Clematis cirrhosa Jingle Bells - Aján

La clemátide Jingle Bells requiere pleno sol para lucir en todo su esplendor, protegida de los vientos fuertes. También puedes colocarla en un lugar parcialmente soleado. Mantén la base a la sombra y la parte superior al sol. Puedes proteger la base de tu planta con una planta tapizante o un geranio vivaz. Un mantillo de corteza ayuda a mantener la frescura del suelo. Prefiere un suelo ligero, fértil, no demasiado seco a fresco y, sobre todo, bien drenado. Instala tu planta cubriendo el cepellón con 3 cm de tierra, en un suelo trabajado a 20 cm de profundidad, aligerado con un buen sustrato. En verano, se recomienda añadir fertilizante. La clemátide teme el exceso de humedad. Sin embargo, riégala bien en plena temporada pero poco a poco y no directamente en la base. El agua estancada puede provocar hongos en la base de las clemátides. La Clemátide Jingle Bells no requiere una poda especial. No obstante, puedes podarla a 40 cm del suelo a principios de primavera para densificarla y aumentar su floración. Las clemátides se sujetan solas gracias a sus zarcillos. Para ayudarlas a crecer, proporciónales un soporte en espaldera o déjalas cubrir el tronco de un árbol colocando una malla. A las clemátides también les gusta crecer libremente sobre las plantas vecinas. Pueden ser propensas a enfermedades fúngicas (manchas en las hojas, en particular), especialmente en invierno. En ese caso, trata la planta con un fungicida.