Repollo de Brunswick

El Repollo de Brunswick es una variedad de otoño, productiva, que ofrece grandes cabezas un poco aplanadas. Es un repollo que se presta bien para la preparación de chucrut. Se siembra de abril a julio para una cosecha de julio a noviembre.

El Repollo o Col lisa es una verdura de hoja muy popular, forma parte de los imprescindibles en el huerto y si nos gusta tanto, quizás sea tanto por su sabor como por el aspecto generoso de las cabezas que forma.

Llamado indistintamente Col lisa o Repollo (en latín Brassica oleracea capitata, capitata significa "cabeza"), esta hermosa hortaliza pertenece a la gran familia de las Brassicáceas (ex Crucíferas). Originaria de Europa, es una planta bianual cultivada como anual que produce una cabeza más o menos compacta, que puede ser redonda, ligeramente aplanada o claramente cónica en las variedades puntiagudas. Las hojas del Repollo son lisas y su color varía según las variedades: desde el verde muy claro, casi blanco, hasta el verde oscuro a veces ligeramente azulado o el rojo teñido de violeta hasta casi negro.

El Repollo, aunque emblemático del invierno, puede sembrarse y cosecharse durante casi todo el año. Las variedades generalmente se agrupan en tres grandes categorías: los Repollos de primavera que se cosechan desde finales de abril hasta junio, los de verano y otoño para el período que va de julio en adelante y los de invierno que permiten, junto con los puerros y las chirivías, esperar hasta las primeras cosechas de primavera.

El Repollo se consume tanto crudo como cocido, se prepara rallado en ensalada, estofado para acompañar platos de carne y pescado, relleno o también en sopa y en Chucrut. Las recetas no faltan, tanto en la cocina tradicional como en la moderna.

Desde un punto de vista dietético, es destacable: su valor energético es bajo pero es muy rico en vitaminas C, B6 y B9, también contiene mucha fibra y minerales como el calcio.

En el Huerto, es una verdura fácil de cultivar siempre que se cumplan sus exigencias: un suelo profundo, un excelente estiércol y una humedad regular. Se instala al sol y generalmente se adapta bien al clima fresco y lluvioso.

Cosecha: se realiza cuando el Repollo forma una hermosa cabeza y antes de que las hojas empiecen a amarillear. Se realiza con un cuchillo, cortando simplemente justo debajo de la cabeza.

Conservación: el Repollo se conserva varios días en el refrigerador. También se congela muy bien después de haber sido blanqueado en agua hirviendo con sal. Las variedades de invierno también pueden permanecer en pie. Por último, la elaboración del chucrut (fermentación láctica) permite conservar de forma sabrosa las variedades de otoño con cabeza blanca.

El consejo del jardinero: ¡No olvides las flores! Aunque el huerto es ante todo un jardín destinado a producir verduras de calidad, siempre es interesante colocar flores. En primer lugar, y aunque la belleza de algunas verduras como el Repollo se basta por sí sola, por el placer estético que proporcionan pero también para repeler plagas y atraer a los valiosos polinizadores. Así que no dudes en colocar, en medio de los surcos o en los bordillos, Gaillardas, Tagetes, Zinnias, Cosmos, Capuchinas o incluso hermosas aromáticas como el Eneldo. Sin embargo, ten cuidado con algunas plantas, aunque sean útiles como la Borraja, que tiende a sembrarse de manera natural abundantemente en los espacios dedicados a los cultivos.