Geranio Salomé - Geranio vivaz

El Geranio vivácea Salomé es un magnífico cubre-suelos, con un porte muy rastrero, que se extiende a placer al sol o en media sombra. Su follaje verde claro se adorna con una larga floración de color poco común, malva pálido venado de púrpura violáceo oscuro alrededor de un corazón casi negro. Esta variedad híbrida, muy seductora, no es la más fácil de cultivar: a veces se muestra caprichosa, solo prospera bien en suelos bien drenados, pero no demasiado secos en verano, y su rusticidad puede verse comprometida en suelos que permanecen húmedos en invierno. ¡'Salomé' hace lo que quiere, pero se le perdona todo a esta belleza!

El Geranio vivácea Salomé es un híbrido hortícola resultado del cruce entre el Geranium lambertii y el G. procurrens, del que ha heredado el porte muy rastrero. Es una planta con tocón vivácea que desarrolla largos tallos rastreros cubiertos de hojas caducas a semiperennes en invierno según las temperaturas. Con el tiempo, forma un gran tapiz cubre-suelos de 30-35 cm de altura que se extiende hasta 1,20 m de ancho. 'Salomé' florece de julio a octubre, produciendo cimas de pequeñas flores de 2-3 cm de ancho, compuestas por 5 pétalos bien separados. Su color es un malva pálido, están venadas de púrpura oscuro, el centro es violeta intenso, con estilos y estambres casi negros. Las hojas situadas cerca de la base de la planta miden 5 a 12 cm de largo, presentan 5 lóbulos dentados y son de un verde pálido. Tras la floración, la planta entra rápidamente en periodo de latencia.

Instala el geranio vivácea Salomé en un lugar bien visible, su belleza singular lo merece. Puedes colocarlo en una rocalla no demasiado árida, en un borde de césped elevado, lejos de la competencia de arbustos y otras viváceas que teme. Dada su parentela, se puede imaginar que este híbrido está más adaptado a jardines de montaña no demasiado calurosos en verano o a nuestras regiones con clima de tipo continental, más bien seco en invierno.