Primula eliator Gold Lace Red

La Prímula o Primula eliator 'Gold Lace Red' es una planta vivácea o bienal muy resistente, con una floración primaveral especialmente original. Produce bohordos floridos erectos, cubiertos de flores con tonos inusuales y muy contrastados: una garganta de pétalos rojo carmín bordeados de blanco rodean un centro amarillo dorado. Esta bonita variedad, que colocarás cerca de un paso para poder contemplar a gusto el diseño de sus flores, iluminará las zonas de media sombra del jardín, en un suelo húmico, fértil y fresco.

La Primula eliator, también llamada Prímula elevada o Prímula de los bosques, es una planta herbácea vivácea que pertenece a nuestra flora autóctona y se encuentra principalmente en la media sombra de bosques claros o en los bordes de los bosques. Cuando abunda, la prímula es un indicador de bosques antiguos, poco alterados por la actividad humana.

Esta planta ha dado, por hibridación con la Prímula común (Primula vulgaris), numerosos híbridos viváceos de corta vida, cultivados en su mayoría como plantas bienales. Esta prímula Gold Lace Red florece de abril a junio. En cada planta, 2 o 3 bohordos floridos de 20 cm de altura llevan cada uno ramilletes con 4 a 5 flores simples, ligeramente aromáticas, compuestas por pétalos redondeados, de un rojo carmín brillante, finamente ribeteados de blanco, dispuestos en garganta alrededor de un centro amarillo intenso. Su colorido muy contrastado resalta aún más gracias a un follaje perenne en rosetas de hojas anchas y rugosas de color verde oscuro, ornamentales incluso fuera de la floración.

Las prímulas eliator son menos conocidas que las prímulas sin tallo, pero no carecen de ventajas: son más altas, más resistentes, más longevas y su floración es igualmente más espectacular. Son excelentes compañeras para las viváceas de sombra y de bosques claros y frescos como las heucheras, los Brunnera, las Anemone nemorosa, los pensamientos, las violetas cornudas o los hostas. También permiten decorar la terraza, la ventana o el balcón, colocadas en jardineras que alegrarán los días tristes del invierno. También quedan muy bien en un ramo pequeño y sencillo, un regalo poco común que siempre es un placer ofrecer o recibir en esta época del año.