Campanula medium Blue - Campanilla de Canterbury

La Campanula medium, también llamada Campanilla de los jardines o Carillón, es una planta más bienal que vivácea, pero en cualquier caso una flor silvestre muy hermosa con una floración espectacular. Tomándose su tiempo para establecerse, ofrece a finales de primavera o principios de verano, sostenidas por tallos sólidos, flores en forma de grandes campanas, simples, de un color azul-violáceo puro. Poco exigente y completamente resistente, esta planta originaria de las regiones meridionales de Europa se adapta fácilmente al jardín, incluso en sotobosques y laderas pedregosas. Es una planta ideal para zonas sombreadas, algo silvestres y jardines sin jardineros. Sus flores duran mucho tiempo en ramos.

También llamada campanilla de grandes flores o Campanilla de Canterbury en Inglaterra, esta bonita planta ornamental pertenece a la familia de las campanuláceas. Se trata de una especie silvestre extendida en nuestros bosques y campos pedregosos, especialmente en las regiones del sur de Francia donde escapa de los jardines. Esta resistente planta bianual con raíz gruesa y dura, se adapta a condiciones de cultivo difíciles y ofrece una floración estival notable que se extiende de mayo a julio según el clima. Produce el primer año una roseta basal compuesta de hojas estrechas, ovales-lanceoladas, verde oscuro. El segundo o tercer año surgen de esta roseta tallos sólidos, llenos y redondeados, de unos 80 cm de altura, que generalmente no necesitan tutores. Soportan grandes campanillas simples, de 3 a 6 cm de largo y ligeramente vellosas, elegantemente inclinadas, con bordes enrollados, recordando un poco a las flores de las cobáeas trepadoras. A menudo azul-violáceas en la especie tipo, adoptan según los cultivares tonalidades muy variadas, desde el blanco hasta el rosa más o menos vivo, pasando por diferentes tonos de azul.

La Campanula medium es ante todo una bonita planta silvestre, perfectamente adaptada a la mayoría de nuestros climas, que contribuye a la biodiversidad de nuestros jardines, esos espacios aún relativamente preservados. Por ello, tiene todo su lugar en un macizo natural, en una exposición más bien semisombreada, donde no se teme que se extienda. Será perfecta acompañada de otras bonitas silvestres: los verbascos, la Hierba de San Jorge (Centranthus ruber), la achicoria silvestre, la Esparceta, la equinácea púrpura, el Hinojo, la Escabiosa, la reina de los prados, el galeopsis, el Guisante de olor viváceo o las alquimilas. Su sencillez hace maravillas junto a la redondez de las rosas antiguas, y suaviza las pesadas corolas de las peonías muy rojas. Sus flores cortadas en el jardín permanecerán bonitas varios días en un jarrón. Ideal para prever maravillosos ramos campestres, asociándola por ejemplo con digitales.

Sobre las campanillas:

En las campanillas, el tocón emite estolones blancos que parten bajo tierra en todas direcciones. Aseguran la perennidad de la planta a largo plazo. Los numerosos tallos erectos que nacen de este tocón o de los estolones son fértiles o estériles. Así, cuando se observa una vasta población de campanillas, a menudo en realidad solo hay el clon de un único individuo. Por otro lado, las diferentes especies de campanillas se hibridan muy fácilmente entre sí, y suelen estar acompañadas de todo un conjunto de formas intermedias, lo que las hace muy interesantes para los horticultores.