Dalea purpurea

El Dalea purpurea, también conocido como Petalostemon purpureum o Trébol púrpura de la pradera en sus tierras de origen, es una planta vivaz muy resistente que florece en verano en las grandes llanuras de los Estados Unidos. Poco plantado en nuestros jardines europeos, este pariente del sainfoin forma un vigoroso mechón arbustivo, dotado de notables facultades de adaptación y de una muy hermosa floración estival rosa-violácea, muy rica en néctar, que recuerda un poco a las espigas de algunas lavandas. Es una especie botánica muy rústica que enriquece el suelo y se adapta tanto a situaciones ocasionalmente encharcadas como secas en verano. Su principal enemigo es la sombra.

El Dalea purpurea (sinónimo Kuhnistera violacea) pertenece a la familia de las fabáceas. En la naturaleza, se encuentra de forma espontánea en gran parte de América del Norte (excepto la costa Oeste de EE.UU), creciendo en diversos entornos muy soleados, desde las orillas inundables de los ríos hasta las colinas arenosas de Nebraska, pasando por las grandes praderas y claros forestales, entre las altas hierbas, sin miramientos, soportando perfectamente las heladas y los veranos secos. Es una planta caducifolia, sin follaje en invierno.

La planta forma un mechón arbustivo compuesto por tallos semileñosos y ramificados, con un porte más bien extendido, alcanzando aproximadamente 75 cm de altura por 60 cm de diámetro como mínimo. La floración tiene lugar de junio a agosto, en forma de numerosas y curiosas espigas cónicas cubiertas de diminutas flores ricas en néctar. El color, un luminoso rosa-violáceo, se realza con estambres dorados. Las flores suelen abrirse de abajo hacia arriba de la espiga. El follaje, que desaparece en invierno, está compuesto por pequeñas hojas gruesas, divididas en tres a 7 folíolos muy estrechos, de 3-4 cm de longitud. Esta planta se desarrolla a partir de un sistema radicular particular, que se sumerge muy profundamente (hasta 2 m) en el suelo para extraer y transformar los nutrientes gracias a la presencia de bacterias simbióticas alojadas en pequeños nódulos. Como todas las fabáceas, este Dalea contribuye a enriquecer el suelo que lo acoge.

Las Dalea son parientes cercanos de las Baptisia, del esparceta y de los lupinos, plantas consideradas como abono verde y fijadoras de suelo, incluso degradados. Poco exigentes en cuanto a suelo y humedad, sin embargo, son totalmente intolerantes a la sombra. El Dalea purpurea encontrará su lugar en un jardín romántico, un jardín seco, en los macizos naturales y campestres. También es muy útil para decorar un terreno degradado, que a menudo rodea una casa recién construida. Es magnífico en compañía de rosales paisajísticos, lavandas azules o blancas, baptisias, o de Allium bulgaricum. También se combina perfectamente con el Amorpha canescens, el Aster sedoso (Symphyotrichum sericeum) o las grandes gramíneas americanas como el Popotillo azul, el Andropogon gerardii y los Panicum virgatum, igualmente espectaculares y fáciles de cultivar.

Planta medicinal y planta utilitaria, el Dalea purpurea se utiliza para la vegetalización de suelos estériles y la prevención de la erosión. Su follaje constituye un buen forraje para el ganado. Antiguamente se usaba para preparar un té del que también se consumían sus raíces y se utilizaban las ramas como escobas.