Picea abies Aurea Magnifica - Pícea común

El Picea abies 'Aurea Magnifica' es un cultivar de Pícea común con un hermoso follaje dorado en invierno, que se vuelve un poco más verde en verano. Este abeto es una conífera de tamaño mediano, con un porte piramidal y ramas ascendentes, que no carece de elegancia. Se apreciará su luminosidad en un parque o un jardín grande, especialmente junto a otras plantas perennes de follaje verde oscuro.

El Picea 'Aurea Magnifica' a veces se comercializa bajo los nombres de Picea abies var. magnifica o Picea excelsa var. magnifica. Esta variedad es una escoba de bruja descubierta en un abeto clásico por Ottolander y Hooftman Nursery, en Boskoop, Países Bajos, alrededor de 1900. La Picea abies, también llamada Pícea común o Abeto rojo, es una conífera persistente perteneciente a la familia de las pináceas. Es una especie originaria del norte de Europa, más precisamente de Escandinavia. En su entorno natural, presenta un porte típicamente cónico y piramidal y puede alcanzar los 30 m de altura. Esta planta se utiliza tradicionalmente como árbol de Navidad en Europa. Prefiere suelos drenados y frescos y no teme las temperaturas muy bajas. El cultivar 'Aurea Magnifica' forma al cabo de 15 años un árbol de aproximadamente 10 m de altura y 4 m de envergadura. Su crecimiento es de unos 30 cm al año al principio, luego se ralentiza con los años. A largo plazo, puede alcanzar 12 a 15 m de altura y 5 m de envergadura en la base, según las condiciones de cultivo. Un ejemplar adulto muestra una hermosa silueta piramidal sostenida por ramas gruesas con ramillas ascendentes. Las hojas pequeñas perennes son agujas rígidas de 2 cm, gruesas, muy punzantes, dispuestas alrededor de las ramillas, en forma de escobilla. Presentan un color amarillo dorado en invierno y a principios de primavera, luego se tornan más verdes claras en verano. El color es más intenso en primavera y en los árboles jóvenes. La floración, insignificante, aparece en ejemplares maduros. Da lugar a frutos ovoides llamados conos. La corteza vieja presenta surcos profundos, verticales, a veces en forma de espiral. Su color pasa del gris al marrón con el tiempo. El sistema radicular de los abetos es superficial y rastrero, lo que los hace difíciles de trasplantar cuando son adultos y particularmente sensibles al viento.

El Picea abies 'Aurea Magnifica' se utiliza como árbol ejemplar en un jardín lo suficientemente amplio para albergarlo. Su silueta dorada causará sensación aislado sobre un césped, pero también en un bosquete compuesto por otras coníferas de follaje oscuro o azul, por ejemplo un tejo 'Fastigiata Robusta', un Cedro blanco 'Columnaris' y un abeto azul 'Blue Mountain'. Las cualidades gráficas de las coníferas se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que privilegia las formas, las siluetas y las texturas. Se asocian bien con los mahonias y las brezos, de temperamento muy complementario. Lo importante es jugar con los volúmenes, los portes y los colores.