Weigela florida Foliis Purpureis

La Veigela florida 'Foliis Purpureis' es una encantadora variedad dotada de una vegetación muy compacta y arbustiva, con un bonito colorido que podrás disfrutar durante gran parte del año. Espléndida a finales de primavera, con un follaje verde-bronce salpicado de yemas florales rosa oscuro y preciosas flores tubulares en dos tonos de rosa, este arbusto también seduce a principios de primavera con su joven follaje púrpura oscuro y cierra la temporada con broche de oro, bajo un fuego artificial rojo-anaranjado. Instala esta pequeña maravilla en un suelo ordinario pero fresco de un macizo soleado, de inspiración campestre o romántica, pero también en un pequeño seto florido, o incluso en una gran maceta en la terraza.

Originario del norte de China, Japón y Corea, el Weigela florida es un arbusto caduco perteneciente a la familia de las Caprifoliáceas. Este arbusto calcicole (que aprecia los suelos calizos) posee un sistema raíz fibroso y extendido, que soporta perfectamente el trasplante. Su cultivar 'Foliis Purpureis' muestra un crecimiento lento y un desarrollo reducido. Forma un arbusto ramificado de 1 m de altura y 1,50 m de anchura como máximo. Sus flores en forma de embudo presentan dos tonos de rosa; son de un rosa nude purpúreo en el exterior, más pálidas en el interior. Se presentan en corimbos, en la extremidad de las ramas del año anterior, y florecen en abundancia de mayo a junio. Esta floración es melífera y nectarífera. El follaje está compuesto de hojas sésiles, pubescentes en el revés, ovaladas a elípticas, que cambian de color de primavera a otoño. Las ramas de este arbusto son arqueadas y muestran dos filas de pelos.

Rústico hasta -20°C, la Veigela 'Foliis Purpureis' forma parte de esos arbustos fáciles de cultivar en la mayoría de nuestras regiones, excepto en las más cálidas y secas. Se adapta bien a situaciones soleadas o de media sombra, en cualquier suelo fresco pero drenado. Su porte denso y tupido lo convierte en un arbusto grácil y adecuado para jardines de todos los tamaños. La combinación de los colores del follaje y las flores dista mucho de ser triste, aporta un toque muy personal al más mínimo decorado y permite crear, en asociación con Berberis púrpuras por ejemplo, grandes bordillos brillantes a lo largo de un camino o un césped. En un macizo, combínalo por ejemplo con Galega, cornejos sanguíneos o abigarrados, zarzas ornamentales, un Physocarpus, sinforinas o incluso un Buddleia alternifolia Unique, también enano, con flores azul-lavanda. En segundo plano, el follaje muy oscuro de los acebos o los tejos formará un oscuro estuche para su follaje tan luminoso y asegurará el decorado en invierno. También puedes instalar esta veigela en maceta para atraer las miradas en pequeños jardines, o ponerla en espaldera sobre un pequeño enrejado.