Clavel - Dianthus gratianopolitanus Whatfield Gem

El Dianthus Whatfield Gem es una hermosa selección de clavel en miniatura, procedente de una especie montañosa conocida como clavel azulado, clavel de Grenoble o clavel de Pentecostés. Esta planta ha conservado el porte muy compacto de su ancestro y su aroma dulce y especiado, pero produce durante varias semanas sorprendentes flores dobles, de buen tamaño en relación con la altura reducida de la planta, y sobre todo magníficamente abigarradas en rojo rubí y blanco sobre un fondo rosa claro.  Una auténtica joya para la rocalla, los muretes, las macetas floridas, para cultivar a pleno sol.

El clavel 'Whatfield Gem' pertenece a la familia de las cariofiláceas. Es un cultivar inglés reciente derivado del Dianthus gratianopolitanus, originario de las montañas de Europa. El crecimiento de este clavel es rápido. Su tamaño adulto no superará 12-15 cm de altura en flor para una extensión de 40  cm o más. Esta planta forma una pequeña mata postrada con porte en cojín cuya la base es tapizante. Sus hojas lineales, generalmente persistentes, coriáceas, son de un hermoso gris-azulado. La floración ocurre en mayo y junio, hasta agosto si el suelo no está demasiado seco. La planta se cubre entonces de hermosas flores dobles, algo despeinadas, con pétalos festoneados, de un rosa claro y fresco, aleatoriamente estriados y salpicados de manchas rojo oscuro y blancas. Su aroma alcanza el nivel 3 en una escala de 5. Florecen en el extremo de tallos rígidos y muy cortos, generalmente uniflores.

El Dianthus gratianopolitanus 'Whatfield Gem' es una planta resistente a pesar de su apariencia de flor preciosa, perfectamente adaptada a suelos pobres de taludes y rocallas. Allí acompañará a otros cojines florales poco exigentes como, por ejemplo, los aster de los Alpes, la Artemisa blanca enana Artemisia lanata, la Campanilla de los muros, el Arabis del Cáucaso, los Phlox subulata, el Delosperma cooperi o bien el Erigeron karvinskianus y el Geranio de sangre (Geranium sanguineum). Esta planta forma un bonito relleno entre piedras o encima de un murete, en los intersticios de un pavimento, o en jardineras. Se adapta muy bien al cultivo en macetas.