Cornus alba Sibirica Variegata

Ramas y ramillas rojas y brillantes, un follaje variegado y cambiante desde la primavera hasta el invierno, del gris-verde al rosa-púrpura, tales son las características del Cornus alba Sibirica Variegata, con un porte arbustivo y ramificado, más ancho que alto. Se viste de una floración discreta, apenas teñida de amarillo, a finales de primavera, seguida pronto por bayas blancas azuladas al final de la temporada. Revela, a través de los pálidos rayos del invierno, la sorprendente trama rojo coral de sus ramillas. Es un arbusto vigoroso y resistente, versátil, cuya base permanece bien ramificada a pesar de los años. Ideal para crear una pantalla elegante, en tierra ordinaria y a pleno sol.

El Cornus alba Sibirica Variegata pertenece a la familia de las cornáceas. Proviene del Cornus alba, el cornejo siberiano originario de Siberia, en las orillas del río Amur, en Rusia, en los bosques húmedos de frondosos y coníferas, y de Manchuria. Siempre se encuentra cerca de cursos de agua, bajo climas duros y contrastados que son prueba de su robustez. La selección 'Sibirica Variegata' muestra un porte tupido extendido, frondoso, más ancho que alto. Es un arbusto ramificado, con apariencia de matorral, que alcanzará 3 m de altura, con una extensión de 3.50 a 4 m. Su crecimiento es bastante rápido. Sus ramas son rojas y brillantes, tanto cuando son jóvenes como más viejas, y ofrecen la ventaja de no perder densidad en la base. El follaje, caduco, nace púrpura en primavera, antes de variegarse en gris-verde y blanco, para terminar rosa marginado de púrpura antes de la caída de las hojas. Las hojas son enteras, claramente acanaladas y onduladas, midiendo unos 10 cm de longitud. Su floración no es su principal atractivo, bastante discreta, en forma de pequeñas flores blanco-amarillentas dispuestas en cimas, melíferas. Es seguida por la fructificación en bayas blanco cremoso que contienen semillas oleaginosas, las cuales adquieren un tono azulado al alcanzar la madurez. Las ramas inferiores forman rechazos o se enraízan en el suelo, sin que por ello el arbusto sea invasivo.

Sea cual sea el tamaño y el estilo del jardín, siempre habrá un cornejo para asegurar un bonito decorado. El cornejo siberiano Sibirica Variegata ofrece un espectáculo renovado a lo largo del año, pero su desarrollo bastante importante lo destina al fondo de grandes macizos, a la plantación en un seto mixto, o incluso en el borde de sotobosque para realizar una transición con el campo. Su asociación con Helianthus, Heliopsis o lirios de día formará una escena muy colorida. Como es un arbusto que disfruta al borde del agua, se podrá instalar, junto con Cornus stolonifera Faviramea de corteza amarilla, detrás de un primer plano de astilbes, no lejos de una charca.