Jambú Géant d'Hiver

La Espinaca Gigante de Invierno es una variedad ideal para el cultivo de otoño, muy productiva y especialmente resistente. Sus grandes hojas verde oscuro se consumen tanto crudas como cocidas. Es una variedad llamada "de días cortos" que se sembrará preferentemente al sol, de agosto a octubre para una cosecha de octubre a enero.

Tradicionalmente maltratado por los servicios de restauración escolar, la espinaca es sin duda la verdura más temida por los niños. Sin embargo, es una hierba comestible sabrosa que se puede preparar de mil maneras: cruda en ensalada primaveral, en buñuelos japoneses, cocida rápidamente en wok o en tarta salada con trocitos de queso de cabra.

Originaria de Irán y perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, como la Remolacha y la Acelga, la Espinaca se cultiva ampliamente en el mundo, tanto por su sabor como por sus cualidades nutricionales. Si el famoso Popeye alabó durante mucho tiempo su riqueza en hierro, es sobre todo su contenido en vitamina B9 lo que es notable.

Existen numerosas variedades de espinacas que requieren, para que no florezcan demasiado rápido, días cortos o días largos. A cada variedad le corresponde un período de cultivo que conviene respetar: primavera y/o otoño, invierno e incluso verano. Algunas variedades tienen semillas espinosas, tradicionalmente destinadas a siembras de primavera o finales de otoño. Así, eligiendo cuidadosamente tus semillas, podrás disponer de esta verdura todo el año.

La espinaca aprecia suelos consistentes, húmedos y ricos, especialmente en nitrógeno y potasio. Les gusta el sol en invierno y media sombra e incluso sombra en pleno verano y en las regiones más cálidas.

Cosecha: La cosecha de la espinaca se realiza hoja por hoja, según su crecimiento y las necesidades. Se cortan las hojas situadas en el exterior de la planta, lo que permite no dañar el corazón que sigue desarrollándose y produciendo nuevas hojas. La mata entera solo se cosecha cuando la planta muestra los primeros signos de crecimiento.

Conservación: la espinaca no se conserva muy bien en el refrigerador porque tiende a ablandarse. Es preferible consumirla unas horas después de haberla cosechado. No obstante, puedes congelarla después de blanquearla 3 minutos en agua hirviendo con sal.

El truco del jardinero: ¿Sabías que la espinaca puede usarse como abono verde? Sembrada en otoño a razón de 30 gramos por metro cuadrado, tiene la capacidad de absorber y almacenar el nitrógeno presente en el suelo. Así, este se conserva y no es lixiviado por las lluvias invernales. ¡Una buena forma de reciclar un paquete de semillas olvidado con la fecha de caducidad pasada!