una copa ampliamente ovalada y muy densa. Su follaje es caduco por debajo de -10 °C y su crecimiento es moderadamente rápido.

El Sycoparrotia semidecidua Autunno Rosso puede formar un gran arbusto más o menos extendido, de 5 m de alto por 3 o 4 m de ancho. También puede ser guiado sobre un tronco, o más comúnmente sobre varios troncos cubiertos de una corteza de color marrón grisáceo. Sus hojas, dispuestas de manera alterna en las ramas, son simples, elípticas a oblongas, enteras o dentadas en el borde, de un verde oscuro brillante en el haz, más pálidas en el envés. De color rosado al brotar, se vuelven verdes en temporada, para luego adquirir espléndidos tonos que van del amarillo al rojo escarlata, pasando por el rosa y el violeta en otoño e invierno. La floración, carente de perfume, tiene lugar en febrero-marzo, en las axilas foliares, en forma de flores bastante discretas, agrupadas en ramilletes. Cada una está compuesta de estambres con anteras rojas rodeadas de pequeñas brácteas marrones. El fruto de este arbusto es una cápsula. Este gran arbusto es resistente hasta aproximadamente -15 °C.

El Sycoparrotia semidecidua Autunno Rosso encontrará su lugar de forma natural aislado, en un pequeño jardín, en un seto libre o en un bosquete de arbustos. Será perfecto al fondo de un macizo para proporcionar un fondo verde a arbustos más bajos, preferiblemente caducos, para no ocultar el espectáculo de sus colores otoñales. Combínalo, por ejemplo, con el Clethra alnifolia Anne Bidwell, cuya coloración otoñal amarilla armonizará bien con la del Autunno Rosso. En un jardín grande, podrás plantar en segundo plano del Sycopparotia un árbol de caramelo, o Cercidiphyllum japonicum, para crear una escena otoñal mágica. Y para complementar su floración un tanto discreta, nada mejor que darle como compañero un Avellano mágico, entre las diferentes variedades disponibles, todas más fascinantes que las otras con sus delicadas y luminosas flores invernales.